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Hace 700 años, en el 1307, un viernes 13 de octubre, las huestes de Felipe IV "El Hermoso", avaladas por el Papa Clemente V, echaron mano de todos los Caballeros Templarios que pudieron arrestar en Francia. Países como España e Inglaterra fueron más renuentes a dar cumplimiento a la orden papal de disolver la Orden Templaria y de entregar sus miembros al "brazo secular" de la Iglesia. Pero dos días antes, el miércoles 11 de octubre, la flota templaria surta en el puerto atlántico de La Rochelle, levó sus anclas sigilosamente - eran 17 naves - y pusieron proa "allende la mar". Esta flota daba cumplimiento así al principal objetivo de la Orden Templaria, cual era la de custodiar el Santo Grial. El Cáliz Sagrado se encontraba en el sudoeste de la Gran Bretaña en la "ínsula avalonia" que hoy subsiste como el pueblo de Glastonbury, en el "Castillo del Grial", que para ese tiempo ya era la Abadía de Glastonbury. Al pasar por allí la flota templaria cargó no solo el Cáliz sino también otras reliquias del tiempo de Cristo junto a los sarcófagos de José de Arimatea y Nicodemo. Estos navíos , con su preciosa carga , llegaron días después a la Bahía sin Fondo, a los 41º 6' de latitud Sur, en donde los aguardaban ansiosos los Caballeros Templarios que habitaban el Fuerte - Puerto que desde hacía siglos existía en lo alto de una ínsula costera. Este lugar hoy se conoce como El Fuerte , y como la costa patagónica se ha ido elevando ya no es una isla sino una barda o meseta costera de una superficie aproximada a las 180 hectáreas a 150 metros sobre el nivel del mar. En nuestros días el Santo Grial ya fue trasladado - en sucesivos pasos - a otros puntos de la Patagonia, hasta quedar custodiado finalmente bajo la Meseta de Somuncurá en una ciudadela o enclave Templario, donde aguarda el momento de manifestarse junto con la vuelta en Gloria y Majestad de Nuestro Señor Jesucristo.
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