ABC: ANTILLAS HOLANDESAS

por el prof. Pedro Godoy P. 

En el Caribe, frente a Venezuela, están las Antillas Holandesas. Las integran tres islas Aruba, Bonaire y Curazao ABC. Son pequeñas en superficie, pero ricas en petróleo y testimonios de la piratería que ejerciera Holanda en el área. El pequeño archipiélago dependió hasta 1975  de la Guayana Holandesa. Ese año ésta se convierte en República de Surinam con medio millón de habitantes. En Aruba hay una especie de autogobierno tutelado por Amsterdam. Se ha detectado que allí complotan los adversarios del Presidente Chávez. Sin embargo, necesario es informar que, en más de un viaje a Caracas, me sorprendió el desinterés venezolano por recuperar esos tres enclaves insulares que equivalían allí a Malvinas. Caracas -en el momento de conmemorarse el bicentenario del natalicio de Bolívar- hacía gárgaras con la tesis de la Patria Grande. Sin embargo, en ninguna facción política encuentro eco. Ni en el mundo académico ni en el sindical. Tampoco la derecha ni la izquierda. La sola iniciativa de recuperarlos cae el  vacio. 

Este dato desnudo es invitación a meditar en orden la hipnosis que genera Europa a 200  años de la Independencia. Estos asuntos dejan "helados" tanto a letrados como a ignaros, a acaudalados e indigentes,  a derechistas e izquierdistas. Poseen, eso si, vigencia esos "nacionalistas" venezolanos que alegan por asuntos limítrofes con Colombia. Hay un fenómeno de fatalismo y deslumbramiento en el alma suramericana que condujo a exhibir -por casi dos centurias- un mapa con tres Guayanas que eran colonias. Ello sin ninguna actitud crítica. ¿Cómo es posible que Brasil tan diestro en tragarse el Acre de Bolivia y convertir en provincia Cisplatina a Uruguay nunca intentara desalojar a Francia,Gran Bretaña y Holanda de esas factorías que le bloquean el horizonte caribeño ¿Qué geopolítica ha tenido vigencia en Itamarati y en las oficinas del Alto Mando de las FFAA cariocas que jamás -hasta donde he investigado- las reivindican. Entonces la apatía venezolana que describo equivale al desinterés brasilero. Se podía en las aulas despotricar contra la dominación de España durante la Colonia y festejar la emancipación con banderitas y escarapelas, pero  los tres quistes coloniales no producían ni cosquilla. En el aula se aprendían sin chistar y en la prensa no originan ningún enjuiciamiento.

En Argentina hubo quienes gasolineaban la guerra contra Chile por el litigio austral, pero juzgan una locura la epopeya del 2 de abril de 1982. Enfrentarse con chilenos -esos ordinarios "chilotes"- si, pero recuperar Orcadas, Sandwich y Malvinas eso ¡no! El repliegue de la campaña descolonizadora explican esos cipayos se debe a quee los europeos son superiores. Nuestro gobierno militar y también la oposición entonces en la semiclandestinidad apoyan al Reino Unido. El general Matthei -después glorificado por la democracia porque es uno de los tres asesores directos  de Pinochet que aplaude el triunfo del NO en el en el plebiscito- confiesa el apoyo a Londres con el argumento: "el enemigo de mi enemigo es mi amigo". No hay voces disidentes en Chile. La excepción es CEDECH. Por eso invito a los lectores a contemplar el mapa suramericano y -a propósito del Bicentenario- reflexionar sobre las hondas raíces culturales de la supervivencia del coloniaje en  nuestro suelo. De modo muy específico, es estratégico investigar el por qué de nuestra esterilidad para generar una geopolítica criolla. La apatía venezolana por ABC y el desinterés brasilero por asomarse al Caribe son óptimas motivaciones.