Los
kirchneristas están acongojados por la muerte de su lider, sobre quien
pesaban denuncias de enriquecimiento ilícito, mientras amplios sectores
de nuestro país tienen hambre. Hipócritas que hablan de un proyecto
nacional y popular y que paga la deuda externa a pesar de los niños que
mueren en desnutrición o que, en caso de no morir, quedan con secuelas
irreversibles. Kirchneristas, no lloren la muerte de su líder, un
impresentable que desde mayo de 2003 hasta diciembre de 2008 casi
multiplicó por siete su patrimonio. Lloren y trabajen por los niños
argentinos que se mueren porque ni tienen para comer bajo este gobierno
que hipócritamente habla de Justicia Social.
ALREDEDOR DE SEIS MIL NIÑOS DESNUTRIDOS EN MISIONES
Lo
admitió el gobernador Maurice Closs, quien dijo que en lo que va
del 2010 murieron 206 chicos. Hay mil niños desnutridos en estado
grave.
El
gobernador de Misiones, Maurice Closs, admitió ayer que en lo que
va del año "ya murieron 206 niños en la provincia" y
precisó que hay unos 6000 desnutridos; 1000 de ellos, de extrema
gravedad. El gobernador, un radical cercano al gobierno de la
presidenta Cristina Kirchner, formuló esas declaraciones en el día
en que se conoció una nueva muerte de un niño desnutrido,
beneficiario del plan Hambre Cero. El caso, el tercero que
trasciende en los últimos días, se sumó a las muertes de Héctor
Díaz, que tenía 2 años y vivía en Apóstoles, y de Milagros Benítez,
de un año y tres meses, de la localidad de Montecarlo, ambos
inscriptos en el mismo programa asistencial.
"Obviamente, algunos se nos van a morir, porque la mortalidad
infantil es un problema", dijo Closs, crudamente, al referirse
a la gravedad de la desnutrición en la provincia. "En lo que
va del año murieron 206 chicos por distintas causas. En octubre del
año pasado eran 253. Quiere decir que mejoramos el 22 por ciento.
La mortalidad infantil afecta aquí a 12,3 de cada mil niños, un
valor que es similar a la media nacional. En la década del 90 eran
33 por mil", apuntó el gobernador.
En Misiones hay 130.000 niños cuyos padres reciben la asignación
universal que otorga el gobierno nacional. Además, desde mayo se
aplica el programa Hambre Cero, que identificó a 6000 niños
desnutridos, con situación de riesgo alimentario, en función de
una evaluación de peso y talla. "Hay 1000 que están más
complicados y tienen extrema vulnerabilidad social y 30 de ellos son
casos irreversibles", reconoció Closs.
"Lo que ocurre en Misiones es otro crimen cometido por el
Estado. Son como crónicas de muertes anunciadas", denunció la
presidenta de la Federación Argentina de Asociaciones Profesionales
de Servicio Social (Faapss), Silvana Martínez.
"Cuando no se distribuye equitativamente la riqueza, cuando no
hay políticas serias y efectivas, continuará la tragedia. Más allá
del dolor por estas familias que perdieron a sus hijos, sabemos que
hay 7000 chicos en situación de indigencia. En tanto, el gobierno
local gasta grandes sumas en obras públicas faraónicas,
deslindando su responsabilidad social en la figura de padrinos que
se ofrecen para proteger a la infancia en el contexto de un programa
que, hasta el momento, muestra serias deficiencias en su aplicación",
denunció Martínez.
El gobernador se mostró disgustado con la repercusión que cobraron
las muertes de niños en su provincia. "Nadie se muere por
desnutrición. Es como el sida, se mueren por otras enfermedades.
Uno de los chicos tenía hidrocefalia, otro tenía un problema cardíaco.
Y la chiquita tenía un problema de vómitos. Tres pediatras la
atendieron unas horas antes y no notaron síntomas que indicaran que
iba a morir esa noche, Además, la familia le daba medicina
alternativa, remedios caseros...", dijo el gobernador.
"Acá la gente no se está cayendo muerta de hambre -enfatizó-.
En mayo, decidimos impulsar el programa Hambre Cero, porque sabíamos
que iba a haber chicos que aunque recibieran la asignación
universal sus padres no lograrían cubrir las necesidades básicas.
Entonces, nos metimos en el corazón mismo de la pobreza. Hicimos un
plan para revertir la situación. Lo jodido es que ahora nos pegan
porque esos chicos estaban en el programa Hambre Cero", se quejó
el gobernador.
El programa incluye un sistema de padrinazgo. Los padrinos son
voluntarios que visitan regularmente al niño, intentan verificar
que el dinero de la asignación universal se use para comprar
alimentos e incluso le enseñan a cocinar a la madre, si fuera
necesario. "Uno de los chicos que murieron, su padrino era un
periodista, que lo asistió todo lo que pudo, pero aun así no se
pudo evitar su muerte. De todas formas, hemos logrado reducir la
situación de vulnerabilidad de unos 800 chicos", dijo Closs.
Cuestión de imagen
"Antes del lanzamiento del plan, mis asesores de imagen me
recomendaron que no me metiera con el tema de la desnutrición. Yo
les dije que no, que teníamos que salir a buscar los casos más
extremos. Si les hubiera hecho caso hoy tendría muchos menos
conflictos que los que tuve ayer y hoy (por ayer y anteayer). Ahora,
si se muere alguien que está en este plan, salen a pegarnos. Mañana
se puede morir otro chico, puede pasar. Pero si se hubiera muerto el
año pasado, cuando el plan no existía, nadie se enteraba",
apuntó el gobernador.
"La situación nos avergüenza", admitió la
vicegobernadora Sandra Giménez, de profesión médica, quien antes
de ocupar el cargo actual estuvo al frente del hospital Madariaga de
Posadas, el más completo de la provincia.
"Pero no es sólo responsabilidad del gobierno sino del cuadro
social en el que vivimos. Por eso creamos la figura del padrinazgo,
del acompañamiento que necesita una mamá o una familia para poder
salir de ese proceso de anomia, de hasta desinterés y desesperanza
en el que subsiste, a partir de una situación de indigencia y
pobreza extrema. No se reduce a la vivienda, al agua, la luz ni el
baño instalado, ni tampoco si reciben subsidios si los mayores
tienen o no trabajo. Hay que recuperar la fe en sí mismo ante una
crisis de valores muy compleja", concluyó la vicegobernadora.
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