UN
MUNDO EN AGONIA
por
Karl Gottman (9/9/2008)
El
momento histórico en que nos ha tocado nacer, se caracteriza por su aire espeso,
una atmósfera casi irrespirable para los pulmones puros de los hombres sanos
que aún se mantienen de pie, fieles a su origen, leales al sentido de
la Tierra
, la naturaleza y a la voz invisible de los ancestros que habla a través del
susurro no reprimido de la sangre. Fieles a si mismos y a nuestro prójimo, así
erguidos vemos a nuestro alrededor como todo se derrumba, degenera y corrompe.
La tradición, el amor a
la Patria
, los valores elevados, la familia y el matrimonio, todo ha sido subvertido. Por
debajo, los hombres son alejados de
la Tierra
y sus raíces; por arriba, son alejados de lo trascendente e incluso de sí
mismos, pues son arrojados al desconocimiento, a los vicios y a la autodestrucción.
Asistimos
a
la Mcdonalización
del mundo, al materialismo desenfrenado, a la deshumanización de la humanidad.
La destrucción de todas las diferencias naturales, la estandarización y
homogeneización del ser humano. El objetivo de los opresores es destruir la
diversidad, exterminar las razas creando una mega-raza mestiza de esclavos
adoradores de Sion, fácilmente dominables. Ya no existen hombres sino
“mercados”, “consumidores”, “clases”, “números”, “capital
humano”, “reducción de costos”. En este cambalache moderno impregnado
casi por completo por el espíritu judaico -según admitiera el mismo Karl
Marx-, todo es categorizado bajo las columnas del debe y el haber. El humano ha
sido ahogado en una montaña putrefacta de ideales individualistas,
materialistas, hedonistas, igualitarios y cosmopolitas, el veneno del desarraigo
ha sido lanzado para debilitar a nuestros pueblos. En este proceso depredador de
la globalización, todo aquello que poseía un valor para nosotros, está siendo
desmantelado, ya no más Naciones, ya no más familias, ya no más amor, ya no más
razas, ya no más fronteras patrias, ya no más respeto a la naturaleza, ya no más
Dios, ya no más Arte elevado, ya no más heroísmo, ya no más honor, ni
fidelidad, ya no más idealismo. En este mundo nauseabundo con sabor a kosher
todo se compra y todo se vende. Se compran voluntades, se venden almas..
La
humanidad es arrastrada al lodo de la violencia irracional, de divisiones
intranacionales sin sentido, guerras judeo-imperialistas de ocupación lideradas
por los EEUU. En estos tiempos de oscuridad, la hipocresía es la reina
absoluta. Los mismos que hacen ejercicio solemne de la “memoria” por algunos
genocidios de
la Segunda Guerra
Mundial, ni bien secan sus lágrimas emprenden hoy masacres contra otros
hombres. Se habla de crear
la Paz
y se planifica la guerra, se habla del progreso mientras todo va hacia la
decadencia más profunda.
Los
gobernantes de las democracias traicionan a sus pueblos en pos del beneficio
propio y de los amos del Capital Internacional. Las democracias modernas no
funcionan y no funcionarán porque es el preferido del Sistema del Dinero, donde
el pueblo solo tiene el derecho de elegir dentro de un grupo de candidatos
previamente seleccionados por el Capital Internacional kosher para que
represente sus intereses y no los del pueblo. Por ello los políticos prometen
cosas que jamás cumplen, dicen una cosa y hacen otra, su “lealtad” va con
quienes financiaron su candidatura. Los trabajadores y los ciudadanos honestos
soportan por su lado, la dura carga de todos los impuestos, los suyos propios,
los de los ricos que evaden, los de los pobres (que no pagan) y los de
extranjeros que vienen a explotar la riqueza nacional y son beneficiados por el
gobierno con la exención de los mismos. Los servicios de salud públicos están
colapsados, los servicios de educación son deficientes y forman a los
individuos en
la Ignorancia
de todo aquello que es fundamental en la vida, las universidades enseñan de
manera erudita no solo a soportar y aceptar la opresión, sino también a formar
parte del ejército de peones intelectuales del Sistema de Dominio mundial. Un
Sistema caracterizado por la plutocracia y el democapitalismo. Lentamente, como
el rey tuerto guiando la multitud de ciegos, el enemigo de los pueblos avanza
hundiendo a todos en el más inmundo lodo.
Así
los ciudadanos, los trabajadores honestos son explotados en sus propios
territorios, por extranjeros y por sus propios gobernantes. El hombre debe vivir
enjaulado en su propio hogar pues los únicos libres son los delincuentes y los
estafadores. Y a pesar de los avances tecnológicos y el confort moderno
occidental, los índices de suicidios aumentan año tras años.
El
hombre honesto y trabajador debe cuidar a su familia y sus hijos de una ambiente
hostil rodeado de crecientes injusticias, drogas, muerte, caos, suciedad,
depravación y desolación. Esta es la realidad occidental, estos son los
resultados de la democracia capitalista en todo occidente. Las juventudes son
envenenadas y embrutecidas con el alcohol, las drogas, el libertinaje sexual
siendo dirigidas hacia la degeneración. A los gobernantes democráticos poco
les importa la salud física y mental de sus ciudadanos, se legalizan drogas,
vicios y abortos. Tenemos el privilegio de vivir en un mundo “recreativo”
donde cada uno puede gestionar su propia
irresponsabilidad, y si no se siente feliz en este Sistema puede canalizar sus
frustraciones por el camino más corto: la auto-eliminación. De este modo se
evita causar trastornos revolucionarios que desestabilizarían la estructura de
Dominio. Es mejor tener a los desconformes muertos o drogados que formando filas
revolucionarias.
La
TV
se
ha convertido en un centro de lavado cerebral que ni el más poderoso de los
sistemas tiránicos hubiese soñado. Con
la TV
los tiranos del Capital Internacional, los grandes banqueros sionistas mesiánicos
que manejan todos los hilos de los gobiernos occidentales y los medios de
comunicación masivos, señalan quienes deben ser condenados y quienes deben ser
aplaudidos, que ideas deben ser abrazadas y cual deben ser rechazadas, por
cuales actitudes debe uno avergonzarse y por cual enorgullecerse. Las masas
idiotizadas obedecen por sugestión. De esta manera han logrado que sea ilegal
cuestionar al judío internacional, pero no hay problemas si se cuestiona a
cristianos, musulmanes, paganos o al mismo Dios. ¿Quiénes valen más? ¿Qué
es considerado un sacrilegio en el Sistema opresivo en el que vivimos? ¿A
quienes benefician las leyes imperiales de hoy?. No se habla de sogas en la casa
del ahorcado. Se habla de libertad de expresión, siempre y cuando no se hable
de la cuestión judía, o de la cuestión racial.
Así los corderos obedientes agachan sus cabezas y son obligados a seguir
los estándares de lo políticamente correcto, sin siquiera soñar con un debate
libre. Finalmente los que intentan desafiar la farsa usando sus propios cerebros,
divisando las contradicciones dialécticas del propio Sistema, son señalados
por
la TV
como criminales nazis. Una turba de escritorzuelos a sueldo denominados
“periodistas” caldean los ánimos creando la opinión pública; los
parlamentos, gobernados no por el pueblo, sino por el dinero del Capital
Internacional kosher, se apresuran a ilegalizar a los herejes.
Se
permite a una banda de “rock” hacer apología a las drogas y a las
perversiones sexuales pero se encarcela a eruditos historiadores revisionistas y
se cierran al mismo tiempo librerías dedicadas a difundir material disidente.
Esto sucede en estas democracias, donde la “libertad es asegurada”, los
hombres no observan todo lo que sucede a su alrededor porque su atención está
focalizada y alienada hacia el programa de momento que
la TV
tenga para mostrar. Hay ciertas cosas que al periodismo se le tiene vedado
mostrar e investigar... Y sesgar la información que se muestra es sesgar la
realidad misma, es manipular la libertad de pensamiento, que es lo mismo que
gestionar la esclavitud mental para inhibir el libre albedrío. En este
cambalache demo-capitalista se publicita la libertad y nos terminan vendiendo
opresión camuflada. La muchedumbre se queda mirando el afiche.
Nos han vendido solo ilusiones, solo espejismos.
Los
hombres están cansados de esta farsa, pero no saben por si mismos salir del
lodo, pues se le ha enseñado que el lodo es placentero, que es su hogar y que
deben comerlo y defenderlo; se les ha hecho creer que si existe algún problema
de intoxicación, todo puede ser solucionado con un poco más de lodo…
Nosotros
que poseemos un olfato más entrenado y un estómago más refinado, estamos en
un nivel de entendimiento más diáfano, tenemos la responsabilidad de crear un
mundo más bello para nuestra gente. Nosotros que nos hemos liberado a nosotros
mismos, debemos ser los libertadores y creadores de un nuevo mundo social y
espiritual para el hermano blanco.
La
mentira, el engaño y la hipocresía llegarán a su fin. Vivimos en un Sistema
cuyos pilares están sostenidos por la mentira y el engaño. El hombre-masa, por
su carácter simple, cae fácilmente presa del mismo, pero los verdaderos
hombres librepensadores comienzan a preguntarse sobre las contradicciones que
observan, sin dejarse llevar por lo que se dice “en todos lados”. Dentro del
hombre masa están aquellos a quienes debemos liberar. Pero no debemos esperar
gratitud de su parte, sino todo lo contrario, ellos están alienados
colectivamente, entrenados para defender el statu quo. Nuestro camino no debe
ser el de la mera queja estéril en el mundo virtual, sino que se debe ser
llegar al Poder para revelarles a nuestros hombres determinadas verdades que les
han ocultado. No hay otro camino efectivo.
¿Cómo
es posible que en
la Democracia
donde supuestamente se garantiza la libertad de expresión sea condenado por
ley! el opinar o mostrar inquietudes sobre determinados temas?, ¿Cómo es
posible ver a los judíos luchar solo de palabra contra el racismo y la
discriminación, mientras que ellos mismos en los hechos son los más racistas y
discriminativos del mundo actual?. El doble discurso siempre ha sido amigo del
Opresor. Y así es permitido opinar eternamente contra los planes racistas de
dominio mundial nazi, pero no es permitido hablar ni debatir sobre “los
protocolos de Sion”, ni es posible condenar el racismo judeo-mesiánico-imperialista,
ni el genocidio palestino. Mientras la atención del público ingenuo sigue
atenta con sus ojos las pantallas titilantes que les muestran “el eterno
enemigo nazi”, y los museos itinerantes y los monumentos holocáusticos, los
racistas de hoy continúan impunes, cometiendo los peores crímenes y genocidios
contra palestinos e indoeuropeos.
Una
humanidad liderada por sudras y chandalas, ha llegado al extremo de poner en
juego la supervivencia de toda la especie humana y el planeta mismo. Esta casta
opresora deberá ser juzgada por la historia, mas no tiene perdón. La depredación
de la naturaleza, la contaminación, la tala indiscriminada de bosques, la
destrucción y desequilibrio de los ecosistemas, el exterminio de varias
especies animales... El hombre se ha transformado en la peor plaga jamás antes
vista en
la Tierra. Hemos
dejado los destinos de nuestros pueblos en manos de criminales. Los hombres no
saben gobernarse, no saben hacer uso responsable de la libertad. Por ello
nosotros, los Iniciados Reales, que conocemos el camino y los grandes secretos,
tenemos una gran misión renovadora y restauradora. Sobre
este mundo en ruinas, nosotros construiremos un lugar más bello para vivir, un
lugar más digno para nuestros hijos y la posteridad.
Ningún
cambio llegará solo, sino que dependerá del trabajo activo y coordinado, la
lucha constante y sacrificada que nosotros mismos estemos dispuestos a brindar
por nuestros hermanos. No luchamos por dinero, no luchamos por Poder, no
luchamos por necesidad; nosotros luchamos porque es nuestro Designio, porque lo
consideramos correcto, porque creemos en el Honor, en
la Hermandad
, en la camaradería, en
la Lealtad
y el Destino Luminoso de nuestra Estirpe. Mientras las muchedumbres piden
derechos, nosotros asistimos voluntariamente al llamado del Deber. Es un camino
estrecho y poco transitado, un camino peligroso contra enemigos poderosos,
nuestra lucha es una lucha heroica. Nuestros ejes son el amor y el heroísmo, el
sacrificio por aquello que consideramos el sentido de nuestras vidas.
La
Historia
ha sido escrita solo por individuos y minorías selectas, está llegando el
momento que nos toque escribir el primer capítulo de un nuevo mañana. Y aunque
muchos hombres nos desconozcan, o incluso no comprendan en profundidad nuestra
causa, nosotros estaremos dispuestos a sacrificar nuestras vidas individuales
por un futuro mejor para todos nuestros hermanos.