Perú al borde de la insurrección popular

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     Toda la tierra de José Carlos Mariategui se encuentra inestable. De norte a sur y de este a oeste, los bloqueos, paros, huelgas de hambre, toma de universidades y de empresas, rebeliones y movilizaciones de trabajadores y estudiantes se encuentran a la orden del día. Ante esto, la caótica administración Toledo a respondido tratando de exacerbar los ánimos chauvinistas contra Chile con el objetivo de evitar una movilización “forajida” como en Ecuador y que termine derrocándolo. Sin embargo, esta jugada le puede costar caro si no  soluciona los problemas sociales. Hay que recordar que la revolución boliviana comenzó con un sentimiento nacionalista.

El efecto Ecuador

     Todos los trabajadores andinos hemos visto con mucha inspiración la caída de Lucio Gutiérrez por la movilización política en el Ecuador. Todo esto a tenido un impacto importante en la conciencia de millones de trabajadores y jóvenes estudiantes latinoamericanos, especialmente peruanos, debido a nuestra vecindad con este pueblo hermano. Cuando se suscitó la caída del ex-golpista, los jóvenes y trabajadores que salimos a protestar contra la IX ronda de negociaciones del Tratado de Libre Colonización con EE.UU. realizada en Perú, agitábamos consignas como “y va caer, y va caer, así como en Ecuador va a caer” o “que viva la revolución ecuatoriana”. De la misma manera, el entrampamiento de las negociaciones del TLC por parte del Ecuador lo consideramos como una victoria de nuestros pueblos oprimidos. Por otro lado, los agentes políticos del imperialismo como Borea Odría, embajador peruano ante la OEA; Alan García, presidente del Partido Aprista Peruano; Lourdes Flores, presidenta de Unidad Nacional, y el propio Alejandro Toledo, etc. se notaban consternados al preguntárseles por los acontecimientos en el Palacio de Carondelet. Algunos como García y Borea (este ultimo propuso instalar una comisión de investigación de la OEA), hablan de un golpe de estado de nuevo tipo. De esta manera tratan de esconder con una manta la movilización de masas que derrocó a un gobierno por su política antipopular tratando de evitar que esto ocurra en nuestro país. Sin embargo, la grave crisis política y social que vive nuestro país, es producto de la putrefacción de la “democracia” capitalista, mas temprano que tarde va a terminar en una gran rebelión popular peruana. 

     Un gobierno que flota en el aire y que apela al sentimiento antichileno para sostenerse en el poder es un gobierno inmundo. Esta inestabilidad se debe a que el gobierno Toledo a continuado construyendo el segundo piso de lo que hizo Fujimori. Es decir, seguir aplicando el modelo neoliberal-capitalista. En este sentido a privatizado nuestro gas de Camisea y las Bambas, el seguro social sigue en manos privadas. Se continua con la erradicación forzosa de la hoja de coca sin proponer algo alternativo. Se mantiene la inestabilidad laboral, no hay plata para los sectores de educación y salud por el pago de la fraudulenta deuda externa, etc. 

     A esto, hay que sumar la corrupción que corroe al gobierno de pies a cabeza. Varios de sus hermanos se encuentran con detención domiciliaria y la primera dama esta siendo investigada por malversación de fondos. El propio Alejandro Toledo esta siendo investigado por haber formado una fábrica de falsificación de firmas para la inscripción de su partido y poder postular en las elecciones presidenciales. Los indicios de su participación en la fábrica de firmas saltan a la vista. Esto a provocado una crisis en el propio partido (renuncia de varios de sus congresistas) y en todos los niveles de la política peruana. 

     Los asesores del “cholo” de Harvard, como le llaman algunos, no pudieron ver mejor táctica que la de aprovechar el caso de Lan Perú (empresa chilena que difundió un video denigrante sobre la capital peruana) y revivir el caso de la venta de armas chilenas al Ecuador durante la guerra del Cenepa en 1995 (siendo Chile garante de las conversaciones de “paz”), para enfrentarse al gobierno de Lagos pidiéndoles disculpas públicas y así poder crear una cortina de humo y desviar la atención del informe de la Comisión de Investigación de las Firmas Falsas que lidera el Congreso y que sindican al presidente como participe de los actos de falsificación. 

     Si bien es cierto que hasta ahora le ha dado resultados positivos, el gobierno esta jugando con fuego. Por un lado porque la administración chilena no le va a aguantar tantas imprudencias ahora que dirigen la OEA. Ya un funcionario de gobierno acaba de declarar que “Toledo es un irresponsable” y por otro, porque al exacerbar los ánimos antichilenos en los trabajadores peruanos, estos van a esperar una política más consecuente (acordémonos que la insurrección boliviana tuvo uno connotación antichilena). Al final, el movimiento político de los trabajadores va a continuar cada vez mas radicalizado y incendiando toda la institucionalidad burguesa ante la irresolución de sus demandas democráticas. Así las cosas, los partidos del sistema tratan de desligarse del gobierno planteando varias alternativas como la vacancia presidencial o la suspensión por incapacidad moral. Algunos sectores de derecha proponen que se le enjuicie después de culminado su mandato en orden al calendario “democrático” que para ellos es muy importante. Todo esto con el objetivo de no incendiarse junto al gobierno. Pero, infelizmente para ellos, las cifras económicas no los van ayudar.

La situación económica

     Si bien es cierto el PBI a crecido a 3.4 %, similar al Ecuador, pues, éste no a traído más trabajo o mayor bienestar para nuestro pueblo, porque es un crecimiento de tipo capitalista, basado en la explotación a los trabajadores peruanos. Los únicos que se han beneficiado de este crecimiento es la burguesía, el imperialismo y el puterío de la burocracia dorada en el poder (en el 2004 las empresas imperialistas remesaron utilidades por mas de 1 millón de dólares). 

     En este sentido, la población económicamente activa –PEA- crece a 300 mil cada año sin tener un empleo para satisfacer sus necesidades. En Lima, la capital de la república capitalista, el desempleo a crecido de 7.8 % de la PEA en el 2001 al 8.8% en el 2004. Es por esta razón que a pesar del crecimiento económico, más del 54% de la población se encuentran en situación de pobreza. De ésta, cinco millones se ubican en la extrema pobreza. Y el presupuesto para la educación ha disminuido del 5.6 % en los años sesenta a menos del 3 % en el 2004 (INEI). 

     Es por este motivo que la nación oprimida de trabajadores del campo y la ciudad identifican su fracaso social y económico no solo con Toledo sino con todos los partidos políticos liberales llegando a rechazar toda la “democracia” pro-imperialista.
Toda la institucionalidad “democrática” se incendia en llamas. Esto se expresa en las encuestas donde el Poder Ejecutivo bordea el 10 %, el Congreso el 11%, la Justicia el 13%, la Iglesia el 18%, los medios de comunicación burgueses 19% y las FFAA y FFPP un 16% de apoyo popular. 

     Ante esta crítica situación de la institucionalidad capitalista, los lideres de la derecha han salido a proponer la necesidad de refundar el Estado o de aplicar reformas. Lo que hay que decir es que la política de reformas o de refundación del Estado son respuestas de forma. El problema de fondo es que este Estado bajo las bases capitalistas no sirve para solucionar las demandas del pueblo pobre y trabajador peruano. El Perú ha tenido innumerables políticas de reforma y 13 constituciones desde 1821. El Estado burgués peruano no es mas que un grupo que administra los negocios de los capitalistas extranjeros y nacionales. Y para la defensa de los intereses de estos tienen a las FFAA y las policiales. Es por esta razón que las empresas mineras hacen lo que les da la gana y no pagan las regalías, es decir sus impuestos por la exploración y explotación de nuestros recursos naturales. Al contrario, se limpian el trasero con las demandas de todo nuestro pueblo campesino. Tampoco es cierto lo que dicen los intelectuales y analistas políticos burgueses cuando se refieren a que en los lugares donde ha habido estallidos o rebeliones sociales hay ausencia o crisis de Estado. ¡Esta es una vil mentira!. ¿Acaso durante la insurrección de Ilave no estaban presentes las fuerzas policiales, la fiscalía, la municipalidad y otras instituciones? 

     Claro que si. Lo que demuestra la rebelión popular de Ilave es justamente el fracaso del Estado capitalista peruano para poder resolver las tareas fundamentales, como la corrupción, porque este mismo se alimenta y vive de la corrupción. Es ante estos problemas, como los de Ilave, que los partidos han comenzado a realizar reuniones entre los diversos grupúsculos políticos de derecha y de izquierda con perspectivas electorales. Los partidos pro-capitalistas tratan de construir Frentes Políticos para llegar con alguna base social al gobierno. En este sentido se han realizado varias conversaciones entre Acción Popular (AP), el Partido Popular Cristiano (PPC), Solidaridad Nacional (SN), el Partido Humanista del Perú (PHP), el Partido por la Democracia Social (PDS), etc. para poder constituir frentes políticos y así poder asegurarse la victoria en las elecciones presidenciales del 2006. 

     Por su lado, el Partido Aprista Peruano (fundado por Víctor R. Haya de la Torre) y su líder Alan García declaran “...que lo mas importante es comenzar a reunirse con las organizaciones sociales que son las que tienen representación popular en el país..”. Y esto es cierto. Ninguno de los partidos de derecha tienen bases mínimamente significativas. Lo mas probable es que todos estos partidos  pro-patronales queden rezagados en las próximas lides electorales debido a su mala administración de los gobiernos regionales y las municipalidades que tienen en sus manos. Esto lo sabe muy bien el APRA y es por eso que de manera mas astuta ha empezado a conversar con los diversos gremios del movimiento de los trabajadores con miras a erigir un Frente Social que le pueda dar una base social en un futuro gobierno. Esto le puede dar algunos frutos, pero les será muy difícil deslindar con lo pésimo administradores que han sido sus presidentes regionales y alcaldes.

La izquierda, los humala y el frente amplio

     Sin perder el ritmo de las reuniones y alianzas, un sector de la izquierda peruana ha venido dialogando en las ultimas semanas y a formado el Frente Amplio tratando de imitar al Frente Amplio – Encuentro Progresista del Uruguay.  Este FA tiene como elemento aglutinador un programa
aparentemente reformista que entre otras cosas plantea la exigencia al gobierno de la convocatoria a la Asamblea Constituyente para “refundar la republica”, la no privatización de las empresas, el cuestionamiento de la deuda externa, etc. Pero es todo mentira. Quieren recoger la rabia del pueblo para hacer -si llegan al poder- lo mismo que el actual gobierno. 

     Tanto la derecha como la izquierda no entiende que lo que se necesita es una organización que defienda a los trabajadores, pero que también defienda a los microempresarios y sea capaz de establecer un dialogo  firme con los empresarios nacionales alrededor de objetivos de reconstrucción económica y bienestar social.  Hay que dar la batalla en el terreno electoral pero, sobre todo, construir poder, mas allá de la coyuntura, para el presente y para el futuro. Un futuro que deje de lado el chauvinismo idiota y que se siente en la mesa de negociaciones con nuestros hermanos chilenos para resolver pacificamente nuestros problemas.

     Mientras tanto, todo el país se encuentra sitiado por los conflictos. Nuestros compañeros campesinos agricultores están en pie de lucha demandando atención a su sector. En el Cusco estan tomando la mina Tintaya; El Colca en Arequipa y los UROS en Puno se encuentran en movilización exigiendo el control popular de los recursos económicos generados por el Turismo; los trabajadores de salud y los obreros de Construcción Civil lo hacen por mejores salarios;  los azucareros y las regiones por mas presupuesto, porque las transnacionales mineras paguen las regalías y contra las privatizaciones; los estudiantes de San Marcos y el Cusco por sus reivindicaciones y más presupuesto, etc. En realidad, todas estas acciones y levantamientos como los de Ilave, Ayacucho, Yurimaguas, Andahuaylas, pueblos indígenas, Espinar o El Colca no son más que los pequeños temblores que avizoran el gran terremoto que va a sacudir a todo el Perú, la región andina, latinoamericana y mundial.

     Ante toda esta situación de luchas dispersas los dirigentes de la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP) prefieren seguir en el Acuerdo Nacional del gobierno (financiado por el imperialismo).  Carneros !

     Por este motivo, la organización de una Fuerza Nacionalista que sea Popular y Revolucionaria es de necesidad urgente. Hay que plantear la necesidad de coordinar con los dirigentes de todos los sectores sociales, Frentes Regionales, Federaciones-Centros de Estudiantes y demás agrupaciones la organización de una fuerza nueva que se estructure  para derrocar a este gobierno miserable y lacayo del imperialismo, para luego tomar el poder e instaurar un gobierno fuerte con el apoyo de la mayoria del pueblo peruano. 

     Frente a las teorías políticas de los que dicen de que nuestro pueblo no esta preparado para gobernarse, nosotros les respondemos que el movimiento de los trabajadores a demostrado en infinidad de veces, que lo que menos le falta es ganas para dirigir su destino. 

Cesar Zelada