EL ANIVERSARIO DE LA REVOLUCIÓN ISLÁMICA Y LA EXACERBACIÓN DE LOS MEDIOS por Novopress España - http://es.novopress.info
TEHERÁN (NOVOpress) – Hoy día 11 de febrero de 2010 se celebra el XXXI aniversario de la Revolución Islámica en Irán y, como era de esperar, la noticia ha sido tratada por los medios de comunicación occidentales con una subjetividad y una actitud tan propagandística que roza lo obsceno. En una celebración que ha congregado a millones de iraníes los medios de (des)información solo han sabido destacar la represión que ha ejercido el régimen islámico hacia sus detractores, y han aprovechado la ocasión para ilegitimar el gobierno de Ahmadineyad y recordar al vasto rebaño occidental la “gran amenaza” que supone la República Islámica para “la paz” que nos concede nuestra “tan amada democracia”. Y todo de una manera tan carente de fundamento y pertinencia que induce a pensar si, de verdad, la información que nos es ofrecida no corresponde siempre a los intereses de quien controla el última instancia el cuarto poder: el Sionismo Internacional. Para cualquier individuo que sepa ver más allá de la realidad que muestran tan burdamente los medios y que esté por encima de la doctrina de lo políticamente correcto, toda esta empresa mediática resultará, lo menos, hipócrita. La crítica ensalza la censura del gobierno iraní que impone a la difusión de imágenes de cómo las fuerzas de seguridad amedrentan a los opositores, a la vez que sostiene que en Irán solo salen al exterior vídeos donde los líderes iraníes se dirigen a grandes multitudes sin haber altercados, insinuando groseramente que el gobierno de Ahmadineyad se encarga se seleccionar qué se ve y qué no sobre su país en el mundo exterior. Lejos de cuestionar la actitud censora de las autoridades iraníes (de la cual ni se duda ni se disculpa) y de valorar la legitimidad del régimen, resulta bastante farisaico y mezquino que esos medios de comunicación cuestionen la selección de información que muestra un gran poder de cara a la masa popular, máxime cuando son esos propios medios los responsables del aborregamiento y de la imposición ideológica que se da en Occidente, todo fruto de la tergiversación informativa realizada por ellos. En su propia tarea queda evidenciada la objetividad y la imparcialidad de esos medios cuya tarea consiste en adoctrinar a su audiencia con el fin de que sea socialmente aceptada la causa imperialista y sionista y crear una visión nociva y amenazadora de la nación más firme en la oposición a su labor genocida, esto es, Irán. Bien vendría que fuese aquí aplicado el refrán dicho por Sancho a Don Quijote: “Le dijo la sartén a la caldera: ¡Quítate allá ojinegra!”
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