DIFERENCIAS ENTRE ANTISEMITISMO Y ANTISIONISMO por
Ayohuma Como lo han reflejado los distintos medios de comunicación la semana pasada, la DAIA denunció en una reunión con Massa y Aníbal Fernández "un nuevo brote" de antisemitismo. El tema, como nacionalistas, no nos es del todo ajeno, toda vez que siempre se ha acusado al Nacionalismo de antisemita, independientemente de que en esta ocasión, no se haya acusado de antisemitismo a agrupación nacionalista alguna. Corresponde que aclaremos lo siguiente:
Sin hacer un análisis pormenorizado del Antiguo Testamento, diremos que semitas fueron los descendientes de Sem, quien a su vez era hijo de Noé. Semitas fueron pueblos como el hebreo, el etiope, el árabe, y el arameo. Por lo tanto, no puede decirse que solamente los judíos y hebreos hayan sido semitas. Semita es un término tan abarcativo como decir indígena americano. Decir semita puede ser tan impreciso como decir europeo. Así, del mismo modo que existen profundas diferencias entre un maya y un aymara, ambos son indígenas americanos; de la misma manera que no es lo mismo un escocés que un catalán, ambos son europeos; como también fueron semitas un hebreo y un árabe.
No poseemos datos fidedignos, pero seguramente de aquellos pueblos milenarios quedan muy pocos descendientes que no tengan mezclada su sangre con las de otros pueblos. Seguramente encontramos una cantidad insignificante de semitas racialmente puros.
Los judíos son descendientes de los antiguos israelitas de Oriente Medio y de aquellos que se fueron convirtiendo a lo largo de los milenios a la religión judía. Así, la religión es un elemento casi fundamental para denominarse judío. Se considera judío a aquellos que desciendan de los antiguos israelitas y sean herederos de su legado histórico y cultural, independientemente de que practiquen o no la religión judía. Se llama judío también a quienes practican la religión judía, aunque no sean descendientes de los antiguos israelitas ni de los semitas. Así, en nuestro país, podemos encontrar gente que, descendientes de criollos y criados en hogares que adhieren a la Fe Católica, se han convertido al Judaísmo.
El Antisemitismo es otro término usado de forma imprecisa cuando no errónea. Siempre que se lo usa es para calificar aquellas acciones y porque nó, políticas, que tienden a perjudicar a los judíos. En realidad debiera decirse antijudaísmo.
En Israel existe un sitio llamado Sión, que es el que da nombre al movimiento que se conoce actualmente como Sionismo. Este movimiento político internacional nace con el objetivo que los judíos dispersos por todo el mundo tengan su estado nacional en Medio Oriente, mas precisamente en el sitio que ellos sostienen que pertenece históricamente a los judíos. Cumplido el objetivo inicial, el Sionismo se propone, y logra, el dominio de Israel en Medio Oriente, afianzado en el dominio que a nivel mundial ejercen los financistas judíos. El Sionismo ha experimentado muchas ramificaciones, pero es indudable que a pesar de ello domina a los más importantes estados mundiales, como los Estados Unidos de América, que ha dejado de ser una nación para convertirse en el gendarme del Sionismo a nivel mundial. Hay que ser claro y terminante en ciertos aspectos. Por ejemplo, existen muchos judíos que no solo no son sionistas, sino que, además, son antisionistas. Del mismo modo existe gente que, aunque no descienda de judíos ni practique su religión es prosionista. El ejemplo mas claro es el de la familia Kirchner. Los integrantes de la Agrupación Nacionalista LA BARBARIE y del Centro de Difusión Nacionalista AYOHUMA aclaramos lo siguiente: 1º. No somos antisemitas porque es en ese ámbito etnocultural, en el que nace Nuestro Redentor, hace ya 2009 años. Es en ese ámbito etnocultural en el que nacen y crecen la Virgen María, los apóstoles y los primeros cristianos. Pero tampoco podemos ser antisemitas porque no tiene sentido estar en contra de un pueblo que ya, prácticamente, no existe. 2º. Aunque en lo religioso tengamos diferencias insalvables y teológicamente estemos enfrentados, no somos enemigos de nadie que profese la religión judía, aunque entre los judíos haya sectores que tienen un profundo rechazo al Cristianismo. 3º. Sí somos antisionistas, porque el Sionismo en nuestra Nación ejerce un descarado dominio sobre los gobiernos que se vienen sucediendo desde el retorno de la partidocracia. Sí somos antisionistas porque el Sionismo mediante sus instituciones financieras, en los distintos países del mundo (entre ellos Agentina), recaudan dinero para ejercer su dominio en Globo terráqueo y financiar al Estado de Israel. Sí somos antisionistas porque el Sionismo promueve, con la complicidad de los gobiernos entreguistas la destrucción de la Fe Católica, principal pilar sobre el que se asienta nuestra nación. Sí somos antisionistas porque desde sus comienzos, este movimiento tiene un especial interés por la Patagonia. Sí somos antisionistas porque creemos que el Plan Andinia no es una mentira originada en el odio racial ni religioso de algún supuesto germanófilo. 4º. No simpatizamos con la dialéctica que las izquierdas quieren imponer en nuestro país a partir del conflicto de Medio Oriente. Las diferencias entre árabes e israelíes, entre musulmanes y judíos, no tienen porqué tener su escenario en Argentina ni en Hispanoamérica. La Izquierda argentina, que recién en 2.006 se enteró de la existencia del Sionismo, pretende con estas manifestaciones antiisraelies que tuvieron lugar en Buenos Aires, despertar la ira del Sionismo dominante para que así sus sirvientes locales (partidos políticos) emitan leyes por las que se considere antisemita cualquier opinión contraria al Estado de Israel y al Sionismo. De ese modo, decir que Israel es un estado terrorista será punible, o sostener que los judíos mataron a Cristo puede ser penado. 5º. Repudiamos a la Izquierda argentina que marcha a la par de gente que usa remeras y lleva carteles de grupos terroristas árabes, como así también repudiamos a los partidos que con su silencio cómplice no denuncian el dominio sionista en nuestra nación. * # Nota de la dirección: Los editores de Tsunami Político no están de acuerdo con algunos puntos expresados en este artículo.
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