La historia de Javi Poves, hasta hace unas horas jugador de fútbol en la Liga española, no es la de un futbolista cualquiera. El joven rechazó un auto que le ofreció, al igual que al resto de sus compañeros, una marca que auspiciaba al club. Según él, su Smart le bastaba para moverse. Se negó a cobrar su contrato por medio de una transferencia bancaria, para no utilizar ese sistema, el de los bancos. En las concentraciones, se lo podía ver leyendo, solitario, un clásico como "El capital", de Karl Marx, o el siempre polémico "Mi lucha" (Mein Kampf) de Adolf Hitler. Ahora, cansado de pertenecer al mundo de un deporte "donde todo es dinero, todo está podrido", decidió con tan sólo 24 años decirle adiós al Sporting de Gijón para dedicarse a los libros, a estudiar.
Poves era defensor. Jugó dos años en el Sporting B y logró debutar en la primera división en el cierre de la pasada temporada, mientras el Barcelona de Lionel Messi gritaba campeón. Pero, contrariado por ese desencuentro entre el pensar y el hacer, entre sus ideales y su vida cotidiana, decidió cortar de raíz con todo: "¿De qué me sirve ganar mil euros en vez de 800, si sé que se obtienen con el sufrimiento de mucha gente?", afirmó a un diario local.
"Cuando era pequeño, jugaba por amor al deporte, pero cuanto más conoces el fútbol más te das cuenta de que todo es dinero, de que está podrido, y se te quita un poco la ilusión", le había dicho al diario La Nueva España este joven formado en las inferiores del Real Madrid antes de hacer sus primeras armas en el Rayo Vallecano B.
Sin embargo, a pesar de que la prensa española lo rotuló como un "indignado del fútbol" –en referencia al movimiento de protesta originado en España, que actualmente está siendo sacudida por la crisis económica a nivel europeo-, Poves no se siente identificado con eso: para él, las protestas pacíficas no sirven. "En vez de tanto 15-M, lo que hay que hacer es ir a los bancos y quemarlos, cortar cabezas. La suerte de esta parte del mundo es la desgracia del resto", afirmó en una entrevista con Lainformación.com. "Es un movimiento creado a propósito por los medios de comunicación para canalizar ese malestar social que hay y para que esa chispa no se convierta en peligrosa e incontrolable para el sistema. Es un lavado de cara para el sistema capitalista, pero no un cambio radical", analizó.
Ahora, luego de rescindir su contrato, Poves dijo que volverá a estudiar Historia a través de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) española. "No tengo definido mi punto de vista. Lo que quiero es leer mucho e informarme de todo", expresó el ya ex futbolista, quien se define como un "antisistema", ni de derecha, ni de izquierda. Su conciencia, en paz.