ARGENTINA, ESTÁ?
Calidad y claridad. En
el apretado número humano ligado al mundo del pensamiento donde
sobrevive como solitario náufrago el discernimiento, los hechos, los
acontecimientos no son considerados casuales. Ahí se ve con profundidad
el encadenamiento de los sucesos en el devenir del mundo. Se hace claro
que los acontecimientos culturales, de la política, de las medidas económicas,
de las guerras o de un determinado estado de cosas, posee una raíz, un
conjunto de motivos, una planificación previa. Aún la aparente anarquía,
las "crisis" mundiales, un supuesto caos, responden a unas
directivas, tienen una organización. Comprender eso lleva a un
esfuerzo de voluntad e intelectual descomunal; un problema o desafío que
no pertenece, no desea ni es capaz de asumir la mayoría. También en
esto, La
historia no se repite pero se asemeja. Enumerar casos recientes y no muy recientes que sirvan para ejemplificar lo dicho sería entrar en lo coyuntural, y lo interesante es escribir no sobre la actualidad sino con un pretendido estilo que represente lo pasado, lo actual y lo futuro, porque lo humano cambia en sus formas pero no en su esencia, salvo consideremos un plano de evolución espiritual a miles de años, que no es aquí objeto de algún análisis, a falta de dotes adivinatorias y a falta de fe en doctrinas con pronósticos del deseo sobre lo que “deber ser”, cuando no “salvíficas”. Porque
en los pequeños lapsos de tiempo, en lo efímero de lo humano y de
lo "demasiado humano", qué cambia?. Qué cambia en un proceso
que ya está proyectado con más larga duración que la simple vida biológica
de cualquiera de nosotros?. Nada. Parece, pero no es. Veamos nada más,
con una pequeña zambullida en la cotidianeidad, qué diferencia habría
entre un Martínez de Hoz y un Cavallo?. Qué diferencia entre el
General Bignone y un presidente de la posterior "democracia"?.
Qué diferencia entre cualquier Alsogaray y un Menem?. Qué
diferencia entre Pearl Harbor y las Torres Gemelas?. Ir más lejos?...qué
diferencia hay entre la historia negra de La
tierra es de quien la ocupa y la defiende. Lo concreto es que nuestro País está en la mira de las potencias desde 1810 o antes. Las vastas extensiones, la riqueza de recursos y la escasa población constituyen un enorme atractivo. Lo que unos no tienen o les es escaso, lo toman de otro, siempre fue así, es natural. Por eso más de una vez se habló de la "balcanización" de Argentina. Uno podría minimizar esto si considera la tremenda balcanización que sufrió nuestra América con sus "independencias". Pero no hablemos ahora de "próceres". Las teorías conspirativas tienen el tremendo defecto de ser teorías, producto de ignotas cavilaciones y dudosos documentos. Pero cuando estas teorías aún dudando que sean verdades son verídicas, hay que tomarlas un poco más en serio. Cuando hace no muchos decenios atrás se hablaba de un supuesto gobierno mundial dirigido por trastornados mesiánicos, daba lugar a la burla. Hoy da lugar a la preocupación y a tomar defensas. Particiones
territoriales. En nuestra América -que no la del norte- dos grandes zarpazos territoriales están en marcha desde hace tiempo. Uno, sobre el Amazonas, pero Brasil tiene desde siempre un espíritu imperial y de orgullo inquebrantable, una línea política-militar y diplomática férrea. La zona que despierta tanta avidez ya está siendo protegida con muchas nuevas bases militares y la industria bélica brasilera es una de las primeras en el mundo. En
Argentina, El
gesto de alerta y de tomar parte. Los
hermanos chilenos en cambio tienen lagunas dentro de la esterilidad
partidocrática y mediocridad innata de los "representantes".
Pues, resulta que algún legislador de tras Se
recuerda hace pocos años, cuando se lanzó el “globo de ensayo” de
cambiar partes de nuestro territorio por deuda externa?. Una deuda ilegítima
por otra parte, irreal en buena medida. La “eterna” Argentina puede
existir mucho menos que lo que existieron las dinastías faraónicas, el
Imperio Francés, el Otomano o Palestina. Pero, un alivio, sobrevivirán
nuestra lustrosa intelectualidad “progresista” y la selección de
futbol. La
realidad y la causalidad. Entonces,
y volviendo al inicio, nada ocurre "porque sí". Si nuestras
fuerzas de tierra hoy se parecen más a un batallón de boy
scouts deprimidos que a un ejército, si nuestra fuerza aérea o la marina
de guerra ya prácticamente no existen, con cuarteles y bases
desmanteladas, premeditadamente desacreditados, como si acaso San Martín,
Além o Perón no hubiesen sido militares, como si acaso nuestros ejércitos
no se hubieran constituido y nutrido siempre con su propio pueblo. Y si la Gesta
de Malvinas también es minimizada, demonizada, sería cándido
suponer que todo esto es casual. Si por un lado se presenta una actitud
aduladora y servil al orden mundial establecido, mientras que por
otra parte se entroniza a profetas del odio y se hace apología de la
lucha de clases como método de la disgregación, o se provoca la
constante confrontación sectorial en el seno de Las
más antiguas tradiciones de oriente y occidente nos dicen: nada podría
ser de otra forma de lo que es, cada cosa sucede de la única manera
que podría suceder. En todo habría solo y exclusivamente
"causalidad". De
la “esperanza”. Pero
causalidad no es fatalidad. Un maestro en el estudio de las tradiciones y
la historia de humanidad, Julius Evola, al referirse a las 4 edades de
cada ciclo no duda en asegurar que estamos en la edad de hierro, la última
etapa del final, del Kali Yuga, antes del renacer, de Hasta
mirando el Cosmos esto nos parece inverosímil
ya que toda estrella, toda galaxia, nace para morir. Pero no deja de ser
un llamado a la resistencia y como tal, un recordatorio de la existencia
en lucha, de al menos un último gesto heroico aunque se intuya que no
servirá para alguna victoria Habrá
que doblarse un poco quizás, pero jamás quebrarse. Las
“circunstancias” se establecen, se quedan si lo concedemos, caso
contrario están para hacerlas desaparecer y cambiarlas por otras. La
“esperanza” radica solo en saber “qué se espera” y con qué
recursos propios se cuenta, porque ni aquí ni en lo Alto encontraremos
asistencia a aquello que nosotros mismos no seamos capaces de realizar.
Esto no significa restar alguna importancia a la fuerza de la plegaria,
por eso agrego unos párrafos de Almafuerte… Si
te postran diez veces, te levantas --- No
te des por vencido, ni aun vencido,
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