(Puede
leer otro texto sobre el gran José Gervasio de Artigas
en: http://es.metapedia.org/)
¿ARGENTINO
O URUGUAYO? REVELACIONES SOBRE JOSE GERVASIO DE ARTIGAS
por
Nestor Genta - guevote1@hotmail.com
Diversos informes mediáticos tratan sobre los inconvenientes
ambientales y turísticos que producen las pasteras, en especial
" Botnia". Causalmente, no hay grandes datos de la que
abastece a los diarios Clarín y La Nación. ¿Qué
se sabe de la firma "Papel Prensa"?
Ya que el Gobierno argentino está enfrentado con el uruguayo,
propongo discutir algunos temas no menos candentes. A saber:
Carlos Gardel ¿es argentino o uruguayo? ¿Y el mate?
Desde Tribuna hago mi aporte: ¿Es Artigas
argentino como el dulce de leche? o ¿es uruguayo como Enzo
Francescoli?
Una introducción a los monumentos
Desde hace algunos años, estoy preparando un
ensayo sobre algunos de los monumentos situados en la Ciudad Autónoma
de Buenos Aires. La idea central es tomar al personaje homenajeado
- en calles, plazas o monumentos- para "trabajarlo"
desde la "otra historia".
En "En bronce eternizados" - aún no publicado, pero
esbozado en Tribuna de Periodistas en el informe "De
estatuas y zonceras cómo orquestar una nomenclatura a
medida", del 26 de diciembre de 2003 - adhiero a la
teoría del holandés Teun A. van Dijk, quien sostiene que la
ideología conforma una tríada: cognición (sistema de ideas y
creencias), sociedad (contexto político-cultural) y el lenguaje
o discurso: "los miembros de un grupo necesitan y utilizan
el lenguaje, el texto, la conversación y la comunicación (...)
para aprender, adquirir, modificar, articular y también para
transmitir persuasivamente las ideologías a otros miembros del
grupo, inculcarlas en novicios, defenderlas contra (u ocultarlas
de) miembros ajenos al grupo o propagarlas entre quienes son
(hasta ahora) los infieles. En resumen, si queremos saber qué
apariencia tienen las ideologías, cómo funcionan y cómo se
crean, cambian y reproducen, necesitamos observar detalladamente
sus manifestaciones discursivas. 1 Sostiene el citado
autor europeo que hay un poder discursivo mental, no
necesariamente coactivo en lo físico: " no necesitamos
forzar a las personas para que hagan algo sino que ellas hacen
lo que queremos en su libre albedrío o bien porque no tienen
alternativas (...) podríamos manipular, informar mal, educar
mal, etc., a otras personas de acuerdo a nuestro interés y en
contra de sus más altos intereses (...) El poder está basado
en recursos sociales escasos como el dinero, tierras, casas, un
buen salario y otros recursos materiales; o en conocimiento,
fama, cultura y recursos simbólicos similares". 2
Esta "dominación discursiva" es intencionada y será
eficiente en la medida que los receptores no creen anticuerpos,
"contra-discursos" o un pensamiento crítico que la
desarticule. Yendo a lo antropológico, pueden hacernos creer
que "nosotros", nuestro "engrupo" es el
"bueno" y "el otro" es el "malo" a
quien hay que discriminar y eliminar simbólicamente. Pero el
peligro es cuando pasa de lo simbólico, del plano mental, a la
realidad exterior. El llamado "mundo posible" que el
sujeto se crea a través de lo que percibe, se traduce en
opiniones. Si bien todos tenemos "mundos posibles" con
creencias y opiniones, el inconveniente es cuando alguien
considera que "su mundo" debe ser el de todos y lo
impone con violencia y extremismo. Allí lo que denominamos simbólico
se vuelca al mundo de la realidad que lo entorna: genocidio
armenio, Shoá, pogrom, asesinatos en Sabrá y
Shatila, Argelia, Palestina, Irak, Líbano; colonizaciones
diversas; dictaduras de varios colores en Sud América, etc.
El político Arturo Jauretche denuncia a estos
"controladores mentales" en toda su obra. Los denomina
de diversas maneras: "colonización pedagógica",
"intelligentzia", "pedagogía colonialista",
"superestructura cultural". Son los portadores de la
"tijera cultural". Son los que deciden lo que es
correcto y lo que no lo es. Obviamente que los medios de
comunicación masiva no escapan a esta denuncia.
Esto quiere decir que una determinada cultura
"modela", "esculpe" un mundo para quienes
participan en ella. Pero, como expone Jurij Lotman y la escuela
soviética de Tartú: ¿existe "la cultura"? o habría
que hablar con más propiedad y establecer que se nos presenta
"ésta o aquella cultura".
La cultura no representa un conjunto universal. Los términos se
resignifican y la cultura interviene como un "sistema
de signos" que intenta estructurar al mundo. Los
instrumentos utilizados son los lenguajes. Así, un texto es una
manifestación de una determinada cultura. Es memoria. Y la
memoria y los textos hacen la historia. Por ese motivo, los
poderosos destruyen los textos de los conquistados. En ese
pensamiento exterminador, George Bush aniquila las obras de arte
de Irak. Porque el arte también es un texto, un lenguaje, una
memoria...un monumento.
Esta elite poderosa y dominante sabe que una cultura existe en
la medida que tenga memoria. Hay coincidencia entre la
continuidad de la memoria y la existencia. Es muy común en el
discurso neoliberal el estigmatizar el pasado. No mirar para atrás.
A lo expuesto sumo la frase formulada por Henri Lefebvre:
"La ciudad se lee como un texto". Agrega el filósofo
y sociólogo francés : "en el texto urbano se
transcribieron procesos globales y relaciones generales, única
y exclusivamente a través de las ideologías, interpretadas por
tendencias y estrategias políticas. De ahí la dificultad (...)
de concebir la ciudad como un sistema semántico, semiótico o
semiológico, a partir de la lingüística, el lenguaje urbano o
la realidad urbana considerada como conjunto de signos (...) En
su plano específico, la ciudad puede dominar significaciones
existentes, políticas, religiosas, filosóficas. Las asume para
decirlas, para exponerlas por vía (...) de los edificios,
monumentos, y también por las calles y plazas". 3
Los homenajes a Artigas
Los políticos uruguayos se ven en aprietos
cuando deben incorporar alguna leyenda conmemorativa al
monumento de Artigas. Tan es así, que "en 1883 el Senado
había dispuesto la erección del monumento en Montevideo,
proyectándose inscribir en la base: 'La patria agradecida al
fundador de la nacionalidad Oriental del Uruguay'. La comisión
senatorial al vetar este texto, recordó oportunamente algo que
aún estaba vivo en el recuerdo de las viejas tradiciones
rioplatenses, y dijo: 'El general Artigas está reputado como la
personalidad política más levantada de nuestro país. Pero la
inscripción no armoniza con la tendencia del prócer a propósito
de la Confederación, a favor de la cual luchó hasta que
abandonó el suelo de la patria". 4
En la Argentina, José Gervasio de Artigas posee un destacado
monumento desde 1973. Sus autores son José Luis Zorrilla de San
Martín (escultor) y Alejandro Bustillo (arquitecto).
Mide 6 metros de altura, con una base de mampostería revestida
en granito rojo dragón de 12 metros de elevación. Dos
bajorrelieves en piedra simbolizan: "La Libertad" y
"La Federación" y cuatro grifos, los ríos: el Plata,
el Uruguay, el Paraná y el Paraguay. En el frente y los
costados se observa: "Artigas", "Federación",
"Libertad", "Primeramente pedirá la declaración
de la independencia absoluta de estas colonias. No admitirá
otro sistema que el de la confederación..."; "la
constitución garantiza a las provincias unidas una forma de
gobierno republicana. De las instrucciones de Artigas a la
diputación oriental ante la asamblea del año XIII".
A esta equilibrada composición se agregan cuatro fuentes de
granito gris y grifos de bronce, que simbolizan los
cuatro ríos entre los que se desarrolla la gran gesta
artiguista: Río de la Plata, representado por un tiburón y un
delfín; Río Uruguay, por un surubí, un dorado y un pacú; y
los ríos Paraná y Paraguay, por yacarés, pirañas y dos
anacondas.
La plaza República Oriental del Uruguay
completa el decreto ley 1255 del Poder Ejecutivo que ordena la
ejecución del monumento en 1955. Tres años después, se
aprueba el contrato con el escultor y se aportan los fondos
pertinentes. Los trabajos se inician con ahínco pero....es la
Argentina...por lo que recién se inaugura en abril de 1973.
También está la calle General José Gervasio Artigas.
En realidad, las citas del monumento local no faltan a la
verdad. El inconveniente lo encuentro en el discurso social.
Puede asegurarse que en el imaginario social de la Argentina, el
prócer es presentado como de nacionalidad uruguaya.
El mismísimo Instituto Histórico de la Ciudad de Buenos Aires,
desde el libro del investigador Alberto Gabriel Piñeiro, expone
en la guía oficial:" Barrios calles y plazas de la ciudad
de Buenos Aires. Origen y razón de sus nombres": que
Artigas es un "general uruguayo; prócer de la
independencia americana y héroe máximo de la nación
hermana". 5
No quiero caer en un nacionalismo absurdo, pero Artigas no es
uruguayo.... calma, calma: tampoco es argentino.
Nace el " iluminado" en el virreinato
El hijo de Martín José Artigas y Francisca
Antonia Pascual Rodríguez (conocida como Francisca
Antonia Arnal o Aznar), nace el 19 de junio, día en que el
santoral católico consagra a San Gervasio, en la ciudad de
Montevideo, Virreinato del Perú, luego, Virreinato del Río de
la Plata. Por no existir la Argentina ni el Uruguay no es
ni uruguayo, ni argentino. Un caso similar es el de la de la
teniente coronela Juana Azurduy quien nace en Chuquisaca, La
Plata o Charcas, Alto Perú, del Virreinato del Río de la
Plata. No es argentina, tampoco boliviana ni peruana.
El general uruguayo Edgardo Ubaldo Genta asevera que
"la etimología no podía serle más auspiciosa, 'Artigas'
quiere decir, poco más o menos: 'iluminado'". 6
¿A qué Patria defiende?
Se pregunta, con todo fundamento, el historiador rosista José
María Rosa:"¿Cuál era la Patria de Artigas? ¿Era
solamente su amada provincia, su 'patria chica' por la que tanto
luchó? ¿Era la Liga de los Pueblos Libres? ¿Eran las
Provincias Unidas del Plata? Sí. Todo eso, y algo más también.
Artigas era oriental y por ser oriental era muy argentino. No
hablo de 'argentino' como sinónimo de porteño y pido que se me
entienda; 'argento' es el habitante de las provincias del Plata
como lo dice la etimología. Pero no se detenía allí su idea
de patria (...) para él su patria era la unión de todas
las porciones de América Española. Unirán en un mismo Estado
o Confederación de Estados, o una misma fraternidad, que para
el caso es lo mismo". 7
Desde la otra orilla, expone Genta que "Artigas es un héroe
sin patria. En vano los uruguayos pretenden encerrarlo entre sus
fronteras, que borra su doctrina. La obra, la política, los
sentimientos y las ideas más fieles a la idiosincrasia de
Artigas, cruzan los ríos del Río y se difunden hacia los
pueblos sin excepción del antiguo Virreinato y las Provincias
Unidas. Es lo mejor, lo característico de su genio, su
personalidad rediviva (...) el paladín de las Provincias
Unidas del Plata, de la 'argentinidad' y la 'orientalidad'
atadas por el fatalismo de sus aguas, de nuestra 'anima parens',
de la Platania, en fin, es Artigas. Cuando los adversarios del
prócer en la Banda Oriental llaman a éste, con despecho, el
'federalista argentino', tienen su parte de razón. Y sólo
parte, porque su sistema no fue exclusivo para tal o cual
pueblo, sino para todos los del Virreinato, siendo a su pesar
que uno de ellos, apenas, haya conservado sus principios genéricos.
Pero sí, es verdad que Artigas es demasiado grande para caber
en el estrecho territorio a que quedó reducido el Uruguay. Es
verdad que el artiguismo vive en la organización institucional
del gran pueblo argentino. Cierto es que palpita el nombre de su
primera victoria en las estrofas inmortales del himno argentino.
No negamos que el símbolo excelso del Escudo argentino: las
manos enlazadas sosteniendo el gorro frigio, es el axioma de
Artigas, su 'unión' en la 'libertad' (...) Nadie desconoce el
coro de voces argentinas, que día a día, desde todas las
provincias fluviales, sostiene su defensa (...) Pero aun así,
el espíritu de Artigas no ha encontrado la frontera de sus
merecimientos. El vocablo 'argento' es sinónimo de 'plata'.
Pero el mundo platense no es sólo el argentino. La parte no
puede tener el privilegio de nombrar al todo. Entonces, para dar
una idea clara de esa entidad telúrica y topográfica, étnica
e histórica, real e ideal, no fue menester hallar una palabra más
justa, de sentido más amplio, más urgente y evocadora: LA
PLATANIA. He ahí la verdadera Patria de Artigas (...) Artigas
es el númen de esa santa unión, hermanos uruguayos,
argentinos, paraguayos, y hasta bolivianos y brasileños". 8
Genta remite al verdadero Himno Nacional, no al cercenado que
hoy se canta en las escuelas; el que menciona los triunfos de
Artigas en San José y Las Piedras:
"San
José, San Lorenzo, Suipacha, / Ambas Piedras, Salta, y Tucumán,
La Colonia y las mismas murallas / Del tirano en la Banda
Oriental,
Son letreros eternos que dicen: / Aquí el brazo Argentino
triunfó,
Aquí el fiero opresor de la Patria / Su cerviz orgullosa dobló".
El gran Artigas jamás quiso escindir la Banda Oriental de las
Provincias Unidas.
El 19 de abril de 1813, en el campamento
frente a Montevideo, el caudillo como "'jefe de los
Orientales' y Rondeau como general en jefe interino del Ejército
patriota" 9 suscriben tres documentos. En uno de ellos, la
"Convención de la Provincia Oriental del Uruguay" se
fija en el Artículo 1: "La Provincia Oriental entra en el
rol de las demás Provincias Unidas. Ella es una parte
integrante del Estado denominado Provincias Unidas del Río de
la Plata. Su pacto con las demás provincias es el de una
estrecha e indisoluble Confederación ofensiva y defensiva.
Todas las provincias tienen igual dignidad, iguales privilegios
y derechos y cada una de ellas renunciará al proyecto de
subyugar a otra.
Artículo 2: La Provincia Oriental es compuesta de pueblos
libres, y quiere se la deje gozar de su libertad pero queda
desde ahora sujeta a la Constitución que organice la soberana
representación general del Estado, y a sus disposiciones
consiguientes, teniendo por base inmutable la libertad
civil". 10
Desde este lado del Plata, el poder centralista hizo caso omiso
de la Convención.
Como bien manifiesta el historiador Félix Luna: "Si por el
caudillo hubiera sido, la actual República del Uruguay integraría
hoy una gran Nación del sur del continente, y la historia
argentina, por su parte, se hubiera ahorrado varias infamias. La
mutilación del Uruguay no fue obra de Artigas".
11
Fustiga Jauretche: "La República Oriental del Uruguay fue
inventada donde antes existía la Banda Oriental del Río de la
Plata" 12 Detalla el pensador nacional de
Fuerza de Orientación Radical de la Joven Argentina (FORJA):
"Artigas definió desde el primer día su voluntad
rioplatense ('Proclamas del 11 de abril de 1811 en Mercedes y
del 5 de abril de 1813 frente a Montevideo'. Archivo Gen. de la
Nación. Div. Nac. Gob. 1811/1813. S.I.A.- 5°,5), -y explícitamente
lo reitera en lo firmado en el Paso de Belén, donde dice que
'la autonomía provincial no debe entenderse como independencia
nacional'. Art. 4 "del Plan (A.G.N., 'Tratados con Artigas
y las Autoridades artiguistas del Litoral'. Lo establece también
después de la liberación de Montevideo y rendido Vigodet.
(A.G.N. 'Documentos firmados en el Fuerte de Montevideo el 9 de
julio de 1814, que Artigas ratifica en su Cuartel General el 18
de julio de 1814). A pesar de esto, el General Alvear ofreció a
Artigas, por intermedio de Nicolás de Herrera, la segregación
de la provincia Oriental y el reconocimiento como entidad
definitivamente emancipada, que Artigas rechazó
terminantemente. Este ofrecimiento se reitera poco tiempo después
por Intermedio del Coronel Elías Galván. Insiste aún más
Buenos Aires y reunido el Congreso de Oriente, instalado por
Artigas en el Arroyo de la China, hoy Concepción del Uruguay,
llegaron a Paysandú el Coronel Blas Pico y el Dr. Bruno
Rivarola, quienes le ofrecen, en nombre del Director Alvarez
Thomas, lo que sigue: 'Buenos Aires reconoce < la
independencia de la Banda Oriental del Uruguay>
renunciando a los derechos que por, el antiguo régimen le
pertenecían". (A.G.N., Documentos firmados en el Cuartel
General de Paysandú el 18 de julio de 1815). Esta es la
respuesta de Artigas a la proposición que lleva la misma fecha
y que dice: 'La Banda Oriental del Uruguay entra en el rol para
formar el Estado denominado Provincias Unidas del Río de la
Plata. La Banda Oriental del Uruguay está en el pleno goce de
su libertad y derechos; pero queda sujeta desde ahora a la
Constitución que organice el Congreso General del Estado
legalmente reunido, teniendo como base la libertad'. (A.G.N.,
Documentos suscriptos por Artigas). Artigas, ni consideró la
contrapropuesta: '<Llenándome de sorpresa>, se lo
comunica al Director Álvarez Thomas al ver lo que le ofrecieron
en contestación'. (A.G.N., Oficios del 18 de julio de 1815)
(...) Entre tanto, los portugueses han invadido la Banda
Oriental, donde permanecerán diez años con el tácito acuerdo
de Buenas Aires. Luego, al producirse la independencia del
Brasil, coyuntura excepcional pues las fuerzas ocupantes están
divididas entre portugueses y brasileños, los portugueses de
Montevideo gestionan ante Estanislao López que este caudillo
pase a la Oriental con sus fuerzas. ¿Qué supone usted que hace
Rivadavia? ¡Lo envía al General Soler como mediador entre
portugueses y brasileños! Pero enseguida la
victoria de Ayacucho obliga a Buenos Aires a apoyar a Lavalleja
y sus 33 Orientales, cuya campaña ha sido preparada por Rosas y
sus amigos. 13 Continúa Jauretche: "En el momento decisivo
en que la espada del vencedor de Ayacucho [José de Sucre],
conforme con lo convenido hubiera significado la victoria total
sobre el Brasil y la reintegración de la Banda oriental y las
Misiones Orientales, Rivadavia, (...) ha cedido el Alto Perú
para buscar tal alianza, la rechaza". 14
Asimismo, mientras las fuerzas "nacionales" triunfan
en varias batallas frente a los brasileños "la diplomacia
juega en contra (..) García, Ministro de Rivadavia, conviene
con el Emperador del Brasil la entrega de la Banda Oriental
(...) Así queda bien claro que la disgregación del virreinato
fue producto de la suerte adversa de las armas, ni de la
voluntad de los pueblos que se disgregaban, sino el producto de
una mentalidad ideológica de dirigentes que sustituían los
elementales principios que hacen a la grandeza de las
naciones, por las perspectivas que ofrecían los mitos económicos
y culturales del siglo XIX, que adoptaban como pajueranos
deslumbrados por las luces de la ciudad e inevitablemente
condenados a que se les vendieran el buzón y el tranvía".
15
La historia oficial le endilga a Manuel Dorrego la pérdida de
la Banda Oriental. Es una gran falacia. Tan falaz, como parte de
la citas que aperen en el monumento que lo recuerda, en
Suipacha y Viamonte. (ver en archivo de Tribuna de
Periodistas: "De estatuas y zonceras cómo orquestar
una nomenclatura a medida". 26 de Diciembre de 2003). No se
debe olvidar el accionar de lord Ponsonby. Sobre este personaje,
es importante la investigación que realiza el uruguayo Luis
Alberto de Herrera, del Partido Nacional o Blanco: "La Misión
Ponsonby". 16 Del trabajo de Herrera, Jorge Abelardo
Ramos desprende que "Artigas no fundó el Uruguay; lo fundó
Ponsonby. El Protector de los Pueblos Libres se había propuesto
construir una gran federación de provincias con un gobierno
central. Ponsonby, en nombre del Imperio dijo a Rosas y Patrón:
'El gobierno inglés no ha traído a América a la familia real
de Portugal para abandonarla. Y la Europa no consentirá jamás
que dos estados, el Brasil y la Argentina, sean dueños
exclusivos de las costas orientales de la América del Sur,
desde más allá del Ecuador hasta el Cabo de Hornos". 17
Esta "misión" es retomada y ampliada por el forjista
Raúl Scalabrini Ortiz, quien en una su imperdible "Bases
para la reconstrucción nacional" proclama que "Gran
Bretaña estimaba peligroso para sus intereses futuros que sólo
dos grandes naciones dominasen toda la costa occidental del Atlántico
Sur, que era pasaje obligado de todo el comercio con el
Oriente". 18
Por si queda alguna duda, el historiador uruguayo E. Acevedo
formula: "Artigas fue un enemigo de la independencia de los
orientales. Lo que propugnaba era el federalismo de las
Provincias del Río de la Plata". 19
La brillante pluma de Juan Zorrilla de San Martín "ubica
el génesis de la independencia uruguaya concretada recién con
la firma del tratado de Paz argentino-brasileño de 1828".
20
A confesión de partes...
En 1850, el gran héroe rioplatense encabeza
su testamento con esta elocuente frase: "Yo, José Gervasio
de Artigas, argentino, de la Banda Oriental..." 21
Citas
bibliográficas y reconocimiento de fuentes:
1.
Van Dijk Teun A. Ideología. Un enfoque multidisciplinario.
Editorial Gedisa. Barcelona. Primera reimpresión: mayo de 2000.
p. 19.
2.
Van Dijk Teun A. Discurso y dominación. 25 años de Análisis
Crítico del Discurso. Lección inaugural de la Facultad
de Ciencias Humanas. Universidad Nacional de Colombia.
17.02.2004.
3.
Iglesia Rafael E.J. Imágenes urbanas: con lupas y catalejos.
Buenos Aires 1910. El imaginario para una gran capital.
Margarita Gutman-Thomas Reese. (Editores). EUDEBA. Buenos Aires.
1999. p. 120.
4.
Alén Lascano Luis C. Artigas: Héroe argentino. Todo es
Historia. Nro.80. Buenos Aires.1974.p.42.
5.
Piñeiro Alberto Gabriel. Barrios calles y plazas de la ciudad
de Buenos Aires. Origen y razón de sus nombres. Instituto
Histórico de la Ciudad de Buenos Aires.1997.p.58.
6.
Genta Edgardo Ubaldo. Artigas. El héroe de la Platania. Editora
Inter-Americana. Buenos Aires. 1945. p. 36.
7.
Rosa José María. Conferencia dada en 1960 en la facultad de
Montevideo "La Revolución de Mayo y la Unidad
Hispanoamericana". Fundación Raúl Scalabrini Ortiz.
Cuaderno 2. 1960.
8.
Genta Edgardo Ubaldo. Op.Cit. pp.
23/7.
9.
Luna Félix. Los caudillos. Editorial Planeta Argentina S.A.
Buenos Aires. Planeta Bolsillo. 2000.p.59.
10.
Ibid.p.60.
11.
Ibid..p.49.
12.
Jauretche Arturo. Manual de zonceras argentinas. Peña Lillo
Editor S.A. Buenos Aires. p.67.
13.
Ibid. pp.60/1.
14.
Ibid. p.63.
15.
Ibid. p.65.
16.
Herrera de Luis Alberto. La Misión Ponsomby. Eudeba. Buenos
Aires. 1975.
17.
Ramos Jorge Abelardo. Introducción a la América criolla.
Ediciones del Mar Dulce. Buenos Aires. 1985. p. 148.
18.
Scalabrini Ortiz Raúl. Bases para la reconstrucción nacional.
Aquí se aprende a defender a la patria. Editorial Plus Ultra.
Buenos Aires. 1973. Tomo 1. p. 149.
19.
Genta Edgardo Ubaldo. Op.Cit. p.7.
20.
Alén Lascano Luis C. Op.Cit. p.44.
21.
Salduna Horacio. Ramírez y Artigas. Desmemoria. Re-vista de
Historia. Año 7. Nro. 27. Buenos Aires. 2000. p.78.
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