ATAQUE
GENOCIDA DE ISRAEL CONTRA EL PUEBLO PALESTINO por
Karl Gottman
Ya
en marzo de este año se venía hablando de un Holocausto Palestino, un
plan sistemático de ocupación de los territorios palestinos y exterminio
progresivo de su población mediante diferentes medios. La
Franja de Gaza se ha convertido en una especie de «súper-campo
de exterminio», donde una vez encerrados los palestinos, son
atormentados hasta la muerte. Tal como ya sucedió, se bombardearon todos
los centros de suministros vitales, como agua, comida, víveres,
electricidad, industrias, incluso las iglesias son bombardeadas cuando hay
civiles dentro. Las casas palestinas son barridas con aplanadoras y
tractores, los líderes palestinos son eliminados en sus autos junto a sus
familias mediante misiles tirados con helicópteros. Los militantes
palestinos de la resistencia que luchan por la libertad de su pueblo son
aprisionados, torturados y asesinados. Israel, el “Estado” Judío es
uno de los pocos países del mundo donde la tortura es legal. Este
estado de tormento y opresión ha llevado a los palestinos a la
desesperación, a la exclusión, a la segregación. Lo cual resulta más
que paradójico, pues el pueblo judío que tanto ha clamado en contra del
racismo, en contra de la segregación y el genocidio, aparece ahora como
el tirano nazi del cual tanto se ha rasgado las vestiduras. El
26 de diciembre de 2008, el Estado Judío ha bombardeado
indiscriminadamente la Franja de Gaza asesinando a 600 palestinos, la gran
mayoría inocentes mujeres y niños, hiriendo gravemente también a más
de 1000 civiles y miembros de la resistencia. Según
el alto mando castrense israelí, atacaron “objetivos militares”. Sin
embargo las víctimas parecen demostrar lo contrario, haciendo ver la
postura oficial del Estado judío como mera excusa para salvaguardar su
imagen -claramente genocida- ante el mundo. Resulta
aún más alarmante el hecho que la comunidad judía mundial, no solo que
evita oponerse a estos hechos aberrantes, sino que los respalda. Solo un
ínfimo 0,1% de judíos se pronuncia en contra de estos crímenes. Nosotros
los socialistas, los humanistas, (e inclusos los nacionalistas) debemos
combatir contra estos atropellos a las soberanías, porque los
imperialistas ayer aplastaron Afganistán, Irak, Líbano, hoy quieren
aplastar Irán y mañana vendrán a derribar las puertas de nuestros
propios países. La meta final de los imperialistas es imponer un
“Gobierno Mundial”, una “Globalización”, un “Eretz
Israel”, un “Nuevo Orden Mundial”. Los eufemismos de sus
deseos cambian según los tiempos, pero el fin es el mismo. Oprimir a los
pueblos de la tierra. Ellos
destruyen fronteras, atacan países, establecen democracias con
gobernantes títeres, asesinan inocentes. Es
lamentable que el ministro de defensa judío Ehud Barak, luego de todo lo
sucedido haya afirmado “La operación seguirá y se intensificará
mientras sea necesario”. Este
exterminio sistemático es un “mero trámite”, una mera “operación”
digna de intensificarse. Pocos conocen hoy lo que fue la masacre de Sabra
y Chatila. Lo que no debemos hacer es olvidar. Lo que no debemos hacer es
silencio. Y
lo que debería advertir la cúpula israelí, es que cada día están
perdiendo más credibilidad, el ciudadano común del mundo verá con
desprecio contradictorio las eternas y repetitivas conmemoraciones del
supuesto “holocausto judío” en manos de los nazis, si al mismo tiempo
esos mismos judíos que lloran -sin cesar-, cometen crímenes atroces
contra palestinos, libaneses, europeos etc. Bajo los acontecimientos
actuales en Palestina todo emprendimiento conmemorativo de crímenes
contra judíos hace más de 60 años se encuentra teñido de sangre,
contradicción y poca altura moral. Si uno conmemora los daños que ha
recibido en el pasado, no puede al mismo tiempo provocar en el presente
los mismos daños a otros, pues nos induciría a pensar que todas aquellas
películas de la industria hollywoodense referidas al holocausto son meras
pantallas de humo para tapar los aberrantes crímenes contra los
palestinos. El
pueblo judío puede estar ganando una batalla contra los palestinos, pero
esta perdiendo la batalla moral frente al mundo entero.
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