Si
un atentado similar ocurriese en Jerusalen o Nueva York los medios
"libres" de todo el mundo bramarían con estruendo y las
voces "autorizadas" de los coloquios discutirían sin
parar sobre el problema del "terrorismo internacional".
Esta acción americano-israelí solo merece modestas reseñas, siempre
matizadas o contextuadas dentro del "peligroso" programa
nuclear iraní y condenas a muerte, y por supuesto siempre usando
cuidadosamente las palabras: "atentado",
"ataque", pero nada de TERRORISMO, palabra exclusiva
con la que se llenan la boca cuando el objetivo es occidental.
CON
LA MARCA DE LA BESTIA
Un
científico nuclear iraní muere en un atentado
El
profesor, que trabajaba en la planta nuclear de Natanz, fue víctima
de una bomba adosada en su coche
EFE
| TEHERÁN El científico y profesor universitario Mustafá Ahmadi
Roshan, asesinado hoy al explotar una bomba adosada a su coche en
el norte de Teherán, era uno de los responsables de la planta
nuclear de Natanz, la mayor de Irán, según medios locales.
La bomba fue colocada en el vehículo por un individuo que viajaba
en una motocicleta y la explosión, en el barrio de Seyed Khandan,
cercano a la universidad, hirió a otras dos personas que estaban
junto a él en el coche y que fueron trasladadas a un hospital
cercano.
El fiscal especial de homicidios del Tribunal Penal de Teherán ya
ha visitado el lugar de la explosión y ha comenzado la
investigación, cuyos resultados se conocerán pronto, según la
agencia oficial IRNA.
El atentado contra Roshan, de 32 años, es el último de una serie
de ataques perpetrados en los dos últimos años en los que han
muerto prominentes científicos iraníes, supuestamente vinculados
al controvertido programa nuclear del régimen, que acusa a Israel
de estar detrás de estos asesinatos.
Los diputados iraníes condenaron el ataque y gritaron consignas
como "muerte a Estados Unidos", "muerte a
Israel" y "muerte a los hipócritas", después de
que el vicepresidente del Parlamento, Seyed Shahabedin Sadr, les
anunciase que agentes de "la arrogancia mundial martirizaron
a otro destacado profesor universitario", según IRNA.
Roshan, que se había graduado en 2002 como ingeniero químico en
la Universidad de Sharif, la más prestigiosa entre la comunidad
científica del país, ocupaba en la actualidad el cargo de
subdirector del departamento comercial de la central de Natanz, en
el centro del país, según la agencia Mehr.
La planta de Natanz, en la provincia de Isfahan, es la instalación
principal de enriquecimiento de uranio del país, con unas 8.000
centrifugadoras y el lugar donde el régimen pretende producir
combustible atómico de forma industrial.
El atentado se produce en un momento de especial tensión
internacional por el programa nuclear iraní, después de que el
pasado lunes el OIEA confirmase que Irán había comenzado la
producción de uranio enriquecido al 20 por ciento en su nueva
planta de Fordo, a 160 kilómetros de Teherán.
Hasta ahora, Irán había purificado uranio hasta ese nivel
-considerado un paso previo al uranio altamente enriquecido para
bombas atómicas- sólo en Natanz.
Gran parte de la comunidad internacional, con Estados Unidos e
Israel a la cabeza, acusan al régimen iraní de ocultar, bajo su
programa civil, otro de naturaleza clandestina y ambiciones bélicas
cuyo objetivo sería producir armas atómicas, lo que Teherán
niega.
Las sospechas se centran, sobre todo, en el programa de
enriquecimiento de uranio de Irán, país que ha advertido que
bajo ningún concepto renunciará a este derecho.
Durante su visita a Venezuela, el presidente iraní, Mahmud
Ahmadineyad, dijo que las acusaciones sobre los supuestos planes
de su país para construir bombas son "para reirse" y
esconden la intención de evitar el desarrollo de su país.
La muerte de Roshan se produce dos años después del
fallecimiento, en enero de 2010, de Majad Shahriari y Masud Ali
Mohamadi, dos conocidos científicos nucleares iraníes, en sendos
atentados.
En otro de esos ataques, en noviembre de 2010, resultó herido
Fereydum Abasi Davani, investigador adscrito a la poderosa Guardia
Revolucionaria iraní, que tras el atentado fue nombrado jefe del
Organismo iraní para la Energía Atómica.
En agosto pasado, el ciudadano iraní Mayid Jamali Fashi admitió
haber recibido ayuda de los servicios secretos israelíes (Mosad)
para perpetrar el atentado con moto bomba que segó la vida de
Mohamadi, experto en partículas nucleares, y fue condenado a
muerte.