BICENTENARIO:
CELEBRACIÓN DEL IMAGINARIO...
Conmemorar
el bicentenario de nuestra independencia podría tener el mismo sentido
que imaginarse como real el estar haciéndose un asado criollo en Marte o
mejor aún para alguna frondosa neurona, en planetas habitados de lejanas
galaxias en las que felizmente haya más animales carnívoros que herbívoros,
cosa que en un marco natural justifica, en un equilibrio, la existencia de
los primeros…y de los asados. Se harán celebraciones en nuestro País,
Chile, etc. aplaudiendo en la ignorancia o como en un cortometraje
fellinesco y surrealista, una idea puramente abstracta. Desde
hace siglos lo abstracto se impone como realidad, la fantasía como
historia, las distorsiones y omisiones de hechos como norma. Como efecto
dominó, todo se derrumbaría si un día a alguien se le ocurriera correr
el velo de la ignorancia sobre personajes y eventos de nuestra historia.
Por eso es mejor no hacerlo, o casi no quedaría “prócer” en pié y
sería una justificación para los oportunistas que querrían vender tanto
bronce de estatuas por kilo. Eso no está bien, y además el precio de ese
metal no es muy atractivo. Cada
teoría por más descabellada y abyecta que pueda parecer, no
necesariamente se debe a un rapto o un estado mental constante de necedad.
Hacerse el demente o el necio a veces es un buen negocio. Respiremos 1810.
Para entender a los antiguos griegos, hay que respirar el espíritu de la
época de El
Virreinato del Río de Preguntas:
Si lo que era el Virreinato fue “liberado”, independizado del Imperio
Español, porqué se crearon tantos estados-nación?. Porqué no se
constituyó una Confederación de estados sudamericanos, un proyecto
continental con dos océanos?. Porqué de los virreinatos en nuestra América
se hicieron tantas repúblicas?. Ud. piensa que se hicieron republiquetas,
que los “libertadores” dividieron para que otros pudieran reinar
mejor, que nuestras varias guerras fratricidas fueron propiciadas desde el
exterior…eso es ser mal pensado, y Ud. sabe que no está bien tener un
pensamiento o posición política “incorrecta”. Siguiendo
el hilo de la historia de 200 años y salteando luminosidades que
intentaron despegarse del cordón umbilical de la dependencia, nada cambió.
La disputa unitarios-federales, los antagónicos proyectos de País están
latentes. Está latente nuestra independencia y nuestra identidad, nada de
eso está definido. La
problemática es más dificultosa hoy que antaño, porque todo se volvió
más complejo en la medida en que el mundo se “achica” por las
comunicaciones y la interacción de la política internacional. Lo que hay
en común, hace 200 años y hoy son dos cosas: Primero: La vigencia del
concepto amigo-enemigo que enseñan desde los presocráticos hasta nuestro
ilustre filósofo cordobés Nimio de Anquín. En este sentido, lo que no
pueden las armas, lo hace la penetración cultural y económica. Segundo:
La vigencia de un mesianismo de gobierno mundial –con el eufemismo de
“globalización” previo paso- en la que rivalizan y negocian sus 5
patitas “universalistas”: la masonería, el marxismo, el capitalismo,
el sionismo y el Vaticano. Donde haya un complot contra una genuina
independencia, véase la presencia de estos buenos chicos de Y
en el festejo del Bicentenario, qué se huele?. Sin temor a equivocarme,
afirmaría que se huele más feo que en 1810. Más feo pero más refinado.
Al servicio de los planes de dominio mundial nacen escuelas diversas que
impulsarán tal objetivo. Aquel que vive de su trabajo, que arma su
familia, que quiere buena lectura, educación para sus hijos, derechos de
ciudadano, vivir en paz y armoniosamente y largo etcétera, se preguntará,
a quién le interesaría gobernar al mundo?. Mire, hay loquitos que se
creen que Dios les prometió el reino sobre todo los pueblos de la tierra.
Individualmente no son mala gente, pero con poder y esas ideas, trátelos
de entenderlos en el diván del congénere de Freud atados previamente con
lonjas de cuero, pues dicen que muerden y echan espuma por la boca. Eso no
lo tengo comprobado. Indáguelos, pero tenga cuidado. El
proceso es paulatino y constante. Las ideas “iluministas” del siglo
XVIII son como pañales del engendro adulto actual. Para comprender, es
necesario ver la historia en siglos, “aislándose” de lo coyuntural.
Una bisagra importantísima en este devenir se encuentra en Pero
la escuela de Frankfurt tuvo que tomar su “Villa Diego” cuando por
voto popular en Alemania asumió aquel hombre de bigotitos. La verdad, que
nadie los echó, sino que se les cortó la segregación de los colmillos y
tuvieron que sumergirse y/o aventar sus “buenas” nuevas en otros
parajes…Lo demás lo sabemos, perdió “el tercero en discordia”, lo
que da por entendido un acuerdo comprobado entre capitalismo y marxismo.
Desde entonces los sueños y realizaciones de los locos para atar en
patología extrema por el dominio mundial se vieron tremendamente
potenciados. Uno se dice, “yo soy el demente que anda en teorías
conspirativas?”. La realidad confirma los hechos, aún los hechos que
parecían fantasía. Algo podría no ser verdad, pero sí podría ser verídico
en la comprobación por encadenamiento de sucesos. Y
viene Gramsci, un tanito marxista que afirmado sobre Frankfurt, profundiza
la doctrina de la destrucción para obtener el poder. No se trata
solamente de “lucha de clases”. Es mucho más elaborado. Es el
provocar el permanente enfrentamiento entre los diferentes estamentos o
sectores sociales, dispersar la solidez de todas las instituciones
incluyendo la familia. Desde la misma base de la conformación social, de Visto
ésto con un poco más de voluntad de análisis en profundidad, las cosas
nos pueden quedar claras.
Desde hace tiempo en diversos sectores políticos “incorrectos” se
habla y propone una “segunda independencia”, la fundación de una
segunda República. Porqué no?. Francia ya lleva varias creaciones.
Solamente me planteo si acaso hubo verdaderamente una genuina primer
“independencia” o acaso simplemente cambiamos un collar por otro de
inferior calidad y mas cortito. Esta cuestión es para un debate
intelectual un tanto estéril. Lo fundamental, a mi modo de ver nuestra
historia, es que no poseemos aún la libertad como Pueblo, la
independencia económica, la soberanía y autodeterminación. En una
palabra, está todo por hacerse…Celebremos, con nostalgia por un futuro
que no sabemos si nos pertenece.
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