CAPITALISMO O ECOLOGIA Las alteraciones climáticas que vienen teniendo lugar desde años en diversas zonas del planeta, ha puesto nuevamente sobre el tapete el tema de la contaminación ambiental, sus causas y efectos. Paralelamente a los avances positivos que nos ha deparado -y depara- la civilización industrial, existen aspectos negativos de ésta que, hoy más que nunca, amenazan con destruir el entorno ecológico. Día a día el término "lluvia acida" va cobrando triste popularidad para referirse a una serie de sustancias lanzadas a la atmósfera y que caen a tierra con las lluvias. Dichas sustancias nocivas provienen de los humos de centrales térmicas, celulosas, siderúrgicas, la calefacción urbana, etc. y son entre otras el anhidrido sulfuroso, óxidos de nitrógeno, metales pesados como el mercurio y el cadmio, todos ellos interaccionando entre sí y el agua que se encuentra en la atmósfera refuerza sus peligrosos efectos nocivos. Estos compuestos forman nubes de gases que son transportadas por los vientos depositandose en lugars alejados de los centros de emisión. Sus efectos no se dejan esperar: deterioro de lagos, eliminación de minerales nutrientes de suelos de bosques, deterioro de edificios, contaminación de agua potable y, por supuesto, el peligro que todo ello representa para la salud del hombre mismo, pues muchos de esos agentes nocivos son potencialmente cancerígenos. El mismo clima terrestre está siendo alterado debido al aumento del dioxido de carbono en la atmósfera, lo cual junto con una creciente desforestación provocaría un aumento de la temperatura media terrestre y su consecuencia inmediata: el "efecto invernadero", catastrófico sobre la agricultura del mundo. Desde luego, el porvenir no es muy esperanzador si no establecemos medidas drásticas para los próximos años. Con tal propósito se han celebrado una serie de conferencias internacionales para tratar el problema más grave -junto con la amenaza nuclear- con que se enfrenta la humanidad. No obstante poco puede esperarse de estas reuniones. La solución del problema medioambiental requiere una revisión y profunda transformación de las estructuras socioeconómicas del sistema capitalista. El petróleo, que décadas atras cada país soñaba con poseer, se ha convertido en una pesadilla dado que un alto porcentaje de la polución tiene como causa la utilización de dicho elemento. En tal sentido se destacan los proyectos realizados en varios países, a fin de substituir el petróleo por el alcohol, más barato y menos contaminante. Por qué proyectos y estudios similares no se han realizado a nivel internacional? La razón hay que preguntarsela al señor Rockefeller y a sus sicarios que controlan y dirigen las multinacionales del petróleo. Lo dicho: Capitalismo o Ecología. Nosotros, los nacionalistas, preferimos la última. Juan C. Arroyo |