EXITOSA CONFERENCIA Y SHOW ACÚSTICO DE JULIO CARRICONDO DE "CUSTOM 71"

informe especial de la Red Kalki

BUENOS AIRES (RK) --   El viernes 16 de mayo, Casa Patria organizó el Encuentro de Rock Patriótico, un exitoso evento en el cual Julio Carricondo, cantante de la banda de metal nacionalista Custom 71, dio una conferencia y luego brindó a los espectadores un brillante show acústico por el que recibió una verdadera ovación.

Como era de esperarse, muchos jóvenes metaleros se hicieron presentes en el acto. Las remeras negras de Almafuerte, Motörhead y otras bandas referentes del género se observaban por todo el salón, mientras desde los parlantes sonaban los temas de Custom y de la banda de Ricardo Iorio, que sirvieron para poner en clima a los fanáticos del género. El ambiente era de alegría por el encuentro y de espectativa por poder ver a Carricondo cantando en vivo en Buenos Aires, oportunidad que no se producía desde el año pasado, pues como luego explicaría el artista, la banda fue censurada en algunos lugares por sus letras en defensa de los valores nacionales.

Pocos minutos después de la hora anunciada, cuando en la sala ya no entraba más gente y se ponían sillas en el hall de Casa Patria para que se pudieran sentar los que llegaban tarde, Carricondo hizo su ingreso al salón junto al guitarrista de la banda, Lucas Rodríguez. Al reconocerlo, la reacción del público fue inmediata y hubo atronadores aplausos y "vivas" para el cantante patriota.

Nahuel Echeverría fue el encargado de hacer la presentación del orador de esa noche, remarcando en sus datos biográficos que Carricondo es "un artista de Mendoza, con una importante tradición familiar comprometida con el auténtico Peronismo", para luego destacar su trayectoria musical y decir que Custom 71 lanzó en 2006 su primer disco, "Honorable Brutalidad", por el cual el grupo fue ternado a los Premios Gardel 2007 en los rubros "Banda Revelación" y "Arte de Tapa", al tiempo que adelantó que en las próximas semanas saldrá a la calle su segundo trabajo, "...Y caiga quien caiga". Finalmente, anunció que la temática de la conferencia sería "Visión Nacionalista del arte y la historia de nuestra Patria", y que al finalizar, luego de un breve intermedio, Carricondo interpretaría en un show acústico algunos de sus principales éxitos del primer disco y adelantaría en exclusiva canciones del segundo.

Al iniciar su disertación, Carricondo primero agradeció al CEDICAP por la invitación, y observó que en el instituto se sentía cómodo pues tenía la libertad que buscaba para expresarse. A continuación se refirió a su óptica acerca del devenir de la historia argentina, reivindicando la línea histórica de San Martín - Rosas - Perón como el Norte de su pensamiento ideológico. La concurrencia siguió con atención las palabras del cantante, y en muchos pasajes lo interrumpió con fuertes aplausos.

Tras finalizar la conferencia formal se anunció que se iba a hacer un intermedio para que se preparan los instrumentos y equipos para el acústico. La gente se concentró entonces en el hall de Casa Patria, donde pudo disfrutar de los refrigerios del buffet del CEDICAP y adquirir algunos libros, revistas, pins y llaveros con símbolos argentinos y nacionalistas en el área de librería, cuyos responsables informaron que a partir de la semana que viene se comenzarán a vender los DVDs de las conferencias anteriores celebradas en el instituto, todas las cuales representan documentos de colección por su alto nivel.

Cuando todo estuvo listo, los presentes retornaron al salón para escuchar el show acústico. Como se sabe, una presentación de este tipo es siempre un gran desafío para cualquier artista. Carricondo, secundado por Rodríguez en guitarra, demostró sus grandes condiciones como cantante, y con voz potente interpretó cinco temas: "Alas de Gloria", primer corte de su segundo disco, dedicado a los Héroes de Malvinas; "Patagonia", otro tema del nuevo trabajo "...Y caiga quien caiga"; la tercera canción fue "Restaurando al Restaurador", uno de los grandes éxitos de "Honorable Brutalidad"; a continuación cantó "Tigre de los Llanos", en homenaje al caudillo federal Facundo Quiroga; y el cierre fue con el tema más popular de Custom 71, "Metalero, Cristiano y Peronista". Las versiones acústicas fueron impecables y sorprendieron al público, pues Carricondo exhibió un gran talento musical junto a Lucas Rodríguez, un excelente guitarrista patriota.


CONFERENCIA DEL CANTANTE JULIO CARRICONDO, LÍDER DE LA BANDA "CUSTOM 71"
EN EL CENTRO DE DIFUSIÓN CASA PATRIA DEL DÍA VIERNES 16 DE MAYO

VISIÓN NACIONALISTA DEL ARTE Y LA HISTORIA DE NUESTRA PATRIA

Buenas Noches, queridos compañeros Nacionalistas. Me presento hoy ante ustedes a tomarme el atrevimiento de hablar sobre esto que es para todos nosotros el centro de nuestro pensamiento y motor de nuestra existencia, el Nacionalismo, centrando mis conclusiones en el aspecto Histórico y Cultural de este pensamiento filosófico-político referido nada más ni nada menos que al amor a la Patria.

Como algunos de ustedes me conocen, soy un artista nacional y popular, un trabajador del Arte, o como decía nuestro gran cantor y actor Argentino, comprometido políticamente, Don Hugo del Carril, soy un "trabajador del micrófono" y desde esta posición me lanzo en esta tarea de explicar mis ideas a quienes quieran compartirlas en el análisis y la discusión.

Como artista tengo un compromiso inseparable de mi propia condición, de tomar partido, esa responsabilidad de tener a alguien dispuesto a escucharme, me genera la obligación insalvable de hacer que mi canto, que mi voz, sea un mensaje con un contenido comprometido.

La obligación conceptual de todo artista que se precie de tal es no escapar a ese compromiso y dejar el pasatismo y la evasión para aquellos que tienen temor a jugarse, el compromiso exige valentía y al mismo tiempo exige estar en conocimiento de nuestra realidad pasada y presente y trazar la anticipación de nuestra realidad futura.

El artista que no sienta el deber que su condición genera con su Patria, con su Nación, con su Tierra y en primerísimo lugar con sus hermanos, no merece el gozar de semejante honor de representar, a través de aquello que domina por talento y por inspiración, a aquellos hermanos que no cuentan con este privilegio de que su voz se esgrima desde un escenario y de poder llegar libremente a quienes se han reunido para escucharlo.

Es de cobardes y de traidores evadir tal compromiso, por lo tanto en cumplimiento de mi obligación estoy aquí para dejar mis pensamientos.

Ante todo soy un hombre agradecido y como primer paso de este atrevimiento debo agradecer a la gente de Casa Patria por permitirme la posibilidad de cumplir con mi obligación y de ser congruente con el compromiso que domina mi constitución intelectual y espiritual. Debo resaltar que no he recibido absolutamente ninguna coerción y ni la menor censura para estar hoy acá, al contrario, en esta Casa Patria gozo de la más absoluta Libertad y comprensión. Se hace necesario resaltar esto porque desde la prensa promotora de la estupidez capitalista se pretende imponer la farsante idea de que el Nacionalismo trae consigo actitudes autoritarias, sectarias, racistas o de negación de la libre expresión. Vaya paradoja para estos débiles naturales del pensamiento, traidores a su sangre y a su condición de Argentinos, representa el hecho de que aquí es donde más libre me siento y que es aquí donde puedo, por primera vez, expresar libremente lo que pienso y lo que mis antepasados me exigen compartir.

Cumpliendo este primer paso, me entrego de lleno ahora a compartir mi mensaje con ustedes.

El hombre que hoy está frente a ustedes, toma partido, se juega el pellejo en cada frase en cada pensamiento y sobre todo deja siempre en claro de que trata su compromiso.

Soy Peronista y por lo tanto Nacionalista, llevo como Norte en mi concepción política el mensaje de tres hombres extraordinarios, líderes absolutos y actores protagonistas de nuestra Historia Nacional, que son el General Don José de San Martín, el Brigadier General Juan Manuel de Rosas y el Teniente General Juan Domingo Perón. En estos tres hombres está el cáliz sagrado de nuestro Pensamiento Nacional, y ellos desde su liderazgo han concitado el accionar de tantos hombres y mujeres excepcionales de nuestra Patria y también de hombres que desde su humilde condición se atreven a mencionarlos como fuente de inspiración, como es mi caso.

Alrededor de estos tres hombres existe un conglomerado de seres admirables por su compromiso y su capacidad, políticos, escritores, filósofos, militares, artistas y ciudadanos que giran alrededor de estos líderes y se hace necesario destacar sus nombres, sus identidades, que desde mi admiración son rescatados para compartirlos con Ustedes. En primer lugar debo mencionar privilegiadamente a nuestro máximo artista de las Letras Nacionales, Don José Hernández, un hombre excepcional al que su compromiso social, cultural y político lo llevó a jugarse la vida misma en sus días, escribiendo la más grande obra de nuestra literatura y una de las más grandes de la cultura universal de la humanidad toda, el "Martín Fierro". Sin duda alguna, si Don José Hernández hubiese pertenecido a sociedades en las cuales la cultura propia goza del privilegio por sobre las ajenas, sería mencionado entre los diez más grandes escritores de la humanidad, y esto no encierra exageración alguna; pero nació en esta parte del mundo en donde desgraciadamente la cultura fue manejada a su antojo por aquellos que avergonzándose de lo propio, entronizaron lo que de otras tierras nos fue impuesto, careciendo de una identificación con nuestro ser Argentino. Quien lea el "Martín Fierro", encontrará la realidad pasada de nuestro pueblo y entenderá su realidad actual, emparentadas ambas en la más completa similitud. Los sufrimientos de ayer de nuestros hombres y mujeres son los sufrimientos de hoy, y es nuestra obligación luchar para que no sean nuestros sufrimientos del mañana.

Desde Don José Hernández y su claridad de análisis como partida, entramos en los escritores que se atrevieron a rescatar de entre la bruma infecta de la "Historia Oficial" oligárquica, liberal y por lo tanto vendepatria, una Historia Nacional y Popular que se ha dado en llamar Revisionista, pero que no es otra que nuestra verdadera Historia Argentina. Esos hombres son: Adolfo Saldías, Manuel Gálvez, Fermín Chávez, José María Rosa, Raúl Scalabrini Ortiz, Arturo Jauretche, Norberto Galasso y tantos otros que dejaron sus vidas por el pensamiento y el sentir de estas tierras y que desde su investigación nos permiten descubrir lo que nos había sido vedado.

Inseparables de nuestros Líderes y en idéntica condición de importancia, marcha quien fuera la abanderada de los Humildes de la Patria, nuestra Santa Madre Argentina, la señora Eva Perón, a quien muy joven las horrendas manos del destino arrancó de nuestro lado para dejarnos indefensos ante un mundo que festejó su muerte por creerse vencedor tras su partida al más allá, sin saber que esa temprana partida no fue más que una jugada maestra de la Providencia para hacer que en un futuro cada vez más cercano, Evita vuelva a través de su figura inmortal a gritarles a los vendepatria, a los explotadores, a los traidores de adentro y de afuera, que sus días han terminado, cueste lo que cueste y caiga quien caiga.

Entre los militares de la Patria, y compartiendo el destino y el pensamiento de sus tres compañeros de armas que destacamos como Líderes, están Brown, Mosconi, Savio, Pistarini, Mercante y tantos otros que no alcanzaría el tiempo para destacar, y que han permitido rescatar al glorioso Ejército Argentino de esa asquerosa cúpula liberal y vendepatria que lo ha dirigido desde la batalla de Caseros.

Entre los políticos y demás líderes de nuestra Argentina están Don Santiago de Liniers, que a pesar de su origen y compromiso francés fue el responsable de la derrota del invasor británico en 1806, Don Martín de Álzaga, acérrimo español responsable de la derrota británica de 1807, los caudillos federales como el Coronel Dorrego, Facundo Quiroga, Estanislao López, los hermanos Aldao, Benavídez, el Chacho Peñaloza, Zalazar, Várela, Videla, López Jordán y tantos otros que en el Siglo XIX comandaron las milicias populares que con sus nombres de Llanistos, Montoneros y Colorados del Monte se atrevieron a enfrentarse al poder terrorista que desde el Poder Ejecutivo en manos de la oligarquía vendepatria se ensañó con la Argentina, frustrando nuestro Proyecto Nacional y Popular de una Nación justa, libre y soberana, para imponer una vergonzante colonia política, cultural, económica y militar de Gran Bretaña y de los EEUU a partir de la segunda mitad del Siglo XX.

En el Siglo XX aparece la figura de Don Hipólito Irigoyen, que por primera vez desde la caída de Don Juan Manuel de Rosas, posibilitó que el pueblo retornara al poder en 1916 para hacer realidad nuevamente la lucha por nuestro caro Proyecto de Nación, al mismo tiempo que prepararía el camino para el más grande Líder Argentino y Americano, el General Juan Domingo Perón, cuya labor permanece inconclusa al dejarnos como legado tras su muerte el 1º de Julio de 1.974, la responsabilidad ¡irrenunciable de terminar su obra.

Sabiendo ahora quiénes son aquellos que nos guían, voy a dejar bien en claro cual es mi idea de Nacionalismo. Los Nacionalistas somos uno solo, pertenecemos al mismo pensamiento y por lo tanto estamos obligados a seguir una sola acción que es la de la defensa integral de nuestra Patria. En el Siglo XIX, seríamos Federales y Rosistas y en el Siglo XX Peronistas. Hoy, ya comenzado el Siglo XXI, somos una suma de esos dos líderes y sucesores de su pensamiento común. Por lo tanto, por sobre todos los rótulos que en cada época las realidades políticas imponen, somos ante todo Nacionalistas.

Como Nacionalistas, todo en nosotros está dirigido al concepto "Nación". Más allá de cualquier definición de diccionario, "Nación" es un suelo patrio y un pueblo en unión obligatoria, indivisible, partícipe y necesaria.

El suelo patrio es lo que desde nuestro orígenes nos define. El suelo es pre-existente y es la Madre y Padre de nuestro pensamiento, de aquí proviene el concepto de Madre Patria. Pero aquí en América ese concepto se pervierte. Al referirse a "Madre Patria", todos se refieren al país de donde proviene su sangre inmigrante, y esto es una grave error de concepto que origina un sinnúmero de confusiones propias de nuestro desarraigo cultural. Para los pueblos orgullosos de su tierra y de su origen como sociedad, "Madre Patria" es el concepto original de Nación que emana del sagrado suelo nacional. Pregúntenles a un ruso por qué le dice "Madre Rusia" a su Patria, o por qué un alemán dice "Madre Patria" cuando se refiere a su inquebrantable fe germana, o por qué nuestros aborígenes centraron su religiosidad en la "Madre Tierra" a través de su Pacha Mama.

El suelo patrio define las pertenencias y marca los límites de nuestras realidades y de nuestros anhelos, por esto es que resulta una obligación entender como suelo patrio todo nuestro continente, desde el Río Grande hasta el Polo Sur.

En el comienzo humano de América, todo el continente era un solo conglomerado humano con diferentes orígenes pero que pronto fueron tornando a la afinidad que el suelo les imponía.

Las diferentes corrientes que poblaron América llegaron desde Asia a través del estrecho de Baring, desde la Polinesia cruzando el gran Océano Pacífico hasta las costas de Chile, desde los países nórdicos con sus pueblos vikingos llegando hasta las costas norteamericanas, y por qué no el pensar también en un hombre de exclusivo origen americano, tal cual lo planteara nuestro gran investigador argentino Florentino Ameghino, que por tener la osadía de enunciar la teoría de un hombre autóctono evolucionado en estas tierras sufrió el embate irracional de los "inmigratorios". Este crisol americano que fundió un sentir cultural común, que más allá de diferentes civilizaciones, resultaban llamativamente símiles.

El suelo creó un pueblo. En palabras del gran Atahualpa Yupanqui, "el hombre es la tierra que se mueve y habla", y este origen es el basal genético del hombre latinoamericano. Como decía Scalabrini Ortiz, el "Espíritu de la Tierra" se apoderó de los habitantes de este suelo y los moldeó a su imagen como sus hijos, tal cual si fueran paridos por la tierra misma.

Entendiendo el origen de nuestro Nacionalismo Americano, debemos pasar a analizar su concepción política y filosófica. El Nacionalismo es por sí solo una doctrina, una decisión política. Las realidades especiales que afectaron, afectan y afectarán a nuestros pueblos constituyen sus cimientos ideológicos, es por eso que no debe contaminarse nuestro Nacionalismo con ninguna ideología foránea, pues entonces dejaría de ser Nacionalismo para transformarse en una extraña paradoja que no conserva ni siquiera un pensamiento nacional. Por eso es que la mayor expresión de nuestro Nacionalismo es el General Perón, y la Doctrina Justicialista que nos legara, al enunciar la llamada Tercera Posición en aquel mundo bipolar de entonces. Nos dejó las claves para entender un Nacionalismo verdadero. La Tercera Posición es una genial aseveración geopolítica con un encumbrado sentido estratégico, que nos permite encontrar nuestra propia ideología latinoamericana al mantenernos alejados tanto del capitalismo salvaje como de un marxismo irreal. Perón nos otorgó la posibilidad de ser Nacionalistas en lo más importante, en ideología. La Revolución Justicialista es la receta exacta que la Patria necesita, sus indicaciones son inobjetables. De esta manera Perón, conociendo los postulados de los Nacionalistas anteriores y contemporáneos, nos mostró como debería ser un Nacionalismo para la posteridad, que dotado de una doctrina propia acorde a los nuevos tiempos, ya no podría ser avasallado.

Hay quienes pretenden hacernos creer que esa doctrina está perimida. Tales imberbes no son más que farsantes del pensamiento, el Nacionalismo Justicialista está hoy más vigente que nunca, todo lo que dijo el General Perón acerca del futuro se ha cumplido y en sus últimos tiempos su figura se agiganta hasta tomar características infalibles al analizar el futuro mundial. Perón anticipaba que cuando a los países del hemisferio norte se le acaben los recursos naturales, y cuando el aire de sus megaciudades se contamine hasta hacerlo irrespirable y los ríos sean caudales infectos, vendrán a tomar posesión por cualquier método de nuestro territorio, y aquí se encuentra la clave para la renovación de nuestro Nacionalismo.

Tras la caída del mundo bipolar, esa Tercera Posición se ha convertido en la "Única Posición" para enfrentarla como alternativa válida al mundo capitalista. Ahora, ya sin discusiones ideológicas inservibles, todos debemos encolumnarnos detrás de la única ideología válida para Latinoamérica, el Nacionalismo.