En el testimonio que ofrecemos a continuación un palestino de 49 años (*) residente al noroeste de Gaza dirige una mirada lúcida y amarga a las privaciones de todo tipo padecidas por su pueblo, así como a la naturaleza de las ayudas llegadas a Gaza. UN CASTIGO COLECTIVO IMPUESTO POR ISRAEL: EL LENTO GENOCIDIO DE GAZA
Su crítica a la proliferación de programas de ayuda financiados por fondos estatales y por las ONG que sólo tienen de “no gubernamentales” el nombre nos indica que lo que alivia nuestra mala conciencia también puede resultar inadecuado e incluso hiriente. Pregunta: Presionado por Estados Unidos tras la masacre en el mar que costó la vida a nueve ciudadanos turcos en mayo de 2010 Israel anunció que iba a dejar entrar varios tipos de productos en Gaza. ¿Cómo se tradujo esto en los hechos? Respuesta: El paso comercial de Kerem Shalom por el que los israelíes autorizan la entrada de camiones a Gaza sólo se abre de forma episódica, abren un día y lo cierran otros. Y cuando lo abren, sólo dejan pasar una cantidad limitada de camiones al día. Debido a estas restricciones continuas las cantidades que pueden transportar los camiones son insuficientes [1]. Hay penuria de algunos productos básicos, lo que provoca que sus precios se disparen. Las personas sin ingresos no tienen con qué pagarlos. Siguen estando prohibidos los materiales para la reconstrucción, como el cemento. Pregunta: ¿Cómo reaccionan ustedes ante estas restricciones? Respuesta: Todo el tiempo estamos esperando a que abran las fronteras, pero nunca ocurre. Sin libertad alguna de movimientos no podermos hacer nada. Nuestro encierro no empezó en 2007 como se dice. Nunca hemos conocido la libertad. Nosotros [los palestinos ordinarios que no tienen acceso a los permisos VIP - ndr] vivimos encarcelados en distintos grados, no sólo en Gaza sino también en Cisjordania. Desde 2000 el encierro se acentuó considerablemente. Empeoró considerablemente en 2005 cuando los colonos [israelíes] salieron de Gaza. Se volvió total en 2007 tras el intento de golpe de Estado por parte de las fuerzas de Fatah fieles a Mahmud Abbas [este fallido golpe de Estado trataba de derrocar a las autoridades de Hamás - ndr). Nuestra libertad de palabra siempre ha estado muy limitada. En Gaza, pero también en Cisjordania, criticar a las autoridades puede llevar a la cárcel. Hoy las autoridades de Hamás están asediadas y bajo la amenaza de los drones del ejército israelí, y esto no arregla las cosas; quien critica su política se puede ver interpelado por los agentes de seguridad bajo la sospecha de trabajar para quienes colaboran con el enemigo. Pregunta: ¿Las personas no hablan libremente ni en Gaza ni en Cisjordonia bajo la Autoridad Palestina? Respuesta: Ya ocurría en tiempos de Yasser Arafat. Sin duda la situación sería menos asfixiante para los palestinos si no vivieran bajo una doble amenaza, la amenaza de Israel y la amenaza de unos elementos que se asocian al enemigo para volver al poder. Pero si bien nosotros comprendemos que las autoridades de Hamás deben garantizar la seguridad, creo que esto no se debe hacer amordazando cualquier crítica. La propaganda de las autoridades de Ramala es muy activa. Recientemente han acusado a Hamás de perseguir a los miembros de Fatah en Gaza; han presentado la detención de un hombre, con un nombre completamente desconocido en Gaza, como la de un jefe de Fatah. No es la primera vez que la detención de un traficante de armas o de drogas se presenta como una cuestion política. Pregunta: Todas estas privaciones deben de ser terriblemente frustrantes … Respuesta: Aquí hay mil ocasiones de estar frustrado. A veces proceden de quienes nos quieren ayudar, de ONG que proliferan y lanzan programas contraproductivos y que chocan contra nuestras tradiciones, que abusan de nuestra debilidad, que nos mantienen en una situación de inferioridad. Me pregunto qué valor tienen muchos proyectos cuyo objetivo a largo plazo parece ser moldearnos a determinada ideología. Hay de qué plantearse preguntas sobre los organismos humanitarios cuya actividad se concentra en proyectos que permiten penetrar en los hogares y, por consiguiente, llevar a cabo un trabajo de fondo sobre cada individuo. Creo que esto escapa al control de Hamás. Pregunta: ¿Se puede instalar una ONG sin otras? ¿Qué ONG buscaría en particular “moldearles”? Respuesta: Tras la agresión israelí de 2008-2009 la situación era totalmente desastrosa. Muchas ONG se abalanzaron sobre Gaza. Al principio las agencias llegan aportando medicinas y comida; después su ayuda se transforma en programas para enmarcar y orientar psicológica y culturalmente a los jóvenes y a las mujeres. Hay grupos cuyos miembros parecen recabar informaciones bajo la cobertura de ayuda humanitaria [2]. La actividad de una ONG como, por ejemplo, Mercy Corps [3] se desarrolló mucho tras la Nakba de 2009. Esta ONG había empezado a implantarse en 2005, el año en que el ejército israelí retiró a sus colonos de Gaza. Pero desde 2009 se ha instalado de manera más generalizada, primero aportando alimentos y medicinas. Grandes ONG de ayuda médica financian en los hoteles seminarios que se consideran una simple distracción. Hay una tendencia a considerarnos “subdesarrollados”. No se tienen en cuenta el hecho de que aquí las personas están bien formadas, bien educadas. No necesitamos expertos, expatriados; somos capaces de generar proyectos útiles para nuestro pueblo si se nos dan los medios materiales de llevarlos a cabo. Ya hemos visto pasar a bastantes expertos enviados por los Estados, por la ONU, etc, sin resultado alguno. Cuando hay masacres y cientos de cuerpos destrozados es cuando los humanitarios de estas ONG serían esperados y útiles [4]. Muy afortunadamente podemos contar con la dedicación y el valor de nuestro personal médico. Pregunta: ¿Cómo es actualmente la calidad del agua? Respuesta: El agua contaminada sigue siendo nuestra gran preocupación. Sigue siendo imbebible y, a pesar de todo, tenemos que beberla. Las personas que no tienen medios para comprar agua potable están cada vez más asustados de tener que beber este agua y cocinar con ella, un agua salobre, muy salada. Pregunta: Los convoys y flotillas que desde 2008 tratan de ayudar a la población de Gaza, ¿les ayudan en este contexto de pesadilla a mantener la moral y un poco de esperanza? Respuesta: El apoyo exterior es muy importante. La acción de estas personas que se movilizan por Gaza indica a Israel que no estamos solos y que tarde o temprano tendrá que rendir cuentas. Israel hace lo imposible para boicotear la ayuda material. Cada vez se pierde el dinero invertido en ello. Quisiera decir a las personas que quieran venir aquí que vengan sin traer nada. Hay cargamentos de medicinas y alimentos bloqueados en las carreteras que se han tenido que tirar porque se habían deteriorado. En vez de traernos cosas inútiles, las personas pueden aportar dinero, dárselo a los ayuntamientos. Esto puede servir para financiar proyectos útiles a nuestra colectividad, sobre todo para hacer potable el agua. Silvia Cattori (*) Preservamos el anonimato de nuestro interlocutor. [1] Véase “Israël maintient volontairement les Gazaouis à un niveau proche de la famine”, International Middle East Media Center (IMEMC), 7 de noviembre de 2010. [2] El 5 de octubre de 2008 el ministro de Asuntos Exteriores [francés] Bernard Kouchner declaró ante la prensa israelí: “Oficialmente no tenemos ningún contacto con Hamás, pero oficiosamente hay organizaciones internacionales que entran a la Franja de Gaza, en particular ONG francesas que nos dan informaciones”. [3] Mercy Corps depende de la financiación proporcionada por algunos gobiernos, lo mismo que USAID y otras fundaciones vinculadas a la CIA así como los donantes vinculados al lobby pro israelí. Son raras las ONG que siguen siendo verdaderamente “no gubernamentales”. La financiación de la mayoría de ellas se ha vuelto estatal, lo que permite a los gobiernos actuar y orientar las acciones de las ONG. [4] Esto corrobora lo que ocurrió en 2009. Durante las tres semanas de bombardeos que causaron muchas víctimas las organizaciones de ayuda y los periodistas se quedaron en la frontera. Sólo dos médicos europeos acudieron inmediatamente a Gaza, el medico noruego Mads Gilbert y el cirujano Gilbert Erik Fosse. Véase el vídeo en el que Dr Mads Gilbert exclamaba escandalizado: “Pregunto dónde está esta gran organización de ayuda que debe intervenir en caso de desastre. Estamos dos médicos y tenemos que operar […] Es el peor desastre creado por el hombre […] Las personas mueren por falta de material médico, es un desastrer completo”.
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