El
dirigente Raúl Castells confirmó que hubo duros choques en Chaco
entre la Fundación Madres de Plaza de Mayo y el movimiento piequetero
liderado por Emerenciano Sena (kirchnerista),
a raíz de un proyecto habitacional de 500 viviendas que iban a ser
construidas de manera conjunta.
En declaraciones a Radio 10, Castelles sostuvo que "es
un enfrentamiento violento entre grupos ligados al gobierno nacional por
plata". Agregó
que no sólo "le quemaron el coche a uno de los testigos y le
rompieron el vehículo a la jueza", sino también que "en las
últimas horas hubo enfrentamiento a los tiros".
El plan de viviendas quedó paralizado en medio de un
escándalo de denuncias y contradenuncias lanzadas por ambas
organizaciones. Las
caras visibles de la batalla son Sergio
Schoklender, el
administrador de la fundación, y Sena, un dirigente social que adquirió
notoriedad por algunas acciones polémicas como un escrache a Elisa
Carrió y la detención en un piquete a una ambulancia que llevaba ayuda
de urgencia para un enfermo grave, que luego falleció.
Sena sostiene que Schoklender ejercía un control autoritario de los
trabajos y que los obreros (de su movimiento) estaban en negro. La
organización de las Madres afirma que la ruptura llegó por la
resistencia de Sena a que las obras fueran auditadas. Hasta denunciaron
que técnicos enviados desde Buenos Aires con ese fin, fueron encerrados
y virtualmente secuestrados por el referente piquetero en un galpón.
Castells afirma que "el
gobierno nacional entregó a la fundación Madres de Plaza de Mayo, sin
ningún tipo de licitación, la construcción de 1.400 viviendas, donde
las paredes son de telgopor".
El presupuesto, según el dirigente piquetero, habría sido de 140 mil
pesos por vivienda cuando en realidad "el
costo no pasa los 40 mil
pesos entre materiales y mano de obra". "Hay
una pelea entre ellos, todos grupos del kirchnerismo, por esos 100 mil
pesos que quedan de cada vivienda",
dijo.
Una de las denuncias, radicada en el Juzgado Federal de Resistencia,
acusa a Sena de haber incurrido en fraude al Estado y trata de personas.
Se afirma allí que los obreros debían pagar por su comida (aunque se
enviaba una partida específica para ello desde la fundación), que
trabajaban más de lo acordado y que debían hacer aportes para gastos
personales de Sena.