El Banco Central subrayó que los precios seguirán bajo presión en los próximos meses, en línea con la tendencia del último año.

Al parecer, las perspectivas no son nada alentadores, de acuerdo al último "Informe de Inflación" realizado por el Banco Central.

Si bien en el corto plazo podría notarse una mejora en la producción de algunos productos, como la lechuga y el controvertido tomate, no sucedería lo mismo con otros alimentos, como la papa, ya que su ciclo productivo es más lento y, por lo tanto, también lo es la recomposición de la oferta.

"La tendencia de las cotizaciones internacionales de los productos primarios se mantendría como un factor alcista de mediano plazo", asegura el informe, según consigna Infobaeprofesional.com.


Inflación importada

El elevado costo de las materias primas a nivel internacional y el golpe que sufrió la producción de algunos alimentos frescos en la Argentina son los principales motivos de los ajustes en los precios nacionales.

"Los precios mayoristas medidos por el Indice de Precios Internos al por Mayor (IPIM) aumentaron 3,9% en el trimestre, por efectos de las continuas subas en las cotizaciones de productos primarios, a lo que se agregaron incrementos en los precios de las manufacturas mayores a los de los trimestres previos", indicó la entidad.

"Los aumentos en las cotizaciones de los productos primarios fueron principalmente impulsados por los encarecimientos de las materias primas agrícolas, al tiempo que las manufacturas mostraron las subas más pronunciadas principalmente en Alimentos y bebidas", agregó.

En su informe trimestral, el Banco Central le dedicó un apartado especial a la evolución de los precios de los alimentos. Según lo especificado, otro de los rubros que influenció en el índice de inflación de los últimos meses fueron las subas detectadas en algunos servicios prestados en el interior del país.

El Banco Central expuso el encarecimiento de las materias primas como uno de los máximos responsables del salto inflacionario.

El índice de materias primas que elabora el instituto emisor registró un aumento del 16 por ciento durante el tercer trimestre, respecto del anterior, que se eleva al increíble 41,6 por ciento a nivel interanual. El trigo y el complejo oleaginoso encabezaron las subas.

Sin embargo, el informe también aclara que "la percepción de inflación de los consumidores se vio modificada en los últimos meses, aún cuando el análisis de diferentes indicadores de precios revelan situaciones disímiles en términos agregados".

En este sentido, el Banco Central asegura que "los individuos basan su sensación en su canasta particular y, en general, se perciben de forma más clara las subas en los precios de los bienes que se compran con asiduidad, en tanto que aquellos que se mantienen constantes no siempre se incorporan a esa percepción".


Detalles

Los alimentos representan el 26% del total del consumo promedio. El informe destaca que además de la fuerte suba internacional de los commodities, el impacto inflacionario vino dado por el alza de las frutas y verduras en el mercado interno.

En el caso del tomate, refirió el documento, el volumen ofrecido en el Mercado Central se contrajo 33 por ciento durante septiembre. La escasez disparó el precio un 326 por ciento, según el cuestionado relevamiento oficial.

Para la entidad, "más allá que cierta inercia inflacionaria resulte probablemente inevitable" es posible morigerar las presiones inflacionarias mediante "políticas coordinadas en materia fiscal, de ingresos y de competencia, junto al actual sendero de la política monetaria y financiera".

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