El triunfo de Cristina y sus previsibles consecuencias

EL PUEBLO COMO PÚBLICO CONSUMIDOR

por Alberto Buela (*)

Ganó las elecciones por la reelección por casi el 54% de los votos y como los votos se cuentan acá no hay discusión posible si fuéramos gorilas impugnaríamos la elección,  pero como somos peronistas lo aceptamos y punto.

Sobre este tema no podemos hacer ciencia ni filosofía, entendida como un conocimiento universal y necesario de modo que no vamos a exponer como filósofos sino como “filodoxos”: amantes de la opinión. Y opinar es afirmar o negar algo con miedo a equivocarse.

Aclarados estos dos puntos comenzamos:

Todo indica, y el nuevo desorden mundial lo prueba (el inaugurado por los hermanitos Lehman con su mega estafa internacional de 800.000 mil millones de dólares a fines del 2008), que los gobiernos responden a un patrón único (salvo casos aislados y de Estados pequeños, por ej, Islandia) y la Argentina y su gobierno no están al margen de ello.

El gobierno argentino tiene un polidiscurso según las circunstancias y los destinatarios. Para el orden interno, para la gilada, democracia y más democracia, inclusión, derechos humanos, galantismo jurídico,  contra los grupos concentrados de la economía, progresismo socialdemócrata, permisividad, antiimperialismo, futbol para todos, etc. En una palabra, es un discurso que “nos obliga a ser felices”.

Un segundo discurso, ya no público sino reservado, el dirigido a los grupos concentrados de la economía argentina asegurándoles que el riesgo empresario no existe, que siempre estarán los dineros del Estado para auxiliarlos. Grupos que son en realidad Socios indirectos del gobierno por los retornos que entregan sistemáticamente, según las reglas del juego de pago de comisiones por contratos.

Consecuencias extranjerización absoluta de la economía argentina con mega emprendimientos desastrosos para nuestro futuro (enfeudamiento de las fuentes de energía, megaminera a cielo abierto, tala indiscriminada, contaminación ambiental, depredación de nuestro mar continental, monocultivo sogero y un largo etc.).

Un tercer discurso en el orden internacional, pues política exterior no tenemos.( El kirchnerismo se reduce a una política de cabotaje o interna). Y en el orden internacional dice y hace no otra cosa, que sumarse sin criterio propio a la política mundial de la potencia talasocrática y sus socios Inglaterra e Israel. Al carecer de una política internacional propia puede designar a un canciller al servicio de dos banderas y con dos lealtades al mismo tiempo. Es en este campo donde suma los mayores fracasos: a) pérdida del contacto directo y autónomo con el sector de la Antártida argentina con la inutilización del rompehielos Irizar. B) Avance de Inglaterra sobre la explotación de Malvinas y su mar territorial, sin ejercer ningún control sobre las empresas inglesas en el continente. C) ruptura de relaciones diplomáticas con Irán, con todas las pérdidas económicas que ello implica, bajo la suposición de responsabilidad de los atentados a la Amia y a la embajada de Israel. D) Conflicto incomprensible con el Uruguay por el desmanejo argentino en la instalación de la pastera Botnia.

Estos tres discursos producen una esquizofrenia política en los funcionarios que no saben para donde agarrar. Estos tres discursos desquiciaron a la oposición que no supo y no pudo determinar al gobierno como enemigo. Es por eso que hubo muchos opositores (cada uno tomó alguno de estos discursos) pero no hubo oposición.

Así el colmo de los errores lo produce Duhalde cuando pocos días antes de la elección lanza con bombos y platillos la revista “Consenso”, como si fuera el presidente, cuando tendría que haber hablado mas bien del “disenso”, frente al gobierno. O Pino Solanas que se peleaba con Macri cuando se tenía que pelear con Filmus.

Gran parte de los autodenominados peronistas se pasaron al kirchnerismo, porque este ofrece una actividad política rentada, no existen kirchneristas  ad honorem. Toda la militancia política del K. es una militancia rentada, sea por los planes “descansar” a piqueteros y cía, sea por los puestos de empleado público que ha creado a diestra y siniestra, tanto en el orden municipal, provincial y nacional.

Otra porción significativa del peronismo quedó reducida a lo que denominamos, “la monserga peroniana”. A un cúmulo de frases hechas y de ideas ya pensadas que se repiten y reiteran en todas las reuniones, con ocasión o sin ella.

El peronismo como revolución inconclusa que es, porque aun no ha podido llevar a cabo todas sus formidables propuestas para el hombre, el mundo y sus problemas, ha dejado de preferirse a sí mismo. Y esto es letal.

Prognosis:

No se vislumbra ningún enemigo interno al gobierno y este reacciona adecuadamente, a las pautas internacionales que recibe, proponiendo un plan de austeridad que comenzó con Aerolíneas, sigue con los subsidios y terminará los contratos basura o flexibilización laboral.

Todo indica que al no haber un enemigo interior, tendrá que inventarlo,(por ahora sigue Clarín) pero su gran preocupación viene del exterior, que es desde donde lo pueden desalojar del poder, los poderes indirectos como lo acaban de hacer con Berlusconi y Papandreu, reemplazándolos por tecnócratas de las finanzas internacionales, que tienen varias banderas y varias lealtades, porque no tienen ninguna.

Y el pueblo argentino?. El K ha intoxicado al pueblo argentino de tal forma y a tal grado que salvo una catástrofe y la pedagogía que ella encierra, no barruntamos que pueda salir fácil y rápidamente de tamaña intoxicación. Envenenó la convivencia y a falta de ideología propia tregiversó la historia reciente reemplazándola por la memoria, siempre subjetiva y personal. Trabajó sobre el resentimiento, entendido como rencor retenido e hizo de él factor de coherencia interna y propaganda política, lo que terminó por envilecer al Justicia.

El principal sujeto de la realidad política para nosotros los peronistas es el pueblo, pero el kirchnerismo  “armó una realidad” falsa y aparente, para usar ellos y para la gilada, (la oposición) y el sujeto de “esa realidad” es una pura apariencia. Hoy no existe el pueblo.

El gran mérito del gobierno de los KK es que lograron trastocar la categoría de pueblo por la de “público consumidor”, sumándose a la tendencia mundial en este tema o asunto. Y así logró un 54 % de los votos que no son del pueblo peronista  sino del “público consumidor”.

(*) alberto.buela@gmail.com

Charla en el Club francés a los compañeros del grupo Lola 29/11/11