Contra la impunidad de quienes pretenden acallar el debate serio de temas clave para la Argentina POR QUÉ QUERELLAMOS A LA DAIA
Adrian Salbuchi, Juan Gabriel Labaké y Enrique Romero iniciaron querella criminal por calumnias e injurias contra directivos de la DAIA a raíz del contenido de su "Informe sobre el antisemitismo en la Argentina - Año 2006", confeccionado por el Centro de Estudios Sociales (CES), entidad dependiente de la DAIA (Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas). La querella quedó radicada en el Juzgado Correccional No. 13; Secretaría No. 80, interinamente a cargo del Dr. Raúl Juan García. En dicho Informe, se nos calumnia e injuria alegándose que nuestros artículos de análisis geopolítico internacional y nacional - publicados como comunicados de prensa del MSRA y en nuestro boletín “El Traductor Gráfico” - constituyen casos de "virulento antisemitismo", figura del delito de discriminación descripta por la ley 23.592 (en su art. 3º, como “discriminación contra personas o grupos de personas a causa de su… religión”). El CES dio a su Informe amplísima difusión nacional e internacional por distintos medios, habiéndolo incluso traducido al idioma inglés, lo que permitió fuese publicado en el sitio en Internet de la poderosa organización pro sionista estadounidense Anti Defamation League (ADL) vinculada a la logia B'Nai B'Rith, con cuyos altos directivos la presidente Cristina Kirchner y el canciller Jorge Taiana acaban de reunirse en Buenos Aires. A su vez, estos "informes sobre antisemitismo" emitidos anualmente por el CES son fuente de información oficial sobre nuestro país para el Departamento de Estado de los EEUU. Todo ello ha ocasionado a los querellantes importante daño moral, profesional y económico. Como explicamos en nuestra querella contra los directivos de la DAIA y el CES, nuestros análisis y críticas a las políticas oficiales del Estado de Israel y al sionismo como ideología política que avala, promueve y defiende los intereses de dicho Estado en todo el mundo, se centran exclusivamente en denunciar sus atropellos inhumanos, sus planes expansionistas en Medio Oriente y su ingerencia indebida en la Argentina. Todo ello forma parte de nuestra tarea de bien público (como políticos, periodistas y analistas internacionales y sociales), que tiende a señalar a los argentinos los riesgos concretos que corre nuestro país si Estados Unidos, el Estado de Israel y el sionismo continúan lo que ya tiene visos de una campaña orquestada sobre la Argentina, su territorio, su política exterior, sus recursos naturales, su unidad nacional y su paz social. Las enormes presiones ejercidas sobre la opinión pública tienden a desinformar y distorsionar la realidad en torno a este tema poniendo a riesgo, incluso, el propio bienestar y la seguridad física de la comunidad judía en la Argentina, que en su gran mayoría pretende vivir en paz y armonía como siempre lo ha hecho, y no verse manchada por la violencia que emana de, y es promovida por verdaderos Estados terroristas como son Israel y su incondicional aliado en Medio Oriente, los Estados Unidos de Norte América. Señalamos que, aplicando los enormes recursos financieros, mediáticos, diplomáticos y políticos de los que disponen internacional y localmente las organizaciones, lobbies y demás intereses directos e indirectos pro-sionistas, se pretende acallar toda crítica y tarea de esclarecimiento sobre este fundamental tema político. Tema que hoy amenaza con arrastrar a la humanidad entera hacia nuevas guerras, por cuanto parecería que no conformes con la destrucción genocida e inhumana de las naciones de Palestina, el Líbano, Irak y Afganistán, ahora le toca ser víctima de la agresión militar unilateral a la República Islámica de Irán y, quizás luego, a la Triple Frontera por tener un bien que hoy resulta tan codiciado como el petróleo: abundante agua potable. Entre nuestros considerandos, hemos solicitado al Sr. Juez que, junto con la condena a los querellados por sus delitos de calumnias e injurias, defina con claridad que tales críticas a Estados Unidos e Israel como Estados, y al sionismo como ideología y grupo político, no constituyen actos de "antisemitismo" o "antijudaísmo", ni delito de discriminación alguno, y que establezca con fuerza jurisprudencial la diferencia conceptual que existe entre los términos “antisemitismo”, “antisionismo” y “antijudaísmo”. Cabe aclarar que la manera como se tergiversan, distorsionan y falsifican estos y otros términos y conceptos hoy conforman técnicas de acción psicológica que cobran ribetes de auténtico terrorismo intelectual mediante el cual se pretende silenciar y censurar todo debate público serio, equilibrado y amplio sobre estos temas políticos fundamentales. En síntesis, para toda persona de buena fe, y aún para el diccionario de la lengua española:
Nuestros análisis y críticas - serias , documentadas y responsables - se centran en estos dos últimos. Adrian Salbuchi Enrique Romero Juan Gabriel Labaké
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