LA CULTURA "MONTE VERDE" EN CHILE SERÍA EL PRIMER ASENTAMIENTO HUMANO EN AMÉRICA
por Diario La Segunda ( Jueves 22 de Febrero de 2007)

               El estudio publicado en la revista “Science,” por los arqueólogos Michael Waters y Thomas Stafford 
indica que las nuevas dataciones con radiocarbono de la cultura Clovis apuntan a que tal vez sus autores no 
fueron los primeros habitantes del denominado “Nuevo Mundo” y que su influencia sólo duró unos pocos siglos. 
¿De dónde han venido entonces los moradores de Monte Verde, en el Sur de Chile? ¿Qué ruta han seguido? 
En su obra El Secreto de la América Aborigen, el Profesor Roberto Rengifo propugnó el origen polar antártico 
del Hombre en el casquete de tierras hoy dislocado, quien migrará y poblará inicialmente América en una época 
anterior a la última glaciación, esto es, antes de 12,000 años atrás. Ello explicaría la presencia de poblamiento 
humano en Monte Verde, precedente a cualquiera otra manifestación cultural conocida y cuyos vestigios 
arqueológicos quiebran la estructura evolutiva oficial del poblamiento del continente. Y recodemos aquí que 
esto se trata sólo de Monte Verde I, pues Monte Verde II, trataría de un asentamiento aún más antiguo: 
33, 000 años a. C., donde sólo se han extraído algunos instrumentos líticos.
               La mayor antigüedad del Hombre en América, específicamente en Chile, revalida los postulados 
desarrollados por el Profesor Rengifo a lo largo de sus investigaciones, las cuales a la luz de los recientes 
hallazgos arqueológicos, necesariamente, abrirá nuevas perspectivas para el conocimiento de la Prehistoria 
de la América Aborigen.
               Washington, 22 de Febrero.- Dos arqueólogos estadounidenses han reconocido que los grupos Clovis 
puede que no fueran la primera cultura del continente, lo que abriría las puertas al yacimiento de Monte Verde, 
en el sur de Chile, como el primer asentamiento humano de América.
               En un estudio publicado esta semana en la revista “Science,” los arqueólogos Michael Waters y Thomas 
Stafford indican que las nuevas dataciones con radiocarbono de la cultura Clovis apuntan a que tal vez sus 
miembros no fueron los primeros habitantes del Nuevo Mundo y que su influencia sólo duró unos pocos siglos.
               Esa admisión también descarta la posibilidad de que hubieran sido miembros de esa cultura norteamericana 
los que, hace más de 13 siglos, colonizaron el continente a lo largo de un corredor templado en medio de la 
glaciación que unía a Norteamérica con Sudamérica.
               Se conoce como cultura Clovis el conjunto de sitios arqueológicos descubiertos en Norteamérica 
donde se encontraron vestigios de artefactos, instrumentos, armas primitivas y restos humanos. El más 
importante de ellos fue descubierto en Clovis, en el estado de Nuevo México, donde había cuchillos, pulidores, 
instrumentos para esculpir y puntas de flechas con características que después aparecieron en diversos 
lugares del continente.
               Sus primeros miembros fueron inmigrantes que, de acuerdo a las teorías arqueológicas, llegaron d
esde Asia a través del estrecho de Bering, en el extremo septentrional del continente americano, el cual se 
había convertido en un puente natural debido a la glaciación.
               Según señalaban hasta hace un tiempo los arqueólogos, las decenas de asentamientos Clovis, algunos 
de los cuales se habrían extendido hasta lo que es ahora territorio venezolano, surgieron entre 11.500 y 10.900 
años atrás, de acuerdo a la datación mediante radiocarbono.
               Sin embargo, Stafford y Waters indican en su estudio que una reevaluación de la datación y de los registros 
establece que la antigüedad de Clovis fue en realidad de 11.050 y 10.800 años. Esta revisión se yuxtapone con 
otros sitios arqueológicos en Norteamérica e implica “que los seres humanos ya vivían en el continente antes 
de Clovis,” según admiten los científicos.
               Entre esos sitios contemporáneos de Clovis (con una diferencia calculada de 200 años) se incluyen varios 
asentamientos en Norteamérica y los del Cerro Tres Tetas, Cueva Casa del Minero y Piedra Museo, en Argentina. Es 
altamente improbable que en un lapso de 200 a 350 años los seres humanos hubieran entrado en Norteamérica, 
se hubieran adaptado a la tundra ártica del norte, a las mesetas, a los desiertos y a las selvas; hubieran aumentado 
su población y llegado al extremo sur de Sudamérica en 10 a 18 generaciones, señalan los arqueólogos.
               En realidad, según manifiestan Waters y Stafford en su informe publicado en “Science,” en “Sudamérica, 
los seres humanos parecen haber estado presentes hace 12.500 años en Monte Verde,” en Chile, es decir un 
milenio antes que en Clovis.
               Entre 1977 y 1985 el arqueólogo Tom Dillehay, de la Universidad de Kentucky, excavó el sitio de Monte 
Verde y allí encontró residuos de fogatas, restos de chozas y herramientas filosas, además de restos de llamas 
del Pleistoceno, pequeños mamíferos, pescados y moluscos. Según escribió Mark Rose en la revista “Archaelogy,” 
Monte Verde, con una antigüedad de 12.500 años, fue anterior a cualquier otro sitio en Norte o Sudamérica.
               Además, no estaba de ninguna forma cerca del estrecho de Bering, el lugar por donde la mayoría de los 
expertos cree que los seres humanos entraron al continente desde Asia, señala Rose. "Los datos arqueológicos 
muestran ahora que Clovis no representa a los primeros habitantes de las Américas y que se necesita un nuevo 
modelo para explicar” el origen de la presencia humana en el continente, según reconocen Waters y Stafford.
               Ya existe una teoría alternativa sobre el origen humano en el continente. Esta señala que los primeros 
hombres que poblaron el continente llegaron desde las islas de la Polinesia, a través del Pacífico, y dejaron una 
huella cultural que todavía se manifiesta en algunos pueblos indígenas del sur de Chile.