LA DECISIÓN ARGENTINA (ALGO SOBRE SÁENZ PEÑA) por Alberto Buela En una serie de trabajos (1) venimos tratando de aproximarnos al tema de la decisión política. ¿sí existe?, ¿cómo se toma?, ¿cuándo se toma?. Es sabido o por lo menos es aceptado que la decisión política dentro de la idea de Estado-nación moderno es la última, o primera según como se mire. Es la más importante de todas las decisiones que se toman dentro del espacio geográfico determinado por el Estado. Y ello es así porque tal decisión desprende su abolengo de los rasgos o elementos definitorios del concepto de Estado que son: a) el monopolio de la fuerza; b) el de la representación y c) la soberanía. (2) De modo tal que no existe ni puede existir decisión política que no tenga de su lado estos tres rasgos esenciales. Obviamente que existen otro tipo de decisiones en la vida – las morales, las técnicas – que no necesitan para existir de estos elementos, pero para la decisión política son imprescindibles. Si
nos limitamos al breve curso de la historia iberoamericana o más específicamente
al de En
nuestros orígenes la tuvo a) Santiago de Liniers cuando decidió
enfrentar a los ingleses en 1806 y 1807. Pero sólo un poco. Él mismo
respondía a las necesidades políticas de Francia. b) San Martín en la
conquista y liberación de Chile y Perú en 1817. Si, pero condicionado
por la logia Lautaro. c) Rosas con su política de restauración del
Virreinato del Río de De
modo tal que, si esta síntesis es correcta, hace alrededor de 55 años ( En
estos últimos años ha aparecido por allí un tal Chumbita que como su
nombre lo indica, como historiador es un perro. Éste es el que ha lanzado
la idea de que San Martín era indio, cuando nuestro máximo prócer fue
hijo de padres españoles y educado en España. Hubo un gorila, que acaba
de morir, García Hamilton que resultó ser agente de Ahora
bien, respecto de Sáenz Peña, Chumbita lo presenta, bajo la mirada cómplice
de un Cafiero viejo (hay foto), como un oligarca que defiende los
intereses de su clase, sin aportar ninguna prueba sino sólo apoyado en su
conciencia prejuiciosa como en el caso de San Martín. Mi
espíritu criollo se subleva y me obliga a decir que este “historiador
perro” es un miserable, pero me tengo que controlar y aducir razones en
contra de su afirmación prejuiciosa. Sáenz
Peña fue un patriota y de los mejores que hemos tenido. Fue, lo que se
dice, un caballero español siendo él tan argentino. Se opuso
abiertamente tanto al contubernio como a Roca y renunció a la candidatura
a presidente para dejar lugar a su padre, Luís Sáenz Peña. Militó
toda su vida en el autonomismo, el partido de Adolfo Alsina, que fue lo
mejor, lejos, que tuvo la provincia de Buenos Aires en toda su historia.
Este miserable de Chumbita soslaya el hecho que luchó contra el fraude y
a favor del voto universal y secreto, que durante su presidencia salió
por ley. Esta ley que luego permite el acceso, por primera vez, de las
masas populares al poder con Irigoyen en 1916. Este “perro puesto a
historiador” ignora que Sáenz Peña fue el único presidente argentino
herido en combate pues luchó en Lo
más grave que este “rrope de historiador falso-peronista” interpreta
al revés lo que pretendió y logró Sáenz Peña con su ley de colonización
de tierras, que habilito a miles de inmigrantes a poseerlas a través del
arriendo previo. Era, en forma paulatina, la manera de quitarle algo de
tierras a los terratenientes de la época. Hoy las tierras argentinas, 17
millones de hectáreas están en manos de extranjeros, y el resto en las
manos de los Eskenazi, los Eltszain, los Werthein y toda la paisanada. Si
hasta un rabino de Nueva York acaba (9/8/10) de comprarse Pero
sigamos. Sáenz Peña crea en
1884 la revista Sudamérica de ideas americanistas donde defiende la tesis
de Durante
su presidencia algunos de sus ministros fueron Indalecio Gómez, Miguel
Scalabrini Ortíz, José María Rosa, Carlos Ibarguren, Eleodoro Lobos,
José Luís Muratore. Dónde un gabinete como este?. Obligó
a este gabinete y a él mismo, dentro de los festejos del centenario, a
concurrir a la serie de seis conferencias sobre el Martín Fierro y la
identidad de los argentinos que dictó Leopoldo Lugones en el teatro Odeón
en 1912. ¿ Qué presidente hoy va a una conferencia a aprender?. Existe
una página extraordinaria de Sáenz Peña que trae ese gran pensador
americanista y antiimperialista como lo fue don Manuel Ugarte, en su libro
El destino de un continente que
dice así: “La raza latina (como dijimos antes, toda la generación del
centenario se creyó el verso francés de la raza latina) atraviesa, sin duda, momentos de oscuridad y de abatimiento, que
contrastan con su pasada grandeza histórica; pero el eclipse es
transitorio y la raza que ejerció la soberanía del mundo, difundiendo su
aliento poderoso en la inmensidad de los mares y en las regiones
desconocidas e ignoradas, ha de recuperar algún día el abolengo de sus
energías, de sus iniciativas, de sus empresas y de sus glorias, moviendo
los resortes de la voluntad que son atributos de esa alma que Edmond
Demolins (educador francés que exaltó el influjo de la educación
inglesa) quiere cambiar por otra,
sin recordar que ella ha inspirado el heroísmo, la gloria y la grandeza:
exploraciones, inventos, artes y ciencias que no son patrimonio del
anglosajón y que forman el opulento inventario de la raza latina. La
tesis de Sáenz Peña es que dado que nuestros Estados ya están
consolidados podemos ahora (en 1912) no solo crear una Liga
Latinoamericana sino, sobre ella, “un derecho de gentes especial”. Que
sería aquello que le permitiría, antes que nada, construir un gran
espacio geopolítico común y tener voz propia dentro del concierto del
mundo. (1)
Cfr. En Internet: ¿Cuándo se
tomará una decisión internacional en castellano?; Deliberación y decisión; Algo sobre el poder y el poderoso; Vicente
Nario: una idea políticamente correcta (2) Cfr. Thomas Hobbes: Leviatán, cap. XVII (3) (*) Sobre Sáenz Peña se ha escrito poco y mal, sobre todo desde “el peronismo ilustrado”. Ya hace muchos años que venimos hablando de “la monserga peroniana” que está compuesta por aquellos grandes personajes que forman la oligarquía del partido peronista desde hace medio siglo. El ejemplo típico es Cafiero, su parentela y su entorno. El peronismo adocenado que siempre sale prendido en algo. “Si vais por el cementerio y veis un cirio encendido, es (cada uno ponga el acomodaticio que mejor le parezca), que de muerto sigue prendido”. (4)
Ugarte,
Manuel: El destino de un
continente, Buenos Aires, Ed. Docencia, 2008, p.48
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