EL
ELEFANTE Y LAS PULGAS
enviado
por el Centro de Estudios Evolianos
Por descuidarse
y no bañarse, un elefante andaba lleno de pulgas. Aunque se bañara
diez veces, era inútil. Como lo tenían loco, lo hacían ir para donde
querían. Envalentonadas, ellas ya se creían elefantes. Tanto
embromaron, que lo hicieron caer en un pantano, que si no pereció fue
por un milagro, que sólo de contarlo tiemblo.
Estuvo los días y las noches luchando, solamente con la trompa y los
ojitos afuera. Salió maltrecho, flaco, desmirriado, pelado y lleno de
barro. Pero eliminó para siempre la dominación de las pulgas.