En Alemania el balón, en Canadá el poder

extractado de "Tercera Linea"

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Mientras todo el mundo seguía con atención el desarrollo del mundial de fútbol en Alemania, Ottawa Canadá se convertía en un escenario que congregaba un encuentro muy diferente, el mitting planetario del poder.

Altas personalidades ligadas al mundo financiero, político, periodístico e ideológico del mundialismo se dieron cita una vez mas, este año correspondió hacer de anfitriones al hotel Brook Street Resort, un reforzado y hermético escenario para una de las cumbres de mayor relevancia y cuyos resultados repercutirán en todo el orbe.

mSus orígenes se remontan al año 1954 donde el Príncipe Bernhard de los Países Bajos, padre de la Reina Beatriz fundó el club en un hotel del mismo nombre, bajo la premisa de "aumentar el entendimiento entre Europa y Norteamérica", para esto invitó a esa primera reunión a connotados actores del mundo de las finanzas y de la política de la época, entre los que se encontraban miembros de la familia Rockefeller, Rotschild y la elite política de EE.UU. y Europa. Año tras año convoca a una nueva reunión un siempre desconocido “comité dirigente”, que bajo un completo hermetismo desarrolla a puertas cerradas y lejos de cualquier medio de prensa o exposición pública una misteriosa agenda con no mas de 100 invitados, ¿Qué hacen reunidos durante un fin de semana completo los mas importantes personeros del mundo? Según versiones oficiales las reuniones no son un ente coordinador, sino simplemente un foro de debate en donde se plantean acuerdos relativos a diferentes temas....................... sin embargo, la realidad y el sentido común indican que los altos directivos de la France Telecom, el consejero de relaciones públicas de Tony Blair, la Banca Morgan y el Primer Ministro de Dinamarca, entre otros, no se reúnen sólo a jugar al cachipun (piedra, papel o tijera), sino que muy en su estilo adelantarán escenarios y pactaran procedimientos futuros que refuercen su poder.

PODER SIN CONTRAPESOS

mUna de las máximas que proclama el actual sistema heredero de la revolución francesa es la existencia de un gobierno depositario del poder emanado del pueblo, un intrincado mecanismo que construye un sistema de pesos y contrapesos los que aseguran la soberanía del “pueblo”, la línea de progresión que han tomado los ideólogos del sistema liberal lejos de reforzar dichos elementos en favor del ciudadano común, han empoderado a una casta privilegiada muy distante del alcance de las soberanías nacionales entregando el poder a pequeños grupos de privilegiados.

Los nuevos escenarios que proporciona la mundialización posibilitan la existencia de enormes poderes con potestades omnímodas sobre elementos vitales para la subsistencia de las Naciones; las nuevas plataformas comunicacionales, la movilidad del capital y las finanzas entronizadas como la sangre que sostiene al poder, convierten en insignificantes peones a los representantes de la soberanía popular, de esta forma el manejo del mercado del cobre, del petróleo, o de cualquier recurso natural que sea preponderante para el andar del mundo recae en las manos de los mega oligarcas que rigen hoy el planeta, dejando a disposición de unos pocos el control esencial de la vida de muchos, consecuente con este cuadro es la constante aspiracionalidad de los gobernantes democráticamente elegidos, por cuanto esperan representar a esperanzadas masas de personas de forma satisfactoria, siendo al mismo tiempo como aquel felino que “se pasea repetidas veces frente a la carnicería, esperando a que los dueños de dicho establecimiento se apiaden de su persistente presencia y decidan arrojarles un pequeño despojo de carne......”

Lo acepten o no la realidad relega a los gobernantes a una discrecionalidad cada vez menor, transformando a los políticos en “administradoras del poder, que los grandes mega oligarcas desdeñan” quedando para el ciudadano promedio decidiones que cubren apenas aspectos insignificantes de sus propias vidas. Atrás quedaron los tiempos en que las disputas entre Naciones apuntaban a la tenencia de riquezas o al monopolio en el uso de las vías comerciales, hoy las naciones y sus gobernantes pugnan para obtener riquezas pero el beneficio último y el único verdadero no es para estas, sino para los grandes grupos financieros cuya única bandera es el verde oscuro de la pirámide ciclópica que aparece en el US$ dólar.Las vidas de las personas y los conglomerados nacionales pasaron a ser sustrato vital para el funcionamiento del sistema, un entramado perverso que se nutre de la esencia de las personas, a través de la seducción constante y la canalización de sus fuerzas al engrosamiento de la tecnocracia....... ¿Qué queda por hacer? Lo mismo que se hizo desde hace 2000 años.... hacer carne lo que haga trascender al alma.