MARXISMO-LENINISMO
Y FUNDAMENTALISMO ISLÁMICO
por
el Centro de Estudios Evolianos
Debido
a los permanentes piropos que se han lanzado recíprocamente el premier
iraní Ahmadineyad por un lado y Fidel Castro y Hugo Chávez por el otro,
ha habido un intento por querer poner en un plano similar a las dos
revoluciones que han acontecido en los últimos tiempos: la
marxista-leninista, de la cual se cumplen 90 años y la fundamentalista
que fuera inaugurada en 1979 por el lado del islamismo chiíta. Por
supuesto que en tales ensalzamientos y pretendidas asimilaciones no se
dice absolutamente nada del otro fundamentalismo de corte sunnita
motorizado mundialmente a través del atentado del 11S. Ello se debe a la
circunstancia de que este segundo fundamentalismo lleva a un plano más
radical las consecuencias que se encuentran latentes en tal movimiento,
poniendo así en clara evidencia que, mientras que el marxismo representa
una estereotipación y continuidad de lo que formula el capitalismo burgués,
el fundamentalismo es en cambio su antítesis absoluta. Y ello puede
percibirse contrastando sus consignas fundamentales.
1)
Marxismo y capitalismo promueven por distintos medios la democracia
en el mundo, ambos creen por igual en el dogma de la soberanía popular
impuesto por la Revolución Francesa. El fundamentalismo islámico en
cambio sostiene el califato, es decir la unidad indisoluble entre el poder
político y el religioso, concibiéndose a la soberanía como proveniente
de Dios.
2)
Marxismo y capitalismo promueven la economía, a través de sus dos
principales manifestaciones la producción y el consumo, como el destino
obligado de las personas discrepando tan sólo en los medios para obtener
tal panacea. Mientras que el capitalismo cree en la iniciativa privada, la
que por una armoniosa armonía preestablecida obtendría un estado de
Jauja universal, el marxismo cree en cambio en una economía planificada
para llegar a la misma meta. El fundamentalismo considera en vez que lo
esencial en el hombre es su dimensión divina y que es tan sólo en función
de la misma que la economía se encuentra subordinada. La consecuencia de
una sociedad de tal tipo es aquella en la que se practiquen virtudes
esenciales que son lo opuesto exacto del consumismo y la lujuria propia
del orden moderno, tales como la frugalidad y el ascetismo.
3)
Marxismo y capitalismo, como dos verdaderos hermanos gemelos, creen
en el dogma religioso de la igualdad y consideran que si ésta no existe
actualmente es a causa de las “injusticias sociales” o de la carencia
de la “educación del pueblo”. Opina que educando o distribuyendo
mejor las riquezas y eliminando toda “discriminación” será posible
alcanzar una sociedad totalmente igualitaria en la que “todos tengan los
mismos derechos”. Como praxis pedagógica propia de tal igualitarismo
que quiere implantarse en forma coercitiva a todo el mundo ha instituido
el sufragio universal en donde todos somos iguales en tanto valemos por
igual un voto, desde un genio hasta un borracho, desde un sabio hasta un
analfabeto, desde un santo hasta un delincuente, etc. Como una de las
consecuencias principales de tal igualitarismo contrario a toda naturaleza
y sentido común hoy tenemos el feminismo que consiste, en función de tal
dogma, en la degradación de la mujer a la que se le amputa de su
especificidad, al considerársela una “injusticia”, para igualarla con
el hombre. Tenemos así varios “logros” de los últimos tiempos tales
como la “mujer policía”, la “mujer barrendero”, la “mujer
boxeador” y hasta la “mujer presidenta” (sic). Obviamente que tales
“conquistas” igualitarias son realizadas en detrimento de la verdadera
naturaleza de la mujer, expresada en su función de madre, educadora y ama
de casa. En antítesis exacta con lo que las dos ideologías gemelas antes
mentadas tanto pregonan, el fundamentalismo sostiene la necesidad
irreversible de que la mujer retorne al hogar y abandone el mundo del
trabajo, el cual debe ser desempeñado prioritariamente por el hombre.
Esto repercutiría sanamente también en la economía. De cumplirse con
tal meta los sueldos del esposo deberían ser suficientes para mantener a
la familia entera, se reduciría en al menos un 50% la oferta laboral, por
lo tanto menos producción y menos consumos superfluos, menos contaminación
del medio ambiente, etc.
4)
La diferencia fundamental. Mientras que capitalismo y marxismo han
puesto como eje principal de la propia existencia esta vida biológica de
pocos instantes y perecedera, el fundamentalismo considera esta existencia
como una prueba para alcanzar la eternidad. De allí la jihad o
guerra santa para conquistar el cielo. El moderno en cambio, en tanto es
ciego hacia la dimensión de lo eterno, se siente aterrorizado ante la
irreversibilidad de la muerte, lo que trata de olvidar a través de una
serie interminable de alucinógenos, tales como las drogas, las músicas
electrónicas, y todos los chiches tecnológicos que lo entretienen y le
permiten evadir de su propio vacío existencial.
Tal
como vemos marxismo y fundamentalismo son como el agua y el aceite. Pero
en nuestro país el piquetero D’Elía, la madre Hebe de Bonafini y
tantos otros marxistas vernáculos no opinan lo mismo y han llegado a
efectuar alabanzas de la revolución iraní. Otros en cambio, desde un
terreno aparentemente opuesto y pretendidamente de “derecha” han
terminado opinando lo mismo que ellos al condenar el “terrorismo
fundamentalista” equiparándolo con el marxista, cuando los dos son
diametralmente antagónicos. El primero es para hundir de manera más rápida
y profunda a la humanidad en la ciénaga del mundo moderno, el segundo en
cambio es para rectificar el rumbo emprendido. Pero como hay personas que
para entender algo tienen que darse de narices con una pared, veamos lo
que le pasó a la hija del Che Guevara cuando quiso comprobar las
semejanzas entre la revolución de su papá y la que inaugurara el
ayatollah Khomeini, durante una reciente visita efectuada a la ciudad de
Teherán.
Walter
Preziosi
7-11-07
El
Che y Chamran no se mezclan
Una
particular conferencia en Irán con motivo de los 40 años del asesinato
del guerrillero argentino-cubano, Ernesto Che Guevara, el 9 de octubre de
1967, derivó en un rotundo fiasco.
Un intento de atraer a los hijos del guerrillero argentino-cubano Ernesto
Che Guevara, para establecer un paralelo entre la Revolución Islámica en
Irán y las revoluciones socialistas en América Latina terminó en un
completo fracaso. La conferencia "El Che como Charran",
celebrada en Teherán entre el 25 y el 29 de septiembre, fue suspendida
luego de que Aleida Guevara, hija del guerrillero asesinado en Bolivia en
1967, protestó desde el podio contra lo que consideró distorsiones de la
ideología de su padre por parte del primer orador iraní, Haj Saeed
Ghasemi. Los invitados latinoamericanos se retiraron sorpresivamente del
encuentro.
El título de la conferencia procuraba establecer desde un comienzo una
similitud entre el Che y el dirigente revolucionario islamista iraní
Mostafa Chamran, quien organizó y lideró guerrillas en diversos países
musulmanes. Chamran, ingeniero educado en Estados Unidos, ayudó al imán
chiita Mousa Sadr a fundar el Movimiento Amal, en el sur de Líbano, en
cuyas filas peleó a fines de 1970.
Designado por el ayatolá Jomeini, el entonces líder supremo iraní, como
ministro de Defensa de la recién nacida República Islámica en 1979,
Chamran organizó y lideró fuerzas paramilitares durante la primera fase
de la guerra entre Irán e Irak (1980-1988), muriendo en batalla en 1981.
"Nos sentimos responsables por toda la humanidad. La unidad es de
especial importancia para nosotros. La razón para establecer relaciones
entre nuestro grupo de estudiantes y los hijos del Che Guevara y los países
latinoamericanos es lo que tenemos en común", explicó el secretario
del Movimiento Estudiantil Pro-Justicia (PJSM), Morteza Firoozabadi, a la
agencia de noticias iraní ISNA.
"Nunca tenemos miedo a la muerte, y eso es a lo que los
estadunidenses le temen más. No pueden acusarnos simplemente citando
cosas como el terrorismo, buscando la guerra o violando los derechos
humanos. Nosotros sólo buscamos liberar a los oprimidos y restaurar los
derechos de todas las personas del mundo. Por lo tanto, no reconocemos
fronteras y no nos preocupan los nombres que los estadunidenses usen para
esto", añadió.
Organizada por estudiantes de la Universidad de Teherán, a la conferencia
asistieron en su mayoría alumnos de otras universidades, así como líderes
de grupos estudiantiles de línea dura como el PJSM, que apoya firmemente
las políticas del presidente Mahmud Ahmadineyad. Estos grupos organizan
con frecuencia manifestaciones contra EU y otros países occidentales.
Ghasemi, vinculado con los Esteshhadiyun (voluntarios para ataques
suicidas), fue el principal responsable del fracaso de la conferencia. Al
referirse a la versión traducida de un libro sobre el Che que llevaba en
su mano, dijo que el revolucionario argentino-cubano era religioso y creía
en Dios. "La población de Cuba, Fidel Castro y el Che Guevara nunca
fueron socialistas o comunistas. Fidel admitió varias veces que él, el
Che y el pueblo de Cuba odiaban a los soviéticos por todo lo que habían
hecho", afirmó.
"El comunismo ha sido lanzado en la papelera de la historia como
predijo el ayatolá Jomeini", dijo Ghasemi en la conferencia, y añadió
que la única forma de salvar el mundo era a través de un
"movimiento religioso y pro-justicia". Pero Aleida Guevara,
hablando "en nombre del pueblo de Cuba", respondió indignada en
su discurso a las afirmaciones de Ghasemi. "Somos una nación
socialista", señaló, y subrayó que el pueblo cubano está
agradecido con la ahora desaparecida Unión Soviética, y que nunca hubo
desacuerdos entre Moscú y La Habana, como sugirió Ghasemi. Guevara le
aconsejó al iraní "acudir siempre a las fuentes originales y no a
traducciones que se pueden encontrar sobre las creencias del Che".
"Mi padre nunca habló de Dios. Nunca conoció a Dios. Mi padre sabía
que no había una verdad absoluta", añadió.
La cobertura de su discurso por parte de las agencias de noticias
estatales como ISNA fue breve, y muchas excluyeron las críticas que hizo
a Ghasemi. En una reunión posterior con estudiantes de la Universidad de
Tecnología Amir Kabir, donde los grupos izquierdistas son particularmente
fuertes, Camilo Guevara, también hijo del guerrillero, respaldó lo que
su hermana había dicho en la conferencia, informó ISNA.
El otro orador principal en la conferencia, Mehdi Chamran, hermano de
Mostafa Chamran y presidente del Concejo de la Ciudad de Teherán, evitó
referirse al Che Guevara o a su ideología. "La promoción del
presidente Ahmadineyad de vínculos más estrechos con algunos países
latinoamericanos como Venezuela, Cuba y Bolivia requerían algún tipo de
identificación de este tipo de ideas islamistas militantes con las de los
izquierdistas en América Latina", dijo a la prensa una estudiante de
izquierda de la Universidad Amir Kabir que prefirió permanecer en el
anonimato. "Ahmadineyad ha visitado varios países latinoamericanos
durante los últimos dos años. También trajo aquí al presidente
venezolano, Hugo Chávez y al nicaragüense, Daniel Ortega. Pero creer en
el socialismo es considerado un delito en el Estado islámico, que se
castiga con la muerte", agregó.
"Ortega y otros líderes izquierdistas deben aclarar cuál es su
posición sobre sus relaciones con Irán. Nos sentimos traicionados
cuando, por el beneficio económico de sus países, deciden apoyar a
extremistas de derecha y fascistas como Ahmadineyad", dijo.
Tras el discurso de Aleida Guevara, los organizadores fueron criticados
por sus propios camaradas. "Es loable recordar al Che Guevara como
figura revolucionaria. Pero nosotros somos musulmanes y él no. La
diferencia siempre permanecerá", dijo a ISNA el líder de la Milicia
Estudiantil de la Universidad de Shahed, Mohammad Sedaghat.
"Chamran era un revolucionario chiita musulmán, en tanto que el Che
Guevara era totalmente ateo. Lo único que tenían en común era su espíritu
de lucha contra la injusticia. Para elegir amigos debemos tener otro
criterio, como escoger a los que aman a Dios, más que a los que odian a
EU", opinó.
Por su parte, el activista estudiantil reformista Mohammad Jaffar Irani,
dijo a ISNA que el mismo grupo que organizó la conferencia siempre había
considerado al Che Guevara un ateo. "Los organizadores del encuentro
eran partidarios de la línea dura de Ahmadineyad que no tienen nada en
común con los izquierdistas, ni siquiera con los izquierdistas islámicos
de los comienzos de la revolución.
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