EL GHETTO DE GAZA UN AÑO DESPUÉS DE LA MATANZA: NUESTROS GOBERNANTES SON CÓMPLICES DE LA BARBARIE ISRAELÍpor Silvia Cattori
El 27 de diciembre de 2008 ochenta bombarderos F16 de las fuerzas aéreas israelíes lanzaban en tres minutos más de cien toneladas de explosivos mientras iban del norte al sur, de Beit Hanoun hasta Rafah. Era el inicio de la bárbara agresión llamada «Plomo fundido», el inicio de una guerra criminal contra un pueblo indefenso que en tres semanas iba a provocar 1.400 muertos de los cuales 400 fueron mujeres y niños, 5.300 heridos, mutilados, de los cuales 2.400 son mujeres y niños, y decenas de miles de personas sin casa, todo ello en el seno de una población civil ya exangüe tras los largos meses de cierre de Gaza por parte de Israel, un bloqueo total que les había privado de alimentos y de todos los productos necesarios, como medicinas, gas y fuel, en violación de todas las convenciones internacionales. Hoy, un año después de este diluvio de fuego que devastó todo, la población de Gaza, debilitada y exangüe, trata desesperadamente de sobrevivir en medio de las ruinas y de las privaciones. Los hospitales carecen de medicamentos y de piezas de recambio. Las estructuras de traída de agua potable y de evacuación de las usadas están en un estado deplorable. La situación sanitaria pone en peligro la salud de la población. Israel bloquea también la entrada de los materiales necesarios para la reconstrucción. El dejar hacer por parte de Occidente, que protege al Estado canalla de Israel en vez de marginarlo de las demás naciones, es un inmenso escándalo. Un millón y medio de personas (más de la mitad son niños) viven indefinidamente asfixiados, encerrados a la vista de todo el mundo en lo que Israel ha transformado en una espantosa prisión por medio de su bloqueo hermético. ¿Y qué hacen ante esta situación nuestros cobardes gobernantes a los que tanto les gusta presentarse como defensores de los derechos humanos? Absolutamente nada. No quieren hacer nada para obligar a Israel a acabar con el mayor y más terrible crimen contra la humanidad de nuestra época: el ghetto de Gaza. Un ghetto que encarna el martirio de todo un pueblo dejado al abandono, un martirio que se desarrolla ante los ojos de nuestros gobernantes mientras permanecen callados a pesar de tener medios para actuar, medios para hacer que se oiga su voz. Es imperdonable. Y es un escándalo adicional para millones de personas que se solidarizan con la población en peligro de Gaza. A pesar de los muchos llamamientos de personalidades eminentes, a pesar de los gritos de alarma de diversas instancias de la ONU, a pesar del informe Goldstone que denuncia los crímenes de guerra cometidos por el ejército israelí, nuestros gobernantes se niegan a ejercer la menor presión real sobre Israel para acabar con esta situación escandalosa. Decenas de miles de ciudadanos indignados por esta injusticia han empezado a ponerse en movimiento y a actuar para tratar de romper este bloqueo mortal infligido a la población de Gaza. Han partido por mar o por tierra. Actúan para aislar a Israel como antaño se aisló a la Sudáfrica del apartheid. Denuncia a todos los Estos que directa o indirectamente son cómplices y que se mofan de la opinión de sus pueblos. El gobierno de mi país [Suiza], así como todos los gobiernos que colaboran con Israel y permiten que permanezca impune, son cómplices de los castigos colectivos que Israel impone a un millón y medio de personas por medio del asedio a Gaza. Algunos gobiernos participan directamente en este asedio, como los gobiernos estadounidense y francés que en estos momentos se afanan por sellar la frontera sur de la franja de Gaza por medio de un muro metálico subterráneo destinado a cerrar todos los túneles a través de los cuales todavía logra llegar a la población un poco de comida y destinado también a matarla de hambre con la esperanza de que ésta acabe volviéndose contra Hamás. En otras palabras, por razones políticas se asocian cínicamente a un castigo colectivo que viola extremadamente el derecho internacional. Y se asocian a la política represiva del dictador egipcio Hosni Moubarak, que se las ingenia para multiplicar los obstáculos al paso hacia Gaza de los convoyes humanitarios organizados por voluntarios internacionales. En este mismo momento, tras un largo periplo por Bélgica, Luxemburgo, Alemania, Austria, Italia, Grecia, Turquía y Siria, los 150 vehículos y 400 personas del convoy de ayuda humanitaria «Viva Palestina 3» , que salieron de Londres el 6 de diciembre, se encuentran bloqueados en Aqaba, Jordania, puesto que desde hace dos días se les prohíbe la entrada en Egipto y los participantes se disponen a empezar una huelga de hambre para conseguir paso. Es un gran acontecimiento del que nuestra prensa no dice ni una palabra, como es habitual cuando se trata de denunciar la situación que se ha impuesto a Gaza. El diputado británico George Galloway, que viaja con el convoy, declaró: «Israel mantiene el asedio a Gaza desde hace tres años y medio en violación del derecho internacional. No ha dejado entrar ninguna ayuda o material para la reconstrucción tras su ataque de principios de año. Nuestro convoy está decidido a romper el asedio para aportar la ayuda necesaria. En nuestro campamento, en Aquaba, la moral está alta y no iremos a ninguna parte que no sea Gaza». Sólo la presión de la opinión pública podrá finalmente obligar a Egipto, asociado a Israel en el bloqueo a Gaza, a abrir las puertas del infierno y a obligar a los gobiernos occidentales y a sus aliados entre los dictadores árabes a abandonar su complicidad criminal y a actuar por fin para que se sancione a Israel. Las manifestaciones organizadas desde el 27 de diciembre hasta mediados de enero para acompañar la campaña internacional «Marcha de la libertad» muestran el camino que hay que seguir. ¿El valiente y admirable compromiso de miles de ciudadanos de 42 países que se está desarrollando en estos momentos como una irresistible oleada será suficiente para obligar a nuestros gobiernos a actuar por fin? ------ Lea en Metapedia: Franja de Gaza y Muro de Cisjordania
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