(en español y en portugues)

GRITE !!

por Walter Romero

Este nota la escribí el año pasado. Pero debido a que en Brasil -en los últimos meses- se han destapado tantos casos de corrupción tan nauseabundos que hasta el ex-presidente Collor de Mello, que fue echado a patadas por corrupto, parece la Madre Teresa de Calcuta, he decidido publicarlo nuevamente. Y el brasilero, en general, observa impávido como suceden los hechos frente a sus propias narices. Sin reaccionar.

    J

¿Usted se acuerda de la primera vez que habló desde un celular ? ¿No fue lo máximo ? Hoy el celular es rutina. Es parte de nuestras vidas y nadie más le da tanta importancia. El trato diario con el celular banalizó ese aparatito fantástico.

Una vez escribí un artículo sobre una experiencia que tuve en un hospital cuando un médico, friamente, me comunicó que mi vecino habia muerto. Nunca me conformé con aquella frialdad demostrada por el profesional. Después, reflexioné que lo que era novedad para mí, era rutina para aquel médico. El trato diario con el dolor banalizó las tragedias.

Hubo un tiempo en que los asesinatos, violaciones y secuestros eran tratados como escándalos. Hoy, son noticias comunes. Hasta mismo esperadas. Nadie más se espanta. El trato diario con las tragedias banalizó la violencia.

¿Y las peleas en las canchas de fútbol? ¿Y los niños abandonados en las calles ? ¿Y la corrupción en la administración pública ?

Es así que las personas funcionan. Por más incómoda que sea la situación, al estar en contacto frecuentemente con ella, creamos familiaridad con la misma. Y la familiaridad, banaliza. Y aquello que algun dia fue un escándalo, se convierte en "normal".

Pues lo que tengo visto en Brasil es exactamente eso. La banalización generalizada en sectores importantes, terminando por matar nuestro sentido de indignación. Preferimos reir a indignarnos...

Agarrar a un tipo con dolares -producto de coimas- en el calzoncillo; después a otro con 7 valijas repletas de dolares; después al Sr. Valerio sacando de su cuenta bancaria más de mil millones de reales. Los "lugartenientes" de Lula envueltos en los peores casos de corrupción de la historia brasilera. El mismísimo hijo de Lula envuelto en un caso de tráfico de influencia. Y así va. Y vamos tratando la corrupción como algo "normal". Y decimos resignados: "Ah, Brasil es así...."

Y ahí cuando un tipo -cansado de aguantar- hace un escándalo con el cajero del banco por haber esperado en la fila casi una hora para pagar una cuenta, lo censuramos por "escandaloso". No se puede creer....

El brasileño debería aprender nuevamente a escandalizarse. Debería escandalizarse por todo lo que le molesta. Y la corrupción debería nuevamente molestarle. Como antes. Escandalizarse. Y el escándalo se convierte en grito. Y el grito se convierte en movilización. Y la movilización se convierte en acción. Modificar el comportamiento para modificar al Brasil.

Pues aquí va mi recomendación: Antes de "tomarlo con soda", o de conformarse o de levantar los hombros en señal de "¿qué puedo hacer?", antes de eso.... ¡ESCANDALÍCESE!

Apenas escandalícese. Silenciosamente. Allá, en el fondo del alma. Sienta aquel gusto extraño en la boca. El corazón latiendo fuerte. La furia tomando cuenta de su cuerpo. La rabia acumulandose. Y para desahogarse....¡¡¡GRITE !!!

Quien esté cerca suyo pensará que usted es loco. No se caliente. Es así que comienza...

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GRITE !!

Por Walter Romero

   D

Você se lembra da primeira vez que falou num celular? Não foi o máximo? Hoje celular é rotina, faz parte de nossas vidas e ninguém mais repara neles. O trato diário com o celular banalizou esse aparelhinho fantástico.

Uma vez escrevi um texto sobre uma experiência num pronto-socorro, quando um médico friamente me comunicou que meu vizinho havia morrido. Jamais me conformei com aquela frieza. Depois refleti que o que era novidade para mim, era a rotina daquele médico. O trato diário com a dor, banalizou as tragédias.

Houve um tempo em que assassinatos, estupros e seqüestros eram tratados como escândalos. Hoje, são notícias comuns, até mesmo esperadas, jogadas em nossas salas de visita diariamente. Ninguém mais se espanta. O trato diário com as tragédias banalizou a violência.

E briga em campo de futebol? E menor abandonado nas ruas?  E corrupção no serviço público?

É assim que a gente funciona. Por mais incômoda que seja a situação, ao lidar com ela freqüentemente criamos familiaridade. E familiaridade banaliza. E aquilo que um dia foi um escândalo, vira normal...

Pois o que tenho visto no Brasil é exactamente isso. A banalização generalizada em setores importantes, acabando por matar nosso senso de indignação. Preferimos rir a nos indignar...

Pegaram um cara com dólar na cueca. Depois outro com sete malas. Aí o tal Valério movimentou mais de um bilhão...As "maõs direitas" de Lula envolvidos nos piores casos de corrupção do pais. E o proprio filho de Lula envolvido num caso de trâfico de influencia. E vamos tratando a corrupção como algo endêmico, conformados: "Ah, mas o Brasil é assim mesmo"...

Aí, quando um sujeito faz escândalo com o caixa do banco ao ficar 30 minutos na fila, censuramos o escandaloso, não é? Pois é aí que pega.

O brasileiro deveria reaprender a se escandalizar. Devía ficar escandalizado com as demostrações de desleixo, mal carácter, burrice, com tudo aquilo, enfim, que nos incomoda. E o escândalo vira berreiro, o berreiro vira mobilização, a mobilização vira ação. Mudar o comportamento para mudar o Brasil.

Pois aqui fica minha recomendação. Antes de xingar, achar graça, conformar-se, o fazer uma piada, antes disso...ESCANDALIZE-SE!!

Apenas escandalize-se, silenciosamente, lá no fundo da alma. Sinta aquele gosto estranho na boca, o coração batendo forte, a fúria tomando conta de seu corpo. E pra desabafar...GRITE !!!

Quem estiver perto pensará que você é louco. Fique frio. É assim que começa....