SOBERANÍA
EN PELIGRO
por el Cnel. Carlos Silva Valiente
periódico Nación - Uruguay http://www.nacionuruguay.blogspot.com/
La
globalización en las últimas décadas ha configurado una situación de
dominio de los países desarrollados hacia los no desarrollados.
Las políticas económicas de los países más poderosos utilizan a los organismos económicos internacionales, controlados por ellos mismos, para atacar las diferentes formas de proteccionismo que pudieran adoptar los más débiles. Por otra parte ellos- los poderosos- no cumplen con los principios que impulsan y todos sabemos de la protección que dan a sus productos para competir deslealmente contra los débiles. Es muy cierto que la globalización no se puede evitar en su totalidad, ya que en el campo de la tecnología fundamentalmente debemos considerar que hay que negociar muchas cosas, incluso la tecnología que producen los más débiles.
ORGANIZACIONES
INTERNACIONALES QUE NOS AFECTAN
Desde
hace mas de 30 años los desarrollados establecen por vía de la
Organización Mundial del Comercio, el Fondo Monetario Internacional y
el Banco Mundial, políticas económicas para los países más débiles.
Estas
tres patas del poder económico deben ser conocidas y bien analizadas
para poder entender la forma de dominio que ejercen unos sobre otros. Es
muy interesante al respecto leer la obra “El malestar en la
globalización” del Premio Nobel 2001, de Economía Joseph E.
Stiglitz, que si bien no compartimos en su totalidad constituye una base
importante para entender cómo estos organismos han generado crisis económicas
impresionantes en los países con economías débiles.
En
nuestro caso es muy claro el esfuerzo que hacen para que se concreten
las privatizaciones de las empresas del Estado, que se achique el mismo
gastando menos en jubilaciones y reformando cajas, disminuyendo los
sueldos públicos, promoviendo la desarticulación de las Fuerzas
Armadas con propuestas de hasta eliminarlas, u obligando al pago de
onerosos derechos de propiedad intelectual que hacen más costosos los
productos indispensables para la salud y la producción retrasando
nuestro desarrollo intelectual y material.
La
política de los poderosos también trata de anular los intentos de
creación de bloques como el MERCOSUR que generarían espacios mucho más
difíciles de dominar. Este es el verdadero sentido de impulsar el
famoso TLC y acuerdos bilaterales entre EEUU y los países de América
del Sur u otras regiones.
Hasta
aquí analizamos la problemática de una política internacional que
subrepticiamente afecta a nuestra soberanía e independencia. Ha llegado
esta intervención a obligar a dictar leyes especiales en el parlamento,
como en la crisis del 2002, para lograr apoyos económicos esenciales
que permitieron sobrevivir al default.
LOS
GERENTES NACIONALES DEL PODER INTERNACIONAL
Los
gerentes nacionales de estas políticas de dominio los encontramos
dentro del sistema político nacional. Estos pequeños virreyes del
imperio son reclutados de variadas formas y generalmente terminan
desempeñando cargos en los organismos que detallábamos anteriormente o
en sus colaterales. Es por esa razón que los nombramientos de los
ministros de economía, de muchos países, son realizados en el exterior
en el lugar de residencia de estos centros económicos, evidenciando su
aval. Esta costumbre no es sólo del Uruguay y estos ministros de la
globalización rápidamente cambian de discurso: si antes decían no ser
partidarios del pago de la Deuda Externa, cuando llegan a su nuevo cargo
la pagan más rápido que temprano. Si antes entendían que las
jubilaciones no debían ser gravadas, ahora entienden que hay que
ponerles un IRPF.
Todos
los gobiernos de turno, en los últimos 30 años, han servido a los
intereses globalizadores y la única política de estado que han
sostenido, como hemos expresado en otros artículos, es la económica,
pese a sus supuestas diferencias ideológicas.
EL DEBILITAMIENTO DE LA SOCIEDAD PARA PERMITIR LA DOMINACIÓN.
No
debemos olvidar que además de todo esto las políticas de dominio
buscan la desintegración de la sociedad, de la familia y
particularmente de las Fuerzas Armadas. Nos llevan al consumismo
desmedido, a la falta de seguridad pública defendiendo los DDHH de los
delincuentes en lugar de los de la ciudadanía, promoviendo el aborto,
las desviaciones sexuales o los llamados derechos de género, olvidando
el preponderante papel educador de la mujer en la sociedad y la familia,
que difícilmente puede cumplir el hombre.
La
finalidad última es debilitar y desintegrar la sociedad que sin Fuerzas
Armadas es fácilmente dominada por estos centros de poder esclavizantes
y sus representantes criollos.
La pregunta es, cuál es la función del marxismo dentro del sistema político actual. Como siempre y desde que los centros económicos mundiales impulsaron el marxismo en la ex - Unión Soviética la finalidad última es dividir para gobernar. Dividir para gobernar dentro de las naciones y dividir para gobernar la comunidad de naciones.
LA
FORMA DE ENFRENTAR LA AGRESIÓN
En definitiva y para no extendernos concluimos en que:
a) Existe un sistema económico globalizador que limita la soberanía de las naciones y promueve políticas antinacionales de saqueo.
b) El sistema político nacional, salvo excepciones de individuos responde a las líneas internacionales que benefician personalmente a sus integrantes sin importar su ideología.
c) Los objetivos de guerra psicopolítica que seleccionaron son la desintegración social, familiar y prioritariamente de las Fuerzas Armadas para eliminar resistencias. La herramienta principal para conducir la desintegración social es el socialismo marxista que actúa destruyendo el tejido social de la patria.
d) La única forma de contrarrestar estas acciones psicopolíticas internacionales es uniendo a los ciudadanos hartos de estas maniobras y del sistema político actual en lo que llamamos Movimiento Nacional Artiguista.
e) Este movimiento a su vez debe agrupar en un Frente Político Nacional a los sectores sindicales y sociales de toda la sociedad para alcanzar un Segundo Proceso de Independencia Nacional desplazando a los gerentes internacionalistas.