...Y HUNGRIA SOÑO LA LIBERTAD por Begoña M. (Mahón - España) Ayer se cumplieron 50 años de la heroica revuelta del pueblo húngaro contra la genocida Unión Soviética. La revolución húngara estalló el 23 de octubre de 1956 y fue liquidada por los tanques soviéticos el 4 de noviembre. Fue el primer levantamiento contra Moscú entre los países satélites del Kremlin. Los enfrentamientos dejaron más de 2.500 muertos y provocaron el éxodo a diversos países de unas 200.000 personas que en su gran mayoría no volvieron a su país natal. Hace aproximadamente unos 20 años un camarada español escribió el siguiente artículo que vale la pena leerlo nuevamente: "La televisión española, no deja pasar ocasión para recordarnos los aniversarios de revoluciones marxistas. Como en el caso de Nicaragua o Cuba y demás naciones subyugadas por la tiranía marxista. En cambio apenas hay un recuerdo, una mención o una reseña para la jornada inmarchitable del 23 de octubre de 1956, en que un puñado de jóvenes estudiantes encendieron la mecha que se propagó por todo el pueblo. Fue la rebelión frente al gigante. Un pueblo, el húngaro, harto de miseria, de opresión, de checas y de alambradas, se lanzó a la calle al grito de LIBERTAD ! Entonando el himno "Talara Nagyar" miles de patriotas húngaros asfixiados por la bota soviética y armados con palos, machetes y escasas armas de fuego se enfrentaron a los mostruosos tanques rusos, que tuvieron que invadir Hungría ante la postura de los soldados húngaros que hicieron causa comun con el pueblo. En casas, hoteles y escuelas la juventud húngara, hizo frente a las criminales AVO (policía secreta húngara) y a las tropas tártaras y siberianas que Moscú desplazó a Hungría, ante el temor de la indisciplina de los soldados rusos blancos. La juventud húngara se alzó contra la opresión y exigió la libertad. Ni una sola de las "democracias occidentales" salió en su defensa, ni un sólo pelotón de la OTAN se movió, como no se movió nadie para detener el avance comunista en Afganistán, Angola, Checoeslovaquia o Polonia. Del heroísmo húngaro nos da fé el artículo aparecido en El Alcazar el 27 de octubre de 1985 y firmado por J.L. Gomez Tello: "El más joven, Sandor, tenía 16 años y había perdido a su padre en la guerra. Cuando los tanques se precipitaron hacia ellos, el adolescente gritó: Son cinco. Un tanque para cada uno. Saltó sobre el caparazón de acero de uno de ellos y le arrojó una granada por la torreta, haciendo saltar en una deflagración terrorífica al tanque. Así murieron centenares de Sandor". En el pedestal de la estatua al Soldado-Poeta una mano escribió lo siguiente: "23 de octubre de 1956. Libertad o Muerte". No pudo ser lo primero y fue inevitable lo segundo. La juvendud húngara y con ella un sin fin de nacionalistas revolucionarios cayeron por su Patria y por Occidente. Nosotros no lo hemos olvidado".
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