INDIGENISMO
HISPANOFÓBICO O UNIDAD LATINOAMERICANA por Jorge E. Camacho Ruiz
Hoy
nuevamente nos reunimos a conmemorar la llegada de Don Cristóbal Colón,
a lo que posteriormente se llamaría América. Acontecimiento que para
unos será una epopeya, mientras que para otros una tragedia. Pero la
historia no es lo que deseáramos, sino la estricta realidad del accionar
humano, y la humanidad, según el Génesis, desde la caída de nuestros
primeros padres no se ha caracterizado por ser perfecta. Pero
más allá de las interpretaciones históricas y nuestras opciones o
preferencias. La llegada de Colón, significo el encuentro de dos mundos y
la fusión y nacimiento de uno nuevo. Y éste nuevo mundo es lo que somos.
Lo que no podemos negar son nuestras raíces, porque sería como negarnos
a nosotros mismos. Por nuestra sangre fluye el aporte de dos mundos, que
no podemos desconocerlos, si lo haríamos, nos perderíamos, no sabríamos
de donde venimos y entonces no sabríamos hacia donde dirigirnos. A
este día que hoy conmemoramos, en algún momento de la historia de
nuestras Españas, y decimos Españas, según la vocación imperial,
porque era abarcativo de las regiones de España, y de las diversas razas
que ésta contenía, pensemos no solamente en los castellanos, recordemos
a los vascos, los catalanes, los gallegos, etc., por todo ello decidieron
denominar a esta fecha como el “Día de De
modo que si en la actualidad la palabra “Raza” adquiere otro contexto,
por la manipulación mediática de ciertos ideólogos, no fue el que
estaba presente en la mentalidad, en la idea, de los hispanistas. Hoy
existen algunos ideólogos que insisten en que veamos nuestro pasado como
si fuéramos tuertos, se ha instalado en estos últimos años una moda el indigenismo
que lo festejamos como justo y reivindicativo en la medida que no oculte
solapadamente una furiosa hispanofobia que desemboque en un peligroso
racismo secesionista o separatista, el problema de esta tendencia es que
el único malo de la película, resulta ser el conquistador español, y
ahora también, los criollos, sean blancos o mestizos. No recuerdan que en
En
otras épocas, digamos en tiempos en donde regía el liberalismo
positivista, la moda de entonces, era al revés, debía verse a los
perversos, entre los malones indios, y que había de exterminárselos para
terminar con la barbarie y así arribaríamos a las luces del progreso y
de la moderna civilización occidental. Resulta
que ambas postura carecen de objetividad histórico-antropológica, porque
malos y buenos han existido en todos los espacios, tiempos y razas. Pero
claro siempre resulta más fácil, para los espíritus mediocres
encapsular los hechos históricos con una mirada maniqueísta. Los hechos
del pasado no se pueden juzgar con los ojos de nuestro tiempo, ni con
versiones tergiversadas, ni con lecturas superficiales, simplificadas,
reduccionistas. España
pudo haber tenido virtudes y defectos, aciertos y errores, pero no tuvo
empacho en unir su sangre con el natural de América. ¿Lo hicieron los
anglosajones? Éstos ¿Cuántos pueblos originarios hicieron desaparecer
en Y
los hispánicos, en cambio ¿Cuántos naturales lograron conservar en
comparación con aquellos en todo Latinoamérica? Por
otra parte: ¿Pudo un grupo reducido de españoles imponerse en todo un
continente desconocido sin la alianza de los mismos pueblos originarios? Y
¿Por qué muchos de esos pueblos prefirieron a los españoles que a sus
propios hermanos originarios? ¿No será que el totalitarismo antropofágico
de los “originarios” era tan funesto que prefirieron a los recién
llegados? Pretende
la hispanofobia ¿Qué somos miopes o tontos? ¿Qué sientamos vergüenza
de nuestros antepasados? ¿Qué decretemos el final de la portación de
nuestros apellidos hispánicos? ¿Qué decretemos la abolición del
castellano? ¿Qué renunciemos a ¿Qué
indígenas, criollos, mestizos e inmigrantes, que desde los tiempos de
nuestra independencia hemos decidido vivir en paz y unidos en este
continente, ya no nos veamos como hermanos del gran espacio
Latinoamericano? Estemos
advertidos y alertas ante esta nueva onda hispanofóbica porque se
sospecha que hay una potencia históricamente enemiga que pretende un
enfrentamiento étnico para fragmentar los actuales Estados
Latinoamericanos, un adelanto pequeño de muestra de esas intenciones lo
hemos visto no hace mucho, en nuestro vecino país en Bolivia. Latinoamérica
o Iberoamérica es el nuevo mundo que surgió como resultado del encuentro
entre el viejo y el nuevo continente. En este espacio del mundo floreció
un crisol de pueblos y de razas,
que más allá de sus diferencias, debemos comprometernos en conservarlos,
seguramente es el continente de la esperanza para un mundo venideramente
nuevo, no seamos incautos, no nos dejemos entrampar ni engañar por
aquellos loros mediáticos repetidores de historietas novedosas que jamás
las profundizaron y que fueron armadas por cerebros de otras latitudes que
planifican y practican por determinadas décadas políticas de
alineamiento y dominio. América Austral es el continente de la esperanza
que habrá de inaugurar en el futuro una nueva y renovada civilización. En
este año del Bicentenario, ante siniestros proyectos globales que
intentan fracturar nuestras Patrias, debemos permanecer alertas y unidos,
y renovar nuestra fraternidad latinoamericana, atendiendo atentamente el
consejo de Martín Fierro: “Los hermanos sean unido en cualquier tiempo
que fuera, esa es ley verdadera, porque si los hermanos se pelean los
devoran los de afuera”. |