La
coalición de instituciones civiles para la defensa de los derechos de
los habitantes de Jerusalén, dijo que las autoridades israelíes que
ocupan ilegalmente esta ciudad continúan cometiendo infracciones
graves al Derecho Internacional.
Las infracciones incluyen violaciones a la ley humanitaria
internacional, de las convenciones de Naciones Unidas, y de la
Declaración Internacional de Derechos humanos. La coalición publicó un
informe mensual con la cooperación del Centro para la Democracia y
Derechos humanos de Jerusalén.
Las Fuerzas de Ocupación Israelíes continuaron su política de
confiscación de la tierra palestina, construyendo y expandiendo los
asentamientos ilegales, la construcción Delmiro del Apartheid y la
confiscación de 1.328 Dunams de la Aldea de Anata en Jerusalén
Oriental.
El Muro del Apartheid está casi completo en la orilla de Jerusalén,
aislando a residentes de esta ciudad de las escuelas y de los centros
médicos.
El informe indicó también que los granjeros de las ciudades vecinas de
Beit Jala y de Belén no pueden desplazarse a la ciudad para vender sus
aceitunas y otros productos agrícolas, que usualmente vendían en
Jerusalén. Con la construcción de caminos de uso exclusivo para los
colonos, la actividad económica se ha visto absolutamente prohibida.
La libertad de culto ha sido violada. El acceso a la Mezquita del Al
Aqsa es un imposible para cientos de miles de palestinos,
contradiciendo la Declaración Internacional de Derechos Humanos que en
el Artículo 53 del Protocolo de la Convención de Ginebra de 1977
prohíbe los actos hostiles contra lugares de culto.
Es considerado también un crimen de guerra bajo el Artículo 8 Párrafo
B del Estatuto del Juzgado Penal Internacional de 1998 el dirigir
intencionalmente los ataques contra edificios dedicados a la religión.
Las fuerzas israelíes rodean diariamente la Mezquita de Al Aqsa y
previenen a la mayoría de los palestinos de entrar, especialmente los
viernes que es el día sagrado del Islam.
Las demoliciones de casas continuaron en Anata y Beit Hanina. Desde
1967 las fuerzas israelíes han estado derribando hogares palestinos en
Jerusalén en contravención al Artículo 53 de la Cuarta Convención de
Ginebra. Durante el día en que se estaba presentando el informe las
fuerzas israelíes detuvieron a 10 palestinos de los cuales cuatro eran
niños.
Jerusalén es uno de los ejemplos más terribles del lento pero
permanente proceso de limpieza étnica, según el informe de la
coalición que manifiesta su confianza en el derecho internacional.