INSÓLITO: EN TUCUMÁN "APARECIÓ EL TESTIGO DESAPARECIDO"

por Luz García Hamilton  -  Periodista, licenciada en Comunicación Social

especial para "Periodismo de Verdad"

 

Organismos de DDHH alertaron en la mañana del miércoles sobre la desaparición de un “sobreviviente de la represión” que ese día debía presentarse en la Justicia Federal a declarar en las causas sobre el funcionamiento del centro de detención y exterminio en el arsenal Miguel de Azcuénaga. Policía y Gendarmería se abocaron a la búsqueda y lo encontraron en la casa de un familiar. El Juez Bejas pide protección para los testigos de causas de lesa humanidad. Pero, ¿Quién protegerá a las familias de los acusados y a sus testigos que también aseguran, sufren agravios y amenazas?

Gran revuelo hubo en Tucumán en la mañana del miércoles cuando la abogada querellante en la causa sobre “funcionamiento de un centro de detención y exterminio  en el predio del ex Arsenal Miguel de Azcuénaga”, alertó a las autoridades de la Justicia Federal que Orlando Américo González quien debía a presentarse como testigo clave en la Fiscalía Federal, “había desaparecido y que podíamos estar ante un caso como el de Julio López II”

González dice ser un “sobreviviente de la represión ilegal y haber estado detenido en el centro clandestino “Arsenal Miguel de Azcuénaga”. Según la abogada Laura Figueroa, querellante en el juicio, se trata de un testigo clave en el proceso judicial contra el ex comisario Orce.

El Comisario Orce está acusado de la desaparición de los dirigentes comunistas Víctor Hugo González, Carlos Raúl Osores y María Celestina González, y del secuestro de Graciela Osores, Eduardo Osores y Orlando Argentino González. Orse estuvo detenido en Villa Urquiza y fue trasladado a otro destacamento luego de la presentación de un Hábeas Corpus presentado por la defensa. Según su familia, los testigos que declararon  tenían en el momento de los hechos 5 y 13 años y declararon recién el año pasado.

El miércoles el testigo, un obrero de 63 años,  debía presentarse en Fiscalía Federal pero no apareció. Según su familia había salido de la casa el día anterior y no habían tenido más noticias de él por lo que estaban asustados ya que según la abogada, había recibido intimidaciones y amenazas.

A todo esto la familia de Orce, el comisario preso, estaba desesperada ya que según algunas fuentes confiables “culpaban” al ex comisario de haber planeado desde la  cárcel la desaparición del testigo para evitar que declarara en su contra. Nadya Orce, la hija del comisario afirmó que ellos estaban conmocionados y denunció las agresiones que sufre constantemente por defender a su padre.

Finalmente y tras muchos dimes y diretes que suenan cuanto menos sospechosos, el testigo González a quien Policías provinciales y Federales más Gendarmería Nacional buscaban por toda la provincia mientras en el país crecía la versión de “otro testigo clave desaparecido” apareció en la casa de un familiar, en Villa Angelina en donde se había alojado desde el día anterior “sin avisar”, motivo por el cual junto a la abogada Laura Figueroa debieron aclarar ante el Juez Mario Racedo la situación.

Ahora el juez Bejas pide protección para los testigos. Pero ¿Quién protegerá a los familiares de los acusados de represores y a sus testigos?

Un día después de la aparición del testigo supuestamente desaparecido que en realidad estuvo 30 horas en lo de un familiar, el Juez  Subrogante Daniel Bejas quien investiga más de 400 causas sobre Derechos Humanos , visitó al Gobernador José Alperovich en su despacho y ambos consensuaron la creación de una fuerza especial de la Policía provincial que tendrá a su cargo la custodia de testigos de delitos de lesa humanidad.

Más allá de si habrán existido ó no estos centros clandestinos de detención, de si los testigos podrán aportar pruebas válidas o del grado de credibilidad que puedan tener, desde Periodismo de Verdad nos manifestamos una vez más en contra de cualquier tipo de violencia, repudiamos los excesos cometidos POR UNO Y OTRO GRUPO y reclamamos una JUSTICIA INDEPENDIENTE que nos permita conocer LA VERDAD y poder reconciliarnos para construir una Argentina en paz. No nos cabe a nosotros juzgar si los testigos son confiables ni muchísimo menos quien tuvo la culpa ni si las condenas son justas ó no, cada uno puede tener su punto de vista, su vivencia del tema, hasta su ideología, todo eso es respetable y respetamos, siempre lo manifestamos, a unos y a otros, a todos los que han sufrido algún tipo de exceso y también a quienes piensen diferente. Pero queremos confiar en la justicia, queremos un país en donde todos tengan los mismos “derechos humanos”, en donde  se juzgue a unos y a otros, en los que no se premie o se castigue según la ideología de ningún gobierno de turno, una Justicia con independencia y criterio que sepa entender que también delitos cometidos por la guerrilla pueden enmarcarse como delitos de lesa humanidad porque el dolor como repitió una y otra vez la viuda del Capitán Viola a quien le asesinaron brutalmente su hijita de 3 años, no conoce ideologías y es brutal en cualquier caso.

Ayer el Doctor Bejas solicitó protección para los testigos de causas de delitos de lesa humanidad  y está bien si él lo considera necesario, pero no se olviden de las familias de los acusados, de quienes cumplen condena, de quienes están sospechados de haber cometido excesos y obviamente de sus testigos. Ellos también sufren presiones y amenazas, ellos también se sienten inseguros y  perseguidos. La ley debe ser igual para todos y todos los argentinos necesitan que se los cuide y proteja por igual

Nadya Orce, la hija del detenido comisario recibe permanente agresiones cuando ingresa al edificio de los Tribunales federales, incluso hay una resolución  firmada por el mismo Juez Bejas que le prohíbe a la hija de Orce el ingreso a tribunales, un edificio público.

Entonces hablemos claro. Que la Justicia investigue porque ése es su deber  y nosotros vamos a acatar lo que dictamine rogando a Dios que haya VERDADERA JUSTICIA PARA TODOS, pero que no se olvide que todos y cada uno de los ciudadanos argentinos deben tener los mismos derechos, las mismas garantías  y los mismos privilegios. Si se juzgan casos por considerar que violaron los derechos humanos, que se recuerde que los derechos humanos SON PARA TODOS, si se protege a los testigos de un lado, que se les de  el mismo trato a quienes se investiga, a quienes se acusa y a sus familiares y testigos que en definitiva no tienen culpa de nada. Solo habrá paz con verdadera justicia.

SEÑORES MAGISTRADOS TIENEN UNA ENORME RESPONSABILIDAD. CUMPLAN CON SU DEBER E IMPARTAN VERDADERA JUSTICIA PARA QUE HAYA PAZ.  SI ASI NO LO HICIERAN QUE DIOS Y LA PATRIA SE LO DEMANDEN….