ISRAEL CUMPLE 64 AÑOS

por Adrian Salbuchi  (*)


Israel se prepara para celebrar sus 64 años de existencia el próximo 14 de mayo. Sin embargo, pareciera que sólo pudo llegar hasta nuestros días gracias al apoyo vital e incondicional que sistemáticamente recibe de Estados Unidos, el Reino Unido, la Unión Europea y los lobbies sionistas globales. 

"¿Me seguirás necesitando, me seguirás alimentando, cuando tenga 64 años?- Will you still need me, will you still feed me, when I’m sixty-four?", reza la memorable letra de una canción de Paul McCartney y John Lennon de fines de los años sesenta. Si los fundadores de Israel se la hubiesen cantado a las Potencias Occidentales allá por 1948, la respuesta –ayer y hoy– sería un poderoso y estruendoso “¡SÍ!”

En 1948 Gran Bretaña gobernaba el Mandato sobre Palestina, pero se impacientaba ante el creciente extremismo sionista en Tierra Santa. El famoso ataque terrorista con bombas que demolió el Hotel Rey David, sede del Gobierno militar británico en Jerusalén el 22 de Julio de 1946 costando la vida a casi cien personas, puede que haya sido la paja que rompió la espalda del camello británico. Ese ataque lo perpetró el grupo terrorista sionista Irgun Zvai Leumi, liderado por Menahem Beguin, quien luego ascendería hasta ocupar el puesto de primer ministro israelí. Gracias a la enorme hipocresía de los poderosos, ¡Beguin incluso sería galardonado con el Premio Nobel de la 'Paz'!

De manera que a medida que se acercaba el fin de su mandato en Palestina, fijado para el 15 de mayo de 1948, Londres preparaba su ansiada retirada. Pero un día antes –el 14 de mayo de 1948– los líderes sionistas unilateralmente y manu militari declararon el “Estado de Israel” en Palestina.

Inmediatamente, explotó la guerra entre Israel y sus vecinos árabes. Desde entonces, ha habido cuatro grandes guerras e innumerables choques más pequeños entre Israel y distintas combinaciones de naciones árabes. Mas Israel sobrevivió…

En verdad, generosamente alimentada por Occidente, Israel siempre sobrevive. Militarmente, hoy Israel se encuentra más fuerte que nunca, pero se ha debilitado en términos de su credibilidad y apoyo popular a nivel mundial, aún entre miembros de la propia comunidad judía.

Luego de décadas de perpetrar violencia extrema, humillaciones y vejaciones contra el pueblo palestino, librando guerras contra sus vecinos árabes y sistemáticamente amenazando a Irán con un ataque militar unilateral, hoy Israel es la mayor y más ponderosa potencia militar en Medio Oriente: temida por todos, odiada por muchos y respetada por pocos.

Con su permanente doble discurso de “hablarles de paz” a los palestinos mientras los golpea a garrotazos y los empuja sin piedad, Israel sabe que siempre se podrá salir con la suya, gracias al apoyo incondicional que recibe de “gente muy ponderosa” en Occidente.

Recordando la creación de Israel, el presidente israelí, Shimon Peres, fue citado por The New York Times el pasado 25 de abril diciendo que, “nosotros ganamos de todos modos gracias a poderes ocultos. Desde entonces y a lo largo de toda mi vida he tratado de comprender cuáles son esos poderes ocultos”.

Creemos poder ayudar al presidente Peres a “comprender cuáles son esos poderes ocultos”, señalándole a “las personas detrás del telón” que Benjamín Disraeli –primer ministro de la Reina Victoria de Inglaterra en el siglo XIX– decía que son quienes realmente manejan al mundo. 

En el caso de Israel, pareciera que esa “gente muy poderosa” ha garantizado sistemáticamente que Israel siempre reciba la más amplia cobertura diplomática, completo apoyo político, asistencia financiera y económica sin límites y el más poderoso armamento por parte de Occidente. 

Un ejemplo de lo que decimos lo vemos en el hecho de que Israel es la ÚNICA nación en Medio Oriente que dispone de un poderoso arsenal atómico de Armas de Destrucción Masiva y que encima Israel jamás se tomó la molestia de suscribir el Tratado de No-Proliferación de Armas Nucleares. 

Sin embargo, estos hechos jamás son titular de noticias entre la prensa occidental, que pareciera estar siempre mucho más ocupada en generar histeria belicosa contra Irán, a fin de justificar la amenaza israelí de atacar a Irán unilateralmente sabiendo que, como siempre, cuenta con el total respaldo de Estados Unidos, el Reino Unido y la Francia de Sarkozy.

A los 64 años, Israel claramente sigue disfrutando de ese apoyo de Occidente, especialmente desde Estados Unidos. Tan es así que cada vez más personas se preguntan si Estados Unidos promueve sus intereses en Medio Oriente a través de Israel o si, contrariamente, las cosas son exactamente al revés: que es Israel la que controla la política exterior norteamericana en Medio Oriente a través de sus poderosos lobbies y gigantesca fuerza financiera global. 

Tal como lo indican los profesores norteamericanos Stephen Walt (Universidad de Harvard) y John Mearsheimer (Universidad de Chicago) en su obra El lobby israelí y la política exterior de EEUU, “desde 1976, Israel ha sido el mayor beneficiario anual de asistencia económica y militar directa de EEUU. Por una cifra del orden de los 140.000 millones de dólares se le ha provisto a Israel 3.000 millones para el desarrollo de sistemas de armamentos; se le ha dado acceso a armamentos de alta tecnología como los helicópteros Blackhawk y los cazas F-16, brindándole a Israel acceso a inteligencia que sin embargo se le niega a sus propios aliados en la OTAN; mientras, ha hecho la vista gorda de la adquisición de armas nucleares por Israel". 

A su vez, “desde 1982, EEUU ha vetado 32 resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas por ser críticas contra Israel, lo que supera la cantidad total de vetos dados por todos los demás miembros del Consejo de Seguridad; y también bloquea todo intento por parte de los Estados árabes de colocar el problema del arsenal nuclear israelí en la agenda de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA)”.

En pocas palabras, ”EEUU socorre a Israel en tiempos de guerra y toma siempre partido por Israel cuando se negocia la paz”, todo ello a pesar del hecho de que “los funcionarios israelíes ignoran todo pedido de EEUU e incumplen todas sus promesas de dejar de construir asentamientos ilegales y evitar realizar ‘asesinatos puntuales’ de líderes palestinos”.

En rigor de verdad, la tragedia de los palestinos fue muy bien comprendida desde un principio por líderes israelíes como David Ben-Gurion quien le dijera a Nahum Goldman, a la sazón presidente del Congreso Mundial Judio, “si yo fuera un líder árabe, jamás llegaría a un acuerdo con Israel. Eso es natural: nos hemos apropiado de su país. Nosotros somos oriundos de Israel pero eso fue hace dos mil años y, ¿qué les puede importar eso a los palestinos? Ha habido antisemitismo, los nazis, Hitler, Auschwitz, pero, ¿qué culpa tuvieron ellos de todo eso? Ellos sólo ven una cosa: que nosotros vinimos aquí y les robamos su país. ¿Porqué habrían de aceptarlo?”.

Cuando ocupó el cargo de primer ministro de Israel, Golda Meir redondearía este concepto muy elocuentemente cuando hizo su comentario infame de que “los palestinos no existen”.

Ben-Gurion incluso admitió que los primeros sionistas fueron cualquier cosa menos benevolentes hacia los palestinos, ya que la creación de Israel conllevó actos de limpieza étnica, que incluyeron ejecuciones, masacres y violaciones perpetradas por los judíos, y el comportamiento posterior de Israel siguió siendo muy brutal.

Sin embargo, el lobby Israelí que controla la política exterior de EEUU hacia Israel no se limita solo a judíos sionistas militantes. También incluye evangélicos “cristianos” como Gary Bauer, Jerry Falwell, Pat Robertson o Ralph Reed; y a políticos como Dick Armey, Tom DeLay, John Bolton, Joe Biden, John McCain y Joe Lieberman, algunos de los cuales creen que el renacimiento del Estado israelí conforma el cumplimiento de profecías bíblicas y, por ende, apoyan las políticas expansionistas israelíes. Según ellos, hacer otra cosa sería como ir en contra de la voluntad divina.

Por supuesto, ningún otro país pequeño podría salirse con la suya de no ser que contara con el apoyo total de -incluso el control sobre- los Estados Unidos de Norte América, sabiendo que siempre será “necesitada y alimentada” hasta cumplir sus 64 años, y más alá también.

¿Puede controlarse el poder del Lobby Israelí? La respuesta yace con los contribuyentes y votantes estadounidenses. Ellos son quienes deben abrir los ojos y tomar conciencia de cuán vilmente están siendo usados y abusados por el sionismo. 

Cabe al resto del mundo ayudar a promover este magno despertar entre la opinión pública estadounidense, de forma tal que esa otrora gran nación norteamericana deje de ser lo que hoy es: un mero peón poderoso -mas intelectualmente débil- en manos de intereses israelíes y sionistas que son absolutamente opuestos al propio interés nacional de EEUU.

Hasta que ello ocurra, Israel seguirá “poniéndose vieja y perdiendo el cabello”, parafraseando a Lennon y McCartney, al tiempo que EEUU, el Reino Unido y la Unión Europea seguirán “necesitándola y alimentándola”, aún a su madura edad de 64 años.



(*) Adrian Salbuchi es analista político, autor, conferencista y comentarista de radio y televisión en Argentina. www.asalbuchi.com.ar