AYATOLLAH JAMENEI ENVIA UN MENSAJE A LOS PEREGRINOS DE LA MECA

Fuente: IRNA

enviado por Asociación Islámica Argentina -  www.asociacionislamica.org.ar

 

El Líder Supremo de la República Islámica de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, ha enviado  un mensaje a los peregrinos de la Meca, cuyo texto reproducimos a continuación.

En el nombre de Dios, el Compasivo, el Misericordioso.

Alabado sea Dios, el Señor de todo el mundo y la paz sea para nuestro Profeta Mohammad, su familia pura y sus compañeros.

Saludos a los peregrinos de la Casa de Dios, a los huéspedes de la residencia del Todopoderoso y a los que han respondido a su llamada divina.... Y bendigo a corazones purificados por el recuerdo de Dios y abiertos a sus incansables bendiciones y bondades. Tales como en los días, noches y horas de elixir, cuán numerosos son los consignados con gratitud a la divina atracción, iluminados sus corazones a través de la penitencia, han purificado su propio ser de las tinieblas del pecado y de la idolatría en las olas de la divina misericordia, llegando constantemente una tras otra a esta santa tierra. Que la paz de Dios esté con esos corazones, con esos virtuosos y esos purificados.

Sería más apropiado si todos mis hermanos y hermanas pensaran más profundamente en esa bendición e hicieran uso de esta gran oportunidad. No deben permitir que las preocupaciones de la vida cotidiana, que son nuestros compromisos habituales, ocupen su corazón como de costumbre. En esta atmósfera del monoteísmo puro y divinidad deberían dejar que en sus corazones se dispararan las ansias y recogieran las disposiciones necesarias para perseverar en el camino de Dios, penitencia y súplica, y una decidida voluntad de veracidad, rectitud, buenos pensamientos y búsqueda de la ayuda de Dios.

Aquí está el centro del monoteísmo puro y verdadero. Aquí es el lugar donde Abraham, el amigo de Dios, llevó a su amado hijo al altar de sacrificio y dejó en la historia y en el recuerdo de todos los creyentes del mundo un símbolo del monoteísmo, que es la subyugación de los deseos carnales y la completa sumisión ante los mandatos divinos. .Este es el lugar donde el Profeta Mahoma levantó la bandera del monoteísmo contra los deseos de los prepotentes y los ricos del tiempo, y consideró la aversión al ídolo Taghut junto con la creencia en Dios como las condiciónes para la salvación: "Quién no cree en Tagut y cree en Dios, ese tal se hace del asidero más firme de un asidero irrompible ".(2-256).

La peregrinación es la oportunidad de revisar y aprender estas grandes lecciones. El rechazo a los infieles y la aversión a los ídolos y a los idólatras es el espíritu dominante de la peregrinación. Todos y cada uno de los rincones de la peregrinación es una manifestación de la dedicación de nuestro corazón a Dios, que lucha en su nombre y camino, lo que desmiente a Satanás, y su rechazo y su lapidación y peregrinación es el lugar de poner pie en su contra. Todos y cada uno de los rincones de la peregrinación es la encarnación de la unidad y la solidaridad entre los creyentes, y donde las diferencias se atenúan en virtud a la importancia de la verdad, a la unidad y a la hermandad monoteísta.

Estas son las lecciones que nosotros, los musulmanes, procedentes de todas partes del mundo, hemos de aprender; lecciones básicas sobre las que tenemos que planificar el futuro de nuestras vidas.

El Sagrado Corán se refiere a la posición firme en contra de los enemigos, la compasión y la bondad entre los creyentes, así como a la cortesía y la obediencia a Dios como las tres indicaciones de una sociedad islámica.

"Mahoma es el Enviado de Dios. Quienes están con él son severos con los infieles y afectivos entre sí. Se les ve inclinados o posternados, procurando el favor de Dios y en satisfacerle." (48-29).

Estos son los tres pilares básicos para el establecimiento glorioso y digno del pueblo musulmán. Teniendo en cuenta esto, todo el pueblo musulmán puede identificar apropiadamente sus dolencias del presente.

Hoy en día, los crueles enemigos del pueblo musulmán son los organizadores de los centros hegemónicos y agresivos y expansionistas de los poderes que consideran el despertar del mundo islámico como una gran amenaza para sus intereses ilegítimos y su opresivo dominio en el mundo musulmán. Todas las naciones musulmanas encabezadas por sus autoridades políticas y religiosas, los intelectuales y los dirigentes nacionales deberían formar con plena fuerza un frente unido en contra de este enemigo invasor del Islam. Es necesario reunir todos los elementos de poder y fortalecer adecuadamente al pueblo musulmán. El conocimiento y la perspicacia, el ingenio y la vigilancia, la responsabilidad y el compromiso, la confianza y la esperanza en las promesas divinas, la abstención de los deseos triviales con el fin de lograr el consentimiento de Dios y el cumplimiento de los deberes, etc., son todos elementos básicos que contribuyen a la soberanía de la comunidad islámica, que inducen a la dignidad, a la independencia y al progreso material y espiritual así como al fracaso de los enemigos para la satisfacción de su voracidad y sus deseos ilícitos.

La compasión entre los creyentes es el segundo pilar, y otra indicación de la condición deseada del pueblo musulmán. La desunión y el conflicto entre las partes de este pueblo son enfermedades peligrosas que deben ser tratadas con todo denuedo. Nuestros enemigos han hecho durante mucho tiempo grandes e imparables esfuerzos en este sentido. Hoy en día, cuando el despertar islámico les ha aterrorizado, han intensificado sus esfuerzos. Todas las palabras de los solidarios y los preocupados por el Islam resumen que las diferencias no se deberían traducir en conflictos, y que la pluralidad no debería conducir a la beligerancia.

La nación iraní ha nombrado este como el Año de la Solidaridad Islámica. La razón de esta denominación fue la concienciación de la intensificación de las conspiraciones del enemigo con el fin de sembrar la discordia entre nuestros hermanos. Estas conspiraciones resultaron ser eficaces en Palestina, el Líbano, Irak, Pakistán, Afganistán, y los musulmanes en estos países han sido instigados para oponerse a algunos de sus propios compatriotas, llegándose a derramar la sangre de unos y otros. Las huellas de la conspiración fueron visibles en todos estos amargos y trágicos incidentes y las personas perspicaces se dieron cuenta de las manos enemigas en todo lo ocurrido.

El lema de “sean compasivos entre sí" que se recoge en el Sagrado Corán es equivalente a la extirpación de dichas pugnas. En estos gloriosos días, y durante los diversos rituales de la peregrinación, ustedes pueden ver a los musulmanes de todo el mundo y de diversas confesiones circunvalando en torno de una casa, rezando en la dirección de la alquibla, lapidando al unísono al rechazado Satanás, y actuando de la misma manera para simbolizar el sacrificio de los deseos y las pasiones carnales y, de forma conjunta, durante la práctica de súplica en el lugar de encuentro de Arafat y Mushar.

Las diferentes confesiones del Islam tienen la misma proximidad y también unidad, en lo que respecta a las más elementales normas y creencias religiosas, Por lo tanto, ¿por qué los prejuicios deben avivar el fuego entre ellos y por qué las manos traicioneras de los enemigos deben permitirse echar leña a estos incendios desoladores?

Hoy hay algunos que, bajo falsos pretextos y debido a su estrechez de miras y falta de prudencia, consideran a un gran número de musulmanes como infieles e incluso consideran la posibilidad de derramar su sangre como algo lícito. Sean conscientes de ello o no, están en la servidumbre de la idolatría, la incredulidad y la arrogancia. Muchas de son las personas que consideran infidelidad el venerar de los lugares sagrados del Profeta Mahoma o los santuarios de los piadosos y los imames (P), que es, en realidad, en honor a la religión y la religiosidad, se convirtieron ellos mismos en los servidores de los opresores y los infieles y colaboraron con ellos para lograr sus perversos objetivos.

Los verdaderos religiosos y académicos, intelectuales comprometidos y sinceras autoridades deben combatir esos fenómenos peligrosos.

Hoy en día, la unidad y la solidaridad islámica son definitivos deberes religiosos que pueden ser materializados y practicados a través de la cooperación entre los sabios y los solidarios.

La formación de un frente fortificado contra los poderes arrogantes, por una parte, y la convergencia y la compasión por el otro son los dos pilares de la dignidad, conformado por el tercer pilar, que se compone de la cortesía y obediencia a Dios, estos pilares permitirá al pueblo musulmán pisar firmemente en el mismo camino que llevó a la cima de la gloria y la dignidad a los musulmanes durante el principio de la era Islámica. En consecuencia, el pueblo musulmán se salvará del humillante atraso que se le ha impuesto sobre él en los últimos siglos. El precursor de este gran movimiento ha surgido y las olas del despertar están más o menos en movimiento en todo mundo musulmán. Los medios de comunicación y la propaganda de los enemigos tratan de atribuir cualquier movimiento de libertad y justicia en cualquier parte del mundo a Irán o al chiísmo. Tratan de presentar a Irán como responsable de todos los daños que les hacen los valerosos musulmanes en el ámbito político o cultural mientras Irán fue el precursor de la victoria y el despertar islámico. La épica sin igual de Hezbolá se fraguó durante 33 días de Guerra, la prudente resistencia de la nación iraquí que condujo a la formación de un parlamento y un gobierno desfavorable para los ocupantes, la asombrosa paciencia y perseverancia del Gobierno legal de Palestina y el libre – Sacrificio de su gente y muchos otros signos del renacimiento del Islam en los países musulmanes, mientras lo acusan todo lo mencionado de estar vinculados a Irán o al Chiísmo, con el fin de impedir la integración del mundo musulmán. Sin embargo, ese ardid no será capaz de resistir la Divina tradición que anuncia la victoria de los luchadores por la causa de Dios y los portadores de victoriosa religión de Dios.

El futuro pertenece al pueblo musulmán, y todos y cada uno de nosotros, según su responsabilidad o su capacidad, puede contribuir a la cercanía de la llegada de ese futuro.

Los ritos de la peregrinación son una gran oportunidad para ustedes, dichosos peregrinos, para prepararse a cumplir más que antes sus deberes religiosos.

Espero que el apoyo divino y la bendición del Imán Mahdi, que Dios apresure su aparición, esté con ustedes en este gran objetivo.

Saludos a ustedes.

La paz de Dios, sus bondades y bendiciones estén sobtre ustedes.

Seyyed Ali al-Hosseini al-Jamenei

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