JUZGUENLOS
POR VENDEPATRIAS, NO POR GENOCIDAS por Ernesto
Damian Sanchez Ance En
estos días, en Tucumán, estamos asistiendo a un patético espectáculo
en el que se juzga a los ex militares Antonio Domingo Bussi y Luciano
Benjamín Menéndez, por la desaparición del ex diputado Guillermo Vargas
Aignasse, padre del actual Diputado Nacional Gerónimo Vargas Aignasse,
dirigente al servicio del gobierno sionista de los Kirchner y que advirtió
a los ruralistas tucumanos, luego del escrache que estos hicieran al
negocio de su esposa, que tiene “500 negros” con ganas de hacer
quilombo, si los productores agropecuarios seguían manifestándose contra
las retenciones. De
antemano dejo aclarado que este escrito bajo ningún punto de vista puede
ser considerado una defensa a los citados militares ni mucho menos del
Proceso de Reorganización Nacional. Hablar
de los desaparecidos, torturados y muertos durante el gobierno cívico –
militar que destruyó a la Argentina entre Marzo de 1976 y Diciembre de
1983, sacando este proceso del contexto de la expansión marxista a nivel
mundial, es un error cuando no una falta de honestidad. El
accionar de un autodenominado Ejército Revolucionario supuestamente del
Pueblo (ERP) en nuestro país, fue simplemente un capítulo más de la
expansión marxista a distintos puntos del mundo. En Hispanoamérica, el
país que exportaba la revolución marxista fue la Cuba de Castro, que
preparaba, adoctrinaba y armaba a grupos guerrilleros, tales como el ERP,
que cometió junto a la Izquierda peronista todo tipo de atentados. Hechos
estos que generaron la indignación de amplios sectores de la población
que, salvo algunos niños bien y algunos proletarios enemigos de la Nación,
nunca los apoyó. El
proyecto de globalización roja que tenía su sede mundial en Moscú y su
sede hispanoamericana en La Habana generó en todo el mundo millones de
asesinatos, tortura, persecuciones ideológicas y religiosas que dejan a
Hitler, a quien la propaganda sionista pinta como un demonio, como a un niño
de pecho. Y quienes mayormente padecieron la persecución marxista, sin
lugar a dudas fueron los cristianos, a quienes los rojos asesinaban con el
mayor de los odios. Se
condena a los milicos argentinos por genocidas, pero muchos de quienes
levantan el dedo acusador, hipócritamente, procuran no hablar sobre los
asesinatos en masa que cometió el Comunismo a nivel mundial y que comete
el Sionismo contra indefensas poblaciones árabes. Son
tan hipócritas que ocultan que el dirigente zafrero tucumano Atilio
Santillán, que quizás haya combatido contra el ERP más que los propios
milicos, fue asesinado por el mismo ERP, como represalia por haber
delatado a varios de sus compañeros, entre los que había algunos
militantes del ERP. Se
acusa a los milicos, no sin razón, de secuestros de niños, hijos de los
subversivos, pero nadie quiere decir que estos hacían participar de los
combates a niños y adolescentes como una niña de 12 años conocida como
la Ñata Monasterio, que fue muerta por las balas del Ejército Nacional
en un combate que tuvo lugar en Potrero Negro (Tucumán). Esta niña fue
introducida en la Guerrilla por su maestro haciéndola abandonar sus
estudios en Sexto Grado para oficiar de correo de la Compañía de Monte
Ramón Rosa Giménez pero que, a partir de las bajas sufridas por la Compañía,
pasó a combatir a una edad en que la mayoría de las niñas de esa edad
están recién por entrar al Secundario. Sería
interesante saber porqué, mientras algunos líderes de los grupos
guerrilleros y sus familias se estaban exiliando, aquí en el monte
tucumano quedaban muchos combatientes prácticamente aislados, que en el
monte solo consumían caña de azúcar ante la imposibilidad de que les
llegaran alimentos. Independientemente
de los colimbas y militares de bajo rango que enfrentaron al ERP
convencidos de su patriotismo, milicos y subversivos son dos caras de una
misma moneda, la de la destrucción de la Nación. Unos por entregarla al
Capital extranjero y los otros por haber intentado destruir su cultura y
su religión para hacer del nuestro un país comunista. Pero si de algo
tenemos que estar seguros es que Bussi, Menéndez y todos los milicos del
Proceso, no debieran ser procesados por Terrorismo de Estado, ya que nadie
aquí fue juzgado por estar al servicio de un estado que exportaba el
terrorismo como Cuba. Nuestros milicos debieran ser juzgados por haber
puesto de rodillas al país ante los intereses foráneos y por haber
profundizado nuestra dependencia cuando, sin ningún tipo de oposición,
tenían todo servido para hacer de la Argentina una potencia. Las
Izquierdas, en la Argentina de los años 60s y 70s, quisieron hacer una
revolución sin el apoyo del pueblo que, para bien o mal, es peronista.
Este pueblo no los quería y por ello no les quedaba otra alternativa que
la lucha armada, ya que en las urnas difícilmente hubieran tenido éxito.
Le tiraron tanto la cola al león que, cuando éste reaccionó, lo hizo
con los mas salvajes zarpazos, que, por culpa de las izquierdas, hirió y
mató también, a muchos inocentes. ¡ABAJO
EL LIBERALISMO MILICOPROCESISTA Y PROYANQUI! ¡MUERA
EL MARXISMO APÁTRIDA, CREACION DE LA SINAGOGA DEICIDA! ¡VIVA
EL NACIONALISMO! San
Miguel de Tucumán, 20 de Agosto de 2008 |