EN TORNO AL
LAICISMO Y LA RELIGIOSIDAD POPULAR
por
el prof. Pedro Godoy P.
En Argentina un oscuro diputado socialista -apellida Basteiro- promueve
erradicar la imagen de la Virgen de Luján de un salón del Congreso
Nacional. Ello motiva los presentes comentarios... Como legado del
liberalismo las izquierdas portan en su mochila el laicismo. No se
promueve la teocracia, pero si estimo se debe reconocer que la catolicidad
es un ingrediente constitutivo de ese "pueblo nuevo" que
comienza a cuajar en las Antillas en 1492. Al margen de las metódicas
evangelizadoras -la traumática con la idea de Cruzada y la persuasiva con
el principio de Misión- esa muchedumbre mestiza asume la fe católica.
Ignorarlo es no conocer a nuestro pueblo que se engalana en las fiestas
del patrono de cada aldea o marcha en compacto ejército a
"pedir", "agradecer" y "prometer" a la Santa
Madre año a año y se encomienda a ella en instantes de aflicción o de
peligro. Los esfuerzos de los sacerdotes a la europea que, en el XIX,
estiman esa religiosidad como paganas son concordantes con las posturas
agnósticas, ateas o librepensantes de ciertos cabecillas izquierdistas.
Nada separa más al pueblo de las tesis y movimientos de izquierda
que eso de propalar "la religión es el opio del pueblo". La
postura atea, agnóstica o "librepensante" de ciertos líderes
los separa de un pueblo que es hondamente creyente. Los ingredientes aborígenes
y africanos de nuestro catolicismo generan la "religiosidad
popular" que es vigorosa de la Patagonia a México ¿Acaso se olvida
que Zapata combate enarbolando el estandarte con la imagen de la Virgen de
Guadalupe? Contrario sensu, la derrota de Morazán en su afan por integrar
América Central podría explicarse por su postura liberal que lo empuja a
perseguir a los sacerdotes? En el derrumbe de la II República Española
con su Guerra Civil ¿acaso no está como ingrediente ese afán
anarco-marxista de humillar a la Iglesia? Hoy la "izquierda
rosada" -aquella cuyos ideólogos son Blair, Zapatero, Mitterand
y Lagos- no pierde oportunidad, en función de sus pujos de modernidad -y
hasta de postmodernidad- de ofender a los Episcopados en materias
valóricas.
¿Con qué autoridad se edificará el Frente Nacional si se da la espalda
a nuestro pueblo y, para colmo, se agravia su fe? ¿Quieren que olvidemos
las persecuciones a la Iglesia ortodoxa por los bolcheviques rusos?
Imposible, pues se trata de datos ciertos. Tanto ciertos como aquella
grosería de convertir en galpón portuario un templo barroco de la bahía
de La Habana y en laboral el día de Navidad. Piensese -desde otra
esfera- que el
único muro de contención del voraz imperialismo y del american way life
es el Islam. Son los guerrilleros musulmanes -con el Corán en los labios
y el dedo en el gatillo- los que se oponen a las invasiones
angloyanquis en Irak y Afganistán y a la rusa en Chechenia. Ya
no hay -como hasta 1990- contrapeso para la santa alianza
Washington-Londres- Moscú. Los europeos se creen los dueños del planeta.
Convencen a millones que hoy las fronteras son arcaicas y la moda es la
"globalización". Aquellos
mujhaidines y esas "viudas negras" que defienden sus patrias de
la arrogancia imperialista ameritan respeto. Entonces
una Izquierda Nacional -digo "nacional" y no
"colonial"- debe enjuiciar a aquel legislador que, envuelto en
las miasmas del XIX y muy sarmientinamente- las emprende contra la Vírgen
de Luján.
(*) Centro de Estudios Chilenos CEDECH
cedechdirector@gmail.com
www.premionacionaldeeducacion.blogspot.com
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