La carta, autoría de Arturo Arroyo, es de la edición del 23 de junio de la Gaceta y denuncia un plan global contra la familia con argumentos contundentes.
En este diario puede encontrarse una clara muestra de todo lo contrario. Son las pavorosas noticias de Rosario de la Frontera. Una fotografía nos muestra una marcha de sus pobladores que, aterrados e impotentes ante la ola de suicidios, amenazas y posibilidades de más suicidios de jóvenes y adolescentes, lejos de exigir mayor protagonismo de las políticas educativas ni mejores presupuestos para actividades extracurriculares ni más cupos en planes gubernamentales para jóvenes, sostienen una gran bandera con un solo y gran reclamo: ¡Por la familia! Es que hechos como estos; al igual que el flagelo del "paco" en La Banda; la violencia imparable en las escuelas; las agresiones a las salidas de los boliches; las patotas de chicos "bien"; el alcoholismo y las iniciaciones sexuales cada vez más aterradoramente precoces y sus inimaginables secuelas -la pérdida absoluta del pudor y el respeto por sí mismos y los demás-; entre una muy larga y dolorosa lista, son, en lo esencial, el resultado de la sistemática destrucción de la familia y del riquísimo bagaje de valores de toda clase que encierra. Esta
ley, pretextando el reconocimiento de la "igualdad" de los
homosexuales, tiene como objetivo fundamental esta destrucción. Después
vendrán leyes por el aborto "libre", la enseñanza de prácticas
sexuales a los niños, y todas obedeciendo a centros globales de poder
económico-político que, de este modo, buscan imponer sus intereses. |