CONOCIENDO
A SIR MAX HIGGINS: FUTBOL, PAGARÉS Y LA ¿MAGIA? DE DISNEY
por
Tomás Ryan - tomja78@hotmail.com
Faltaban 9 días para las elecciones nacionales y provinciales
cuando Mario Barbieri, intendente de la ciudad de San Pedro
(provincia de Buenos Aires) se conmocionó. Un grupo inversor
extranjero concertó una entrevista con él para informarle que había
adquirido un terreno de más de 130 hectáreas del partido en U$S
1.000.000, y que allí construirían hoteles, campos de golf, un
casino y un parque temático. Pero esto último, más el monto de la
inversión, fueron lo que paralizaron a Barbieri: el parque en
cuestión sería un nuevo complejo de Walt Disney, y la suma total
de la inversión ascendería a los U$S1.000 millones de dólares con
más de 600 puestos de trabajo nuevos para la zona. La cara del
proyecto era - más allá del desconocimiento del intendente - un
nuevo viejo conocido del ambiente argentino de negocios del nuevo
siglo: el jamaiquino Emile Maxime St. Patrick Higgins o, como a él
le gusta que lo llamen, Sir Max Higgins.
¿Conoces a Max Higgins?
Max Higgins tiene 34 años, DNI argentino y está
casado con la argentina Sandra Zapata, quien ocupa un cargo en su empresa
multimedia. Quienes los frecuentan aseguran que están esperando un
hijo, el cual Higgins asegura desear que sea argentino sí o sí. Por
este tipo de cosas y muchas otras, como por ejemplo la elección de
Mar del Plata como centro de varias de sus actividades, muchos otorgan
en el mejor de los casos el mote de excéntrico al jamaiquino. Desgarbado,
de traje pero mal vestido y con muchas joyas hacen que su aspecto,
sumado a su conducta, lo asemejen más a un pastor en trance que a
un empresario tradicional.
Pero la sorpresa auténtica del intendente de San Pedro no se
replicaba en aquellos que conocían la breve pero agitada
trayectoria de Higgins en Argentina. Su debut mediático - paradójicamente
- fue sin aparecer físicamente en los medios: en agosto de este año
la División Sustracción de Automotores de la Policía Federal halló
en el subsuelo de un edificio situado en la calle Encarnación
Ezcurra al 400 de Puerto Madero, en Capital Federal, un auto de lujo
Lamborghini Diablo modelo 1989 buscado desde hacia 6 meses. El dueño
del mismo era el representante de Lamborghini en Argentina, quien se
lo cedió a Higgins en comodato. Cumplido el plazo, y ante la falta
de devolución del rodado valuado en U$S 350.000, su propietario
hizo la denuncia que recayó en el Juzgado de Instrucción número
26.
¿Para qué había alquilado el auto Higgins?. Muchos no terminaron
de entenderlo, pero aseguran que el jamaiquino había prometido como
premio al joven que ganara su "reality show" deportivo un
suculento premio en dólares y el citado auto. Obviamente esto último
- cuanto menos - no era real. Su "reality show" se
denomina "World Football Idol" (ídolo mundial de fútbol)
y a semejanza de un programa similar realizado por la productora
argentina Cuatro Cabezas busca consagrar luego de varias
etapas al joven futbolista más habilidoso del mundo.
La primera etapa de este concurso se realizó el 12 de mayo de este
año en Mar del Plata, en el estadio Mundialista de fútbol. Se
estima que Higgins gastó $65.000 sólo en el alquiler del estadio
con capacidad para 42.000 espectadores y terminaron asistiendo 300.
Se montó un escenario como para la presentación de una mega banda
internacional, y terminaron tocando grupos argentinos haciendo
tributos a otras bandas. La competencia de los jóvenes futbolistas
arrancó varias horas más tarde de lo convenido, terminando la
misma entrada la noche. Cuando al otro día los marplatenses leyeron
en el diario local el resultado empezaron a desconfiar del evento:
se veía una foto de Higgins consagrando al mejor juvenil pero con
luz... solar, a pleno día.
La segunda etapa tuvo lugar el 28 de julio en el estadio Mundialista
de Mar del Plata. A pesar de tener como animadores a Diego Maradona
y Sergio Goycochea, y los recitales de Gloria Gaynor y Sole
Pastorutti asistieron gratis 4.500 personas. Cuando Higgins fue
abordado por la prensa se refirió a los animadores como "Diega
Marradono y Segio Gocoché", provocando risas hilarantes
iguales a las de quienes lo veían saltar al lado de los ex
futbolistas durante la conducción del show: parecía un pastor poseído,
o un niño excitado, recubierto por un ridículo traje de emperador.
Llamaron la atención los continuos agradecimientos y loas que
Maradona le dedicó toda la noche a Higgins: se sabe que si hay algo
que Diego no regala a los empresarios es su desinteresada amistad.
La tercera etapa también se hará en la denominada Ciudad Felíz el
24 de noviembre, con un concierto del conocido grupo inglés Duran
Duran. Al adolescente ganador final del reality se le darían U$S
100.000 al cumplir 21 años, y U$S 20.000 para que done a la
institución que elija. Torneos similares se publicitan en otros países
como España y Alemania.
Por mis enemigos me conocerás
Max Higgins se declara dueño de Higgins
Warner Group. Desde su página web anuncia varias ramas de
negocios del grupo: Higgins Warner Pictures, Higgins Warner
Records, etcétera. Nada tiene en relación con la
estadounidense Warner Bros, al igual que luego haría con
Disney el jamaiquino pega su apellido al nombre de una empresa
reconocida para aprovechar beneficios de la confusión.
El terreno adquirido en San Pedro es parte de una estancia antigua
llamada Antares, en el kilómetro 9 del Camino Vuelta de Obligado.
Al frente del mismo hay un cartel gigante con la figura del
empresario anunciando la instalación de un enorme complejo del
grupo Walt Disney Mundo SA Inc.. Al explotar en los medios la
noticia del multimillonario emprendimiento la empresa Walt Disney
reaccionó indignada, desligándose del proyecto e intimando a
Higgins a retractarse antes de enfrentar acciones judiciales. Como
en el caso de Warner, la empresa del parque de entretenimientos del
jamaiquino se llama casi igual pero distinta: con el agregado de
"Mundo" al final. Otro detalle en teoría incongruente es
la denominación de la empresa como SA ( tributaría en Argentina )
e Inc ( tributaría en EE.UU) a la vez; pero el misterio Higgins no
es ingenuo: SA no describe "Sociedad Anónima", sino es un
simple agregado al nombre de fantasía.
Fiel a su política comprometida con la sociedad ( accionaria propia
) el grupo Clarín fue el que más publicitó el caso, haciendo
hincapié en lo extravagante del proyecto sampedrino. La razón de
este compromiso investigativo se origina en el tendal de deudores
que Higgins dejó a su paso: con motivo de la primera etapa de su
reality show Higgins pagó con cheques sin fondos de cuentas de
EE.UU. e Islas Vírgenes publicidad en los diarios Clarín y Olé, y
en Radio Mitre. Se conoce que a la radio y a Clarín les adeuda
$50.000 a cada uno. Otras víctimas de sus andanzas son los
propietarios del estadio Luna Park, y en el hotel 5 estrellas que
paró en Buenos Aires directamente optaron por retenerle sus maletas
y laptop ante la falta de pago. Como el cantante Roberto Carlos,
Higgins también quiere tener un millón de amigos...
¿Requiem de un farsante?
Todo lo vinculado a Higgins es contradictorio. En
su página web llama a invertir en su grupo a todos aquellos que
posean U$S 1.000.000 prometiendo rendimientos de 20 % anual; es
decir, es aún más agradecido que Argentina con la plata prestada
por la causa bolivariana de Chávez. Cuando algún desprevenido
llama para averiguar, estos terminan aceptando manejar montos desde
U$S 5.000 con tal que le confíen dinero ajeno.
En su "reality show" futbolístico postula invertir U$S
25.000.000, y tener sponsors de primera línea como Nike,
los cuales nunca se ven. A pesar de tener en esta condición al
banco HSBC, y de centrar sus actividades en su oficina de Puerto
Madero en Buenos Aires, Higgins indica a sus desprevenidos
inversores depositar su dinero en una cuenta común del HSBC pero de
la sucursal Villa del Parque situada en Cuenca 3479. Otro detalle es
que declara ser propietario de su oficina 301 situada en Alicia
Moreau de Justo 1150, 3° piso , cuando dicho lugar es propiedad de Madero
Bussiness Center.
Nadie de los oponentes al intendente de San Pedro pudieron vincular
electoralmente el anuncio del millonario proyecto con la cercanía
de las elecciones. Ni Barbieri pudo reaccionar ante la sorpresa de
la inversión desmedida, como tampoco de las formas vinculadas a
Higgins. Al intendente lo citó por mail en el terreno adquirido,
dejándolo perplejo al descender de 3 helicópteros junto a
presuntos inversores de Europa y Dubai. En esa ocasión aseguró que
el parque temático recaudaría U$S 20.000.000 anuales, cuando el
parque EuroDisney de París recauda U$S 12.000.000 en el mismo
lapso.
Ante el rechazo de los medios Max Higgins se indignó, acusándolos
de ser anti-argentinos por no entender que un extranjero quiera
invertir y radicarse en el país. De paso aprovechó para declararse
discriminado por ser de raza negra. Los habitantes de San Pedro dan
fe de una sola cosa: el jamaiquino parece tener plata, por ahora.
Habrá que esperar las próximas noticias para saber si es un
empresario modelo extranjero, o la versión del kirchnerato de un
nuevo Monzer Al Kassar.
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