1886. Una circular recorre de mano en mano las filas de los trabajadores en Estados Unidos:
“Un día de rebelión, no de descanso! Un día no ordenado por los voceros jactanciosos de las instituciones que tienen encadenado al mundo del trabajador. Un día en que el trabajador hace sus propias leyes y tiene el poder de ejecutarlas! Todo sin el consentimiento ni aprobación de los que oprimen y gobiernan. Un día en que con tremenda fuerza la unidad del ejército de los trabajadores se moviliza contra los que hoy dominan el destino de los pueblos de toda nación. Un día de protesta contra la opresión y la tiranía, contra la ignorancia y la guerra de todo tipo. Un día en que comenzar a disfrutar `ocho horas de trabajo, ocho horas de descanso, ocho horas para lo que nos dé la gana“.
No es lugar para recordar los acontecimientos de McCormick o Haymarket. Si, es preciso recordarlos, estudiarlos y rememorarlos, pero no recrearlos ni refundar el historicismo propio de movimiento obsoletos. Estamos en el 2007 y si bien los opresores y los oprimidos “siguen siendo los mismos”, la situación no es la misma.
Nuestro Primero de Mayo nace de la lucha de
aquellos trabajadores pero vive por los que hoy son fuerza trabajadora
y para los que lo serán mañana. Siempre existirán trabajadores, es una
Verdad irrefutable, por lo tanto la lucha es continua e irrenunciable.
Un compromiso con el presente y un proyecto para el futuro.
Nuestro Primero de Mayo es universal porque el Trabajo lo
es también. La mayor parte de los trabajadores del mundo sufren el
mismo sistema capitalista y mundialista, por lo tanto la lucha debe
ser y será global.
Nuestro Primero de Mayo es Nacional y Revolucionario,
porque el capitalismo mundialista es multiforme y adquiere distintas
formas según las naciones. La subversión deberá ser por lo tanto
nacional; y el empuje revolucionario, pues sólo a través de un proceso
profundo y sincero de cambio radical puede sucumbir tan nefasto
sistema.
Nuestro Primero de Mayo es patriota y solidario,
porque los trabajadores de cada patria conforman un batallón contra el
Capitalismo. Porque la lucha de las patrias y de sus trabajadores es
una lucha global y exige una doble solidaridad: la solidaridad del
guerrero y la solidaridad del trabajador. De la unión de los
trabajadores de cada patria y de la unión de las propias patrias
nacerá la alternativa socialista.
Nuestro Primero de Mayo no es sólo un día ni todo un año,
es una vida entera. No es un día festivo, sino un día de reflexión
para otros 364 días de lucha. Porque la lucha por los trabajadores y
sus derechos no sólo es atemporal, universal, nacional o
revolucionaria, sino un deber moral y ético de todas las personas de
bien.
¡TODOS LOS DÍAS SON EL DÍA DE LOS TRABAJADORES!