Así
como recibí amenazas a través de mi página y verbalmente por hacer
pública, a nivel nacional e internacional, con mi nota "Romang tu río
no suena, llora...", la contaminación del Maidana y afluentes del río
Paraná, ahora también amenazan al periodista Marcelo Manzatto, por hacer
pública la SEQUÍA Y MISERIAS del norte de nuestra provincia: Santa Fe.
Así me lo confió : Dra. G. Gomez EL MINISTRO, EL AGUA Y SU ENOJO por Marcelo Manzatto
- Periodista FM Activa - Vera - Santa Fe - Argentina Estaba molesto, eso sí, enojado. Pero no por lo que estaba pasando en el norte profundo y por la ausencia histórica del Estado en la aplicación de políticas públicas que apunten a mejorar la calidad de vida de la gente, lo estaba por lo que se había publicado sobre como estaba viviendo la gente como consecuencia de la sequía. Entre sus hojas ministeriales dejó ver que llevaba las notas e informes publicados por este medio y que tuvieran repercusión no solo nacional, sino también internacional y que motivara, entre otras cosas, a que los canales 11 y 13 realizaran informes especiales además de medios escritos de la región, la provincia y el país. El pueblo sin agua o vivir sin agua fueron algunos de los títulos de esos informes. Nuestras notas le sirvieron al ministro para preguntarles a los presidentes comunales (con los que se entrevistó) si habían dicho lo que allí estaba escrito. ¿Tengo motivos para pensar lo más arriba planteado? Se enojó con nosotros y nos sentimos retados cuando nos convocó a hablar a solas con él. “Yo soy un tipo de buena leche” nos dijo. ¿Qué le puede llevar a pensar que nosotros no? ¿Qué le pudo molestar al ministro? ¿Que los presidentes comunales dijeran que no reciben ayudan económica para afrontar los gastos que les está provocando la situación? ¿Qué la gente relatara como es vivir un día en el norte del departamento Vera? ¿Qué el presidente de la Sociedad Rural los tratara de inoperantes? ¿Qué alguien dijera que gobiernan según la cantidad de electores? No lo se y a está altura de las circunstancias ya no me importa lo que le pudo haber molestado. “La gente está abastecida” dijo el funcionario sin ponerse colorado. “No recibimos quejas” fue otra de sus frases célebres de lo que le dejó un día de paseo en (el norte) Santa Fe. Lo obligamos, es cierto, a salir de lo que debe ser su habitual rutina entre Rosario y la capital provincial para que supiera que hay algo más allá, hacía el norte donde también habitan santafesinos. Junto al Ministro Bertero (los únicos dos funcionario que estuvieron en el departamento en los meses que llevan de gobierno) mostraron tener un profundo desconocimiento de la cultura, la idiosincrasia y modo de vida de la gente del lugar: sumisa, callada y trabajadora. Sí hay algo contra lo que no se puede batallar es contra la soberbia y la arrogancia. La gente en el norte santafesino vive para la mierda y sólo se acuerdan de ellos cuando se acerca una elección. Nadie dijo que este gobierno es responsable de la actual situación, es una deuda histórica que la provincia tiene para con el norte santafesino, lo que sí se debe decir es que ahora son gobierno y es absoluta responsabilidad de ellos dar respuestas necesarias y urgentes. En momentos de crisis no sirve responsabilizar a los gobiernos anteriores por lo que no hicieron, es responsabilidad del Estado acudir y asistir y son ellos quienes hoy manejan esas herramientas del Estado que no son propiedad exclusiva, esas herramientas son propiedad de todos los santafesinos, incluidos los que viven en el norte. Quizá el desconocimiento hacía quienes hoy gobiernan la provincia lleva a los funcionarios de la región a tenerles miedo…si leyó bien. Le tienen miedo a la represalia. De alguna forma la presencia del funcionario dio sus efectos. Ya no quieren decir públicamente lo que sienten y piensan. Lo dicen en privado, en voz baja y se cuidan muy bien y tratan de que no se publique. Es decir ya está: seguirán escondiendo la mugre debajo de la alfombra. Y la gente…y la gente que se joda. Por eso estoy convencido que ya está. El Ministro cumplió su función y
su cometido: Acalló las críticas de aquellos que miran la billetera del
Estado y no los padecimientos de la gente. |