La historiografía de izquierdas falseó datos. El cuadro de Picasso y las novelas hicieron el resto. 

MITOS SOBRE EL BOMBARDEO DE GUERNICA

por La Gaceta

 

El bombardeo de Guernica: seis tópicos desmentidos.



1. Guernica sí tenía interés militar 


Guernica sí tenía interés militar. La propaganda de izquierdas ha insistido en que se trataba de una población indefensa y carente de interés militar. Pero la villa no sólo tenía interés per se (fábrica de armas y cuarteles), sino que su toma inmediata habría permitido copar a grandes unidades del Ejército republicano, lo que habría precipitado el final de la campaña del Ejército de Franco en Vizcaya.

Guernica era un nudo de comunicaciones y, aunque no se pretendía con la operación cambiar el curso de la guerra, sí se quería facilitar la ofensiva terrestre que se iba a llevar a cabo.


2. No pudo durar más de tres horas ininterrumpidas 

El historiador británico Herberth Southworth da el dato por cierto cuando es sabido que los aparatos germanos de la época no tenían tanta autonomía de vuelo. El tiempo máximo de permanencia en el aire de los cazas de acompañamiento era inferior a las dos horas y media, y a los bombarderos Junkers no les daba tiempo material de bombardear Guernica, volver a Burgos, recargar y regresar a la villa en menos de tres horas. Todo indica que duró apenas unos minutos.


3. No hubo ametrallamiento de civiles

"The New York Times" titulaba su información sobre el bombardeo: "Histórica ciudad vasca destruida, aviones rebeldes ametrallan a civiles". Pero era materialmente imposible hacerlo porque las calles del casco urbano de Guernica no tenían ni la anchura ni la longitud necesarias.

Tampoco las escuadrillas de Junker y Heinkel tenían una carga especial de bombas, como se ha especulado. Se utilizaron las mismas que en otros bombardeos. Si los efectos fueron más destructivos se debió a lo compacto del núcleo urbano, la abundancia de casas de madera y el hecho de que los bomberos de Bilbao fueran avisados muy tarde y no llegaron a Guernica a apagar el incendio hasta las 10 de la noche, tres horas después de concluir el ataque.


4. No hubo 3.000 víctimas 


Los estudios de Salas Larrazábal son concluyentes. Un número tan elevado de víctimas (entre 1.600 y 3.000) era imposible. El recuento de la recogida de cadáveres arrojó un número concreto, la cifra difícilmente alcanzaría los 200 fallecimientos. Estudios posteriores los reducen aún más y dan el número de 126 víctimas.


5. El mercado había terminado horas antes del ataque


Los estudiosos del bombardeo de Guernica, como Paul Preston, han usado los documentos de la propaganda que se desarrolló durante los últimos meses de la Guerra Civil. Uno de sus tópicos fue que era día de mercado y que se bombardeó el recinto. Este apenas sufrió daños al no recibir el impacto directo de las bombas alemanas. Además, el bombardeo se produjo más de dos horas después del cierre de los puestos.


6. Hemingway, Orwell y Dos Passos tergiversaron los hechos

El bando republicano no dudó en utilizar a un auténtico ejército de periodistas de medios de Inglaterra y EE UU que no dudaron en usar los datos facilitados por el mando republicano sin comprobarlos y sin entrevistar a testigos. Por eso, las informaciones de periodistas tan dispares como Hemingway, Orwell, Saint-Exupéry, o John Dos Passos no dudan en reproducir informaciones imposibles como los ametrallamientos sobre civiles, la duración de tres horas o la destrucción de la mitad de los edificios. Los 22 testigos presenciales que han declarado sobre lo ocurrido en Guernica coinciden en que la destrucción afectó a 52 edificios (14% del total), que no se ametralló a los civiles que escapaban de la localidad y que el bombardeo fue en tres pasadas, con una duración total que no superó, en ningún caso, los 15 minutos de duración.