MORDECHAI VANUNU: "LA POSESIÓN DE LA BOMBA ATÓMICA ES LO QUE PERMITE A ISRAEL APLICAR EL APARTHEID SIN TEMOR" por
Silvia Cattori En
1986, Mordechai Vanunu, ingeniero en el centro de Dimona, reveló al Sunday
Times la existencia del programa nuclear militar israelí. Secuestrado
en Italia por los servicios secretos israelíes, después de haberse
puesto en contacto con los periodistas británicos y antes de la publicación
del artículo que contenía las revelaciones, fue juzgado a puertas
cerradas y encarcelado durante 18 años. Aunque aún tiene prohibido todo
contacto con la prensa, Mordechai Vanunu responde a Silvia Cattori en
entrevista. Silvia
Cattori
: ¿Cuál era su trabajo en Israel, antes de que los agentes del Mossad
lo secuestraran en Roma, en octubre de 1986? Mordechai
Vanunu
: Hacía 19 años que trabajaba en el centro de investigaciones sobre
armamentos de Dimona, en la región de Beer Sheva. Justo antes de dejar
aquel trabajo, en 1986, había fotografiado el interior de la fábrica
para mostrar al mundo que Israel escondía un secreto nuclear. Mi trabajo
en Dimona consistía en producir elementos radioactivos para la fabricación
de bombas atómicas. Conocía con exactitud las cantidades de materia
fisible que se producían, los elementos utilizados y el tipo de bombas
que se estaba fabricando. Silvia
Cattori
: ¿No representaba un riesgo muy grande para usted el hecho de revelar
al mundo que su propio país tenía el arma nuclear? Mordechai
Vanunu
: Si decidí hacerlo fue porque las autoridades israelíes estaban
mintiendo. Repetían constantemente que los responsables políticos israelíes
no tenían la más mínima intención de dotarse de armas nucleares. Pero,
en realidad, estaban produciendo cantidades de substancias radioactivas
que solamente podían servir para ese fin: la fabricación de armas
nucleares. Y eran cantidades importantes. Yo calculé que en aquella época,
¡en 1986!, disponían ya de más de 200 bombas atómicas. También habían
empezado a fabricar bombas de hidrógeno, muy poderosas. Así que decidí
revelar al mundo lo que ellos tramaban en el mayor secreto. Además, también
quería impedir que los israelíes utilizaran bombas atómicas, quería
evitar una guerra nuclear en el Medio Oriente. Quería ayudar a la paz en
la región. Israel, como poseedor de armas extremadamente poderosas, podía
trabajar por la paz. Ya no tenía por qué temer una amenaza palestina, o
incluso árabe, ya que poseía todo el armamento necesario para
sobrevivir. Silvia
Cattori
: ¿Le preocupaba a usted la seguridad en el conjunto de la región? Mordechai
Vanunu
: Sí, así era. Claro está que no fue por el pueblo israelí que hice lo
que hice. Los israelíes habían elegido aquel gobierno, y aquel gobierno
había decidido dotarlos de armas nucleares. Todos los israelíes siguen
muy de cerca la política del gobierno israelí… Pero, en lo que a mí
concierne, yo razonaba según el punto de vista de la humanidad, desde el
punto de vista de un ser humano, de todos los seres humanos que viven en
el Medio Oriente, y también desde el punto de vista de todos los seres
humanos del mundo. Porque lo que había hecho Israel podían hacerlo
muchos otros países. Así
que decidí, en interés de la humanidad, revelar al mundo el peligro que
representaban las armas nucleares secretas de Israel. En 1986 estábamos
en plena guerra fría y proliferaban las armas nucleares. Se estaban
extendiendo a varios países todavía no nucleares, como Sudáfrica y
otros. El peligro que representan las armas nucleares era real.
Actualmente ese peligro ha disminuido. Silvia
Cattori
: ¿Sabía usted a lo que se estaba exponiendo? ¿Por qué tenía que
ser precisamente usted, y no otra persona, quien asumiera un riesgo tan
grande? Mordechai
Vanunu
: Claro que yo sabía a lo que me arriesgaba. Pero lo que yo podía hacer
no podía hacerlo nadie más. Yo sabía que me estaba metiendo con el
gobierno israelí. No era como si estuviese atacando intereses privados.
Yo sabía que me estaba metiendo directamente con el gobierno israelí y
con el Estado judío israelí. Por consiguiente, sabía que podían
castigarme, que podían matarme, que podían hacerme absolutamente todo lo
que quisieran. Pero yo tenía la responsabilidad de decirle la verdad al
mundo. Yo era el único que podía hacerlo, así que tenía el deber de
hacerlo, cualesquiera que fuesen los riesgos. Silvia
Cattori
: ¿Tuvo usted el apoyo de su familia? Mordechai
Vanunu:
Los miembros de mi familia fueron incapaces de entender mi decisión. Lo
que más los perturbó fue descubrir que me había hecho cristiano. Para
ellos, eso fue más duro, más doloroso que el hecho de haber revelado los
secretos nucleares de Israel… Yo los respeto y ellos respetan mi vida.
Nos hemos mantenido en buenos términos pero ya no nos vemos. Silvia
Cattori
: ¿Se siente solo? Mordechai
Vanunu
: Sí. Claro está, estoy solo aquí, en la catedral San Jorge. Pero tengo
muchos amigos que me apoyan. Silvia
Cattori
: ¿En qué condiciones fue juzgado y encarcelado? Mordechai
Vanunu
: El juicio se mantuvo en el secreto más absoluto. Yo estaba solo, con mi
abogado. Fui condenado por espionaje y alta traición. Las autoridades se
vengaron de mí manteniéndome incomunicado durante todo el proceso del
juicio. No autorizaban a nadie a venir a verme ni a hablarme y me prohibían
hablar con la prensa. Esta última publicó mucha desinformación sobre mi
persona. El gobierno israelí utilizó todo su poder mediático para
lavarle el cerebro a la opinión pública. Y también para lavarle el
cerebro a los jueces, tanto que los convencieron de que había que meterme
en la cárcel. Así que el juicio se desarrolló en secreto y la prensa no
tuvo acceso a la verdad, no pudo oírme. La gente estaba convencida de que
yo era un traidor, un espía, un criminal. No hubo ni un átomo de
justicia en aquel juicio. Pero el juicio no fue lo único. Lo más cruel
fue el aislamiento dentro de la propia cárcel. No me castigaron solamente
encarcelándome sino también manteniéndome totalmente incomunicado, espiándome
permanentemente, mediante malos tratos particularmente viciosos y crueles.
Trataron de hacer que yo me desesperara, que me arrepintiera de lo que había
hecho. Me mantuvieron incomunicado durante 18 años, con 11 años y medio
de aislamiento total. El primer año pusieron cámaras en mi celda. ¡Me
dejaron la luz encendida durante tres años seguidos! Sus espías me
golpeaban constantemente, me impedían dormir. Fui sometido a un
tratamiento bárbaro. Trataron de someterme. Mi objetivo era sobrevivir.
¡Y lo logré!… Silvia
Cattori
: Tuvo suerte que no lo ahorcaran, como quería el ministro de Justicia
de aquel entonces, Tommy Lapid. Usted resistió y fue liberado el 21 de
abril de 2004. ¡Justo a la edad de cincuenta años! Mordechai
Vanunu
: Me soltaron porque cumplí los 18 años de prisión a los que me habían
condenado. Querían matarme. Pero, a fin de cuentas, el gobierno israelí
decidió no hacerlo. Silvia
Cattori
: En abril de 2004, las cadenas televisivas mostraron su salida de
prisión. Fue entonces que el mundo supo lo que le había ocurrido. Usted
apareció ante las cámaras feliz, decidido, combativo, era todo lo
contrario a un hombre sometido… Mordechai
Vanunu
: Salir de prisión, hablarle al mundo, festejar aquello… después de 18
años de cautiverio, de prohibición de todo… fue un gran momento… Silvia
Cattori
: Entonces ¿sus carceleros no lograron someterlo mentalmente? Mordechai
Vanunu
: No, en lo absoluto. Mi objetivo era salir y hablarle al mundo, que las
autoridades israelíes supieran que habían fracasado. Mi objetivo era
sobrevivir y esa fue mi mayor victoria sobre todas esas organizaciones de
espionaje. Ellos lograron secuestrarme, arrastrarme hasta su tribunal,
meterme en la cárcel, mantenerme incomunicado durante 18 años… y yo
sobreviví a todo eso. Sufrí, por supuesto. Pero sobreviví. A pesar de
todos sus crímenes, sigo vivo. ¡Incluso mi estado de salud es excelente!
Soy de constitución fuerte. Sin dudas es por eso que pasé la prueba. Silvia
Cattori
: ¿Qué lo ayudó a resistir? Mordechai
Vanunu
: Mi firmeza. El hecho de seguir estando convencido de que tuve razón en
hacer lo que hice. La voluntad de hacerles comprender que, a pesar de todo
lo que hicieran para castigarme, yo iba a mantenerme vivo. Silvia
Cattori
: ¿Cuál es el mayor obstáculo al que se enfrenta usted actualmente? Mordechai
Vanunu
: Me han prohibido salir de Israel. Me sacaron de la cárcel, pero aquí,
en Israel, estoy en una gran prisión. Quisiera irme de este país,
disfrutar la libertad en el ancho mundo. Estoy cansado del poder israelí.
El ejército puede venir a arrestarme en cualquier momento, a castigarme.
Siento que estoy a su merced. Me gustaría vivir lejos, muy lejos de aquí… Silvia
Cattori
: ¿Lo dejará Israel salir del país? Mordechai
Vanunu
: No lo sé. Me prohibieron salir de Israel durante un año. Al cabo del año
renovaron la prohibición por otro año, que se termina en abril del año
que viene. Pero pueden volver a prolongar la prohibición cada vez que
quieran… Silvia
Cattori
: ¿Cuál es su opinión sobre el Tratado de No Proliferación Nuclear
sabiendo que en el caso de Israel se tolera la «ambigüedad nuclear»
mientras que se mantiene bajo presión a Irán, aún cuando este último
país se somete a las inspecciones? Mordechai
Vanunu
: Todos los países deberían estar abiertos a las inspecciones
internacionales y decir la verdad sobre lo que están haciendo,
secretamente, en todas las instalaciones nucleares que poseen. Israel no
ha firmado el Tratado de No Proliferación Nuclear. Cerca de 180 países
lo han hecho, entre ellos todos los países árabes. Egipto, Siria, Líbano,
Irak, Jordania… todos los vecinos de Israel han abierto sus fronteras a
las inspecciones del OIEA. Israel es el peor ejemplo. Es el único país
que se ha negado a firmar el Tratado de No Proliferación Nuclear. Estados
Unidos y Europa deberían empezar por ocuparse del caso de Israel. Israel
debe ser tratado como cualquier otro país. Tenemos que acabar con la
hipocresía y obligar a Israel a firmar el Tratado de No Proliferación
Nuclear. Hay que imponerle a Israel el libre acceso de los inspectores del
OIEA al centro de Dimona. Silvia
Cattori
: Irán, que cumple con sus obligaciones y acepta las inspecciones de
la ONU, se encuentra sin embargo bajo la amenaza de ser sancionado. Pero
no se hace nada con Israel, que posee el arma nuclear y rechaza toda
inspección del OIEA. ¿Por qué esa política de «doble rasero», no sólo
por parte de Estados Unidos sino también de Europa? Mordecha
Vanunu
: Sí, y es incluso peor de lo que usted me dice. No sólo nadie toma
medidas con Israel sino que incluso se ayuda a ese país secretamente. Hay
una cooperación secreta entre Israel y Gran Bretaña, Francia y Estados
Unidos. Esos países han decido aportar su contribución al poderío
nuclear de Israel porque quieren que este último esté a sus órdenes,
como país colonialista que garantiza el control del Medio Oriente, lo
cual les permite apoderarse de las ganancias del petróleo y mantener a
los árabes sumidos en el subdesarrollo y los conflictos fratricidas. Esa
es la principal razón de esa cooperación. Silvia
Cattori
: ¿No constituye Irán una amenaza, como afirman Israel y Estados
Unidos? Mordechai
Vanunu
: Estando bajo el control del OIEA, Irán no representa ningún peligro.
Los expertos occidentales conocen perfectamente la naturaleza del programa
nuclear iraní, contrariamente a lo que sucede con Israel, que no deja
entrar a nadie en sus instalaciones nucleares. Es por eso que Irán se
decidió a dar el paso adelante y decirle al mundo: «¡Ustedes no nos
pueden exigir a nosotros más transparencia mientras que siguen cerrando
los ojos ante lo que sucede en Israel!» Hace 40 años que todos los árabes
ven que Israel tiene bombas atómicas y que nadie hace nada al respecto.
Mientras el mundo siga ignorando las armas atómicas de Israel, no podrá
darse el lujo de decir lo más mínimo a Irán. Si el mundo está
realmente preocupado, y si desea sinceramente poner fin a la proliferación
nuclear, que empiece por el principio, o sea… ¡por Israel! Silvia
Cattori
: Para usted debe ser molesto oírle decir a Israel, país que no está
en regla, que está dispuesto a bombardear Irán, ¡que no ha infringido
ninguna regla hasta este momento! Mordechai
Vanunu
: Sí, eso me saca de quicio. No tenemos nada que criticarle a Irán.
Antes de hacer lo más mínimo contra cualquier otro país, hay que
ocuparse del caso israelí. El que quiera emprenderla contra Irán, tendría
que hacerlo primero contra Israel. El mundo no puede ignorar lo que Israel
hace en ese aspecto desde hace más de 40 años… Estados Unidos tendría
que obligar Israel a firmar el Tratado de No Proliferación Nuclear. Ya es
hora de que Europa también reconozca oficialmente que Israel tiene bombas
atómicas. Todo el mundo árabe debería estar extremadamente preocupado
al oír todos esos discursos que acusan a Irán, que no tiene ningún arma
atómica, y que siguen ignorando a Israel. Silvia
Cattori
: ¿Qué Estados cooperaron con Israel? Mordechai
Vanunu
: Israel ayudó a Francia y Gran Bretaña en su campaña contra Egipto, en
1956. Después de la operación de Suez, Francia y Gran Bretaña empezaron
a cooperar con el programa nuclear israelí, como forma de agradecer a
Israel el apoyo que les había prestado durante aquella guerra. Silvia
Cattori
: ¿Sudáfrica no ayudó a Israel hasta 1991? Mordechai
Vanunu
: Fue efectivamente en Sudáfrica, en el desierto, que Israel realizó sus
ensayos nucleares… Silvia
Cattori
: Al parecer en los años 60 el presidente Kennedy pidió que se
hicieran inspecciones en Dimona, en Israel. ¿Ve usted un vínculo entre
ese pedido y su asesinato? Mordechai
Vanunu
: Yo creo que en la época de Kennedy Estados Unidos se oponía al
programa nuclear israelí. Kennedy trató de parar a Israel en ese aspecto
pero fue asesinado antes de tener tiempo de hacerlo… Para mí, el móvil
del asesinato de Kennedy tiene que ver con la proliferación de armas
nucleares en Israel y en otros países. Los que lo asesinaron eran gente
favorable a la proliferación nuclear. Gracias a la eliminación del
molesto Kennedy, la proliferación pudo continuar. De hecho, los
presidentes Johnson y Nixon [los sucesores de Kennedy, NdT] no veían en
ello ningún inconveniente. Dejaron actuar a Israel. Simplemente podemos
comprobar que hubo, efectivamente, un cambio en ese sentido después del
asesinato de Kennedy… Silvia
Cattori
: La denuncia que usted hizo no impidió que Israel mantuviera el tabú
sobre la cuestión. Israel logró que las grandes potencias no se pusieran
en su contra. ¿La estrategia israelí contraria a la transparencia resultó
entonces eficaz? Mordechai
Vanunu
: Hay que reconocer que sí. Israel es un caso digno de estudio. ¿Cómo
puede un país pequeño desafiar al mundo entero y proseguir una política
agresiva sin preocuparse en lo más mínimo por los demás? Sí, los
israelíes lograron hacerlo en aquel entonces… Pero hoy el mundo ha
cambiado. Se acabó la Guerra Fría. Fue derrotado el comunismo. El mundo
se orienta hacia la paz. Ya se puede ver… las armas nucleares no ayudarán
en nada a Israel. Ahora que Israel tiene que demostrar que quiere la paz y
cómo puede contribuir a alcanzarla, ¿de qué pueden servirle las armas
nucleares? La política nuclear israelí fue posible en el contexto de la
Guerra Fría. Pero hoy tenemos que lograr que Israel adopte una nueva política,
que le demuestre al mundo que quiere la paz y que reconoce que no necesita
para nada las armas atómicas. Silvia
Cattori
: En los años 50, Israel disponía ya de un armamento considerable. ¿Qué
razón tenía entonces para dotarse del arma nuclear? Mordechai
Vanunu
: Un país tan pequeño como Israel no tiene ninguna razón válida para
poseer una cantidad tan enorme de armas atómicas. Es como si a Israel se
le hubiera subido a la cabeza su propio programa de armamento nuclear. ¡Es
imposible utilizar un arma atómica en la región! Si se utilizara una
bomba atómica contra Siria, Egipto o Jordania, los efectos radioactivos
también harían la vida imposible en Israel. Cualquier bomba causaría daños
en el propio Israel. Hasta hoy los israelíes ni siquiera han podido
discutir el asunto entre ellos. Se trata, sin embargo, de un problema que
preocupa a todo el mundo. Estamos esperando la respuesta de Israel sobre
ese tema. Silvia
Cattori
: ¿Para Israel no se trata más bien de un arma que le permite
mantener el statu quo, de un instrumento de chantaje político, para poder
discutir de igual a igual con los grandes –empezando por los Estados
Unidos– y no concederle nada a los árabes, que Israel ha expoliado y
que son débiles en el plano militar? Mordechai
Vanunu
: Así es. Israel utiliza el poderío de las armas nucleares para imponer
sus políticas. Israel tiene mucho poder, aplasta con arrogancia al
conjunto de sus vecinos. ¡Ni Estados Unidos es capaz de decirle a Israel
lo que tiene que hacer! Europa está viendo actualmente hasta dónde llega
el poderío de Israel. Sin utilizar la bomba atómica, sin amenazar
siquiera con usarla, los israelíes pueden imponer su poder, pueden hacer
absolutamente lo que quieran. Pueden construir su muralla, construir
colonias en Palestina… Nadie es capaz de decirles que no pueden hacerlo
porque son extremadamente poderosos. Ese
es el resultado del uso que han hecho del arma atómica para el chantaje
político. Pueden utilizar las armas atómicas contra cualquier país que
quiera detener su política agresiva contra los palestinos. Esa es la
situación actual. El mundo entero lo sabe. Y hay otra razón por la cual
Estados Unidos y Europa no hacen estrictamente nada. Es que conocen la
envergadura del poderío de Israel. Por consiguiente, la mejor manera de
oponerse a Israel es hacer que el mundo sepa la verdad y estudiar lo que
sucede en ese país, en lo tocante al armamento atómico, hasta que
renuncie a éste. Silvia
Cattori
: ¿Estudió Israel la posibilidad de recurrir al arma nuclear contra
sus vecinos árabes en 1973? Mordechai
Vanunu
: Sí. En 1973 Israel estaba dispuesto a utilizar armas atómicas contra
Siria… y Egipto. Silvia
Cattori
: Usted sufrió enormemente por haber revelado un secreto de Estado.
Finalmente… ¿para qué resultado? Mordechai
Vanunu
: En primer lugar, el mundo tiene ahora la prueba de que Israel posee
armas atómicas. Nadie puede, en lo adelante, ignorar la verdad en lo
concerniente al proyecto nuclear de Israel. Después de aquello, Israel se
vio totalmente impedido de recurrir a esas armas. Otro resultado de mi
acción es que el mundo tomó conciencia de lo que este pequeño Estado
judío hizo en el mayor secreto. Y el mundo descubrió también las
mentiras y la desinformación que sirven de basamento a este Estado. El
propio hecho de saber que un país tan pequeño fue capaz de fabricar en
secreto 200 bombas atómicas contribuyó a alertar a la opinión pública
mundial sobre su comportamiento. El miedo de que otro país pequeño
lograra hacer lo mismo y fabricar armas atómicas llevó al mundo a pensar
en la manera de detener la proliferación nuclear y de impedir que Israel
ayudara a otros países a utilizar esas armas en el futuro. Cuando el
mundo descubrió lo que Israel hizo en el mayor secreto, se manifestó el
miedo por la proliferación nuclear. El mundo tomó conciencia del poder
de Israel y comenzó a ejercer presión sobre este país para obligarlo a
concluir la paz con los palestinos y con el mundo árabe. Israel no tenía
ya razón alguna para afirmar que temía a sus vecinos árabes ya que
disponía, desde fines de los años 50, de la cantidad suficiente de armas
para garantizar su propia seguridad. Silvia
Cattori
: ¿Por qué Israel lo sigue persiguiendo? Mordechai
Vanunu
: ¡Lo que yo hice es muy perjudicial para todas las actitudes políticas
israelíes! Los israelíes se vieron obligados a cambiar sus planes. La
política nuclear secreta de Israel es obra de Shimon Peres. ¡Y resulta
que aquella política consistente en la fabricación clandestina de armas
atómicas se derrumbó! Debido a aquella revelación, Israel tuvo que
cambiar de rumbo, trazar nuevos planes y lo que hoy vemos es la
consecuencia de mis revelaciones. Tuvieron que inventar otros tipos de
armas. Actualmente están construyendo su muro, sus puntos de control, sus
colonias y se las arreglaron para hacer a la sociedad judía más
religiosa, más nacionalista y más racista en vez de tomar otro camino,
en vez de entender que la única solución es la paz, en vez de reconocer
que los palestinos tienen los mismos derechos y poner fin al conflicto.
Israel no quiere terminar el conflicto. ¡Lo que quiere Israel es seguir
construyendo su muro y sus colonias! Silvia
Cattori
: ¡Usted realizó una verdadera hazaña! Mordecha
Vanunu
: Como ser humano, hice algo por la seguridad y el respeto de la
humanidad. Todos los países están obligados a respetarnos, ¡a todos!,
como seres humanos, sea cual sea nuestra religión, seamos judíos,
cristianos, musulmanes, budistas… Israel tiene un gran problema: es un
país que no respeta a los seres humanos. El resultado es devastador para
la imagen de Israel. El Estado de Israel no es para nada una democracia.
El Estado judío es racista. El mundo debería saber que Israel practica
una política de apartheid. Si usted es judío, tiene derecho a ir donde
quiera y a hacer lo que le parezca. Si no es judío, no tiene ningún
derecho. Ese racismo es el verdadero problema que Israel enfrenta. Israel
es totalmente incapaz de demostrar ser una democracia. Nadie puede aceptar
a ese Estado racista. Ni Estados Unidos, ni los países de Europa. En último
caso podrían aceptar las armas nucleares israelíes… pero ¿cómo podrían
justificar ese Estado de apartheid fascista? Silvia
Cattori
: Parece que usted se niega a reconocer la legitimidad de ese Estado Mordechai
Vanunu
: Por supuesto. Eso fue lo que dije cuando salí de la cárcel: no debemos
aceptar este Estado judío. El Estado judío de Israel es lo contrario de
la democracia. Necesitamos un Estado para todos sus ciudadanos,
independientemente de las creencias religiosas de éstos. La solución es
un Estado único, para todos sus habitantes de todas las religiones, como
sucede en democracias como Francia o Suiza, y no sólo un Estado para los
judíos. Un Estado judío no tiene absolutamente ninguna razón de
existir. Los judíos no necesitan un régimen fundamentalista como el que
reina en Irán. La gente necesita una verdadera democracia, que respete a
los seres humanos. Hoy tenemos, en la región del Medio Oriente, dos
Estados fundamentalistas: Irán e Israel. ¡Pero, en materia de
fundamentalismo Israel está mucho más adelantado que el propio Irán! Silvia
Cattori
: ¿Para usted, Israel es entonces una amenaza más grave que Irán? Mordechai
Vanunu
: Claro que sí. ¡Todos sabemos lo que los israelíes están haciendo
sufrir al pueblo palestino desde hace más de 50 años! Ya es hora de que
el mundo se acuerde y se preocupe del holocausto palestino. ¡Los
palestinos han sufrido mucho, y desde hace mucho tiempo, por culpa de toda
esa opresión! Los judíos no los respetan en lo absoluto, ni siquiera los
consideran seres humanos. No les reconocen ningún derecho y siguen
persiguiéndolos, siguen poniendo en peligro la vida actual de los
palestinos y, por consiguiente, su propio futuro también. Silvia
Cattori
: ¿Qué le diría usted a mi país, Suiza, que es depositaria de las
Convenciones de Ginebra? Mordechai Vanunu : Suiza debería condenar muy claramente y en voz alta la política racista de Israel, o sea todas las violaciones de los derechos de los palestinos, ya sean musulmanes o cristianos. Todos los países deben exigirle al gobierno israelí que respete a los no judíos, como seres humanos. De hecho, yo no tengo derecho a hablar con usted, no estoy autorizado a hablar con extranjeros. Si me expreso a pesar de la prohibición, lo hago por mi cuenta y riesgo. Israel usó las indemnizaciones del holocausto para fabricar armas, para destruir casas y bienes palestinos. Ojalá que el país de usted me diera un pasaporte y me ayudara a salir de Israel. La vida aquí es muy dura. Si usted es judío, no hay problema. Si no lo es [o si deja de serlo], es tratado sin el menor respeto.
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