LAS
ACTUALES GUERRAS DEL MOSSAD
por
Dr. Ramiro Anzit Guerrero
extractado de
www.bolinfodecarlos.com.ar
La
intervención del Mossad en Irak
En julio
del 2005, un alto responsable de la defensa iraquí reveló que Israel
organizó varios atentados en Irak, bajo la protección de grupos islamistas
wahabitas y salafies. Agentes del Mossad infiltrados habrían orquestado
atentados con bombas contra objetivos civiles y embajadas, así como el
asesinato del embajador egipcio, a la vez que se infiltraron durante el
gobierno de Iyad Allawi, por medio del ex Ministro de Defensa Hazem Shaalan
y el ex Ministro de Interior Fallah Nagib.
También
colocaron baathistas en los servicios de información iraquíes, de seguridad
y en puestos financieros. Después del asesinato de miles de científicos y
universitarios iraquíes desde el principio de la guerra, Israel se propone
así debilitar a Irak y elevar el descontento popular a la vez contra la
Resistencia y contra la dirigencia shiíta.
Israel desempeñó un papel importante en la batalla por la ciudad de Fallujah,
a pesar de la preocupación norteamericana de ocultar este hecho. La muerte
de un funcionario israelí en Fallujah reveló la existencia de un gran número
de funcionarios, de francotiradores y de militares israelíes en Irak. Sobre
la base de las estadísticas de la prensa israelí, Israel no tendría más de
1.000 funcionarios y soldados dispersados en las unidades norteamericanas
que operan en Irak. Además hay 37 rabinos entre las tropas estadounidenses,
lo que lleva a creer que el número real debe ser superior, por la relación
entre religiosos y tropa.
El diario Ha'aretz admitió que muchos ocultan su identidad judía.
Actualmente, hay una campaña de contratación y reclutamiento que coincide
con la escalada de las operaciones en Irak. Una de estas campañas, la del
rabino Irving Elson, que en su último discurso dado en Nueva York incitó a
que haya más rabinos que fueran a combatir, y les fomentó a incorporarse en
las fuerzas estadounidenses.
Además
otro rabino emitió un dictamen que establece que los que mueran en Fallujah
serán "mártires". Estados Unidos tiene necesidad de la experiencia de los
israelíes para administrar los enfrentamientos en las ciudades iraquíes,
dado que dos generaciones de sus fuerzas armadas carecen de esta experiencia
desde la guerra de Vietnam. No obstante el papel israelí no es ni técnico,
ni complementario a nivel norteamericano.
Más bien,
se trata de una parte de la visión establecida por sus dirigentes políticos
y militares antes del lanzamiento de la guerra, y cuyo objetivo es destruir
todo papel regional para Irak, y de eliminar toda amenaza futura que pueda
representar este país para Israel.
Gracias a distintos títulos de prensa, lo más importante del plan israelí en
Irak pasó a ser publico, siendo la revelación más importante las operaciones
del Mossad para establecer redes en el Norte y el Sur, la eliminación de los
científicos iraquíes y la intensificación de la compra de bienes inmuebles,
propiedad y terrenos al norte, especialmente en Arbil, Kirkuk y Mosul.
Esta situación tendría relación con el anterior proyecto puesto en marcha
diez años antes de la caída de Bagdad, mediante los turcos judíos. Israel
anima a los dirigentes kurdos a separarse de Bagdad para administrar su
región, pero al mismo tiempo, Israel quiere que los kurdos desempeñen un
papel pivote en el Irak de posguerra, debido a las relaciones históricas que
estableció con los kurdos.
Probablemente, Israel avanzó en el desarrollo del plan anunciado por el
Ministro de Infraestructura, Joseph Paritzky, encaminado a instalar tuberías
para traer el petróleo de Irak a Israel, pasando por Jordania. Un informe de
la seguridad turca publicado recientemente por Jumhuriyet confirmó las
tentativas de Israel de activar la línea hacia Haïfa lo más rápidamente
posible. Pero según este informe, los Israelíes creen que las fuerzas
americanas son incapaces de imponer seguridad y estabilizar en Irak.
Esto perjudica a los israelíes que deben desarrollar sus propios canales con
los poderes locales, comenzando por el punto pivote en el norte, y avanzando
en el plan de puesta en práctica, que habían preparado mucho antes de la
caída del antiguo régimen. Sin embargo, evitan ahora una confrontación con
Turquía, que se preocupa por su extensión en el Norte.
En este
espíritu, Israel incita a los judíos iraquíes a ser un puente para organizar
las relaciones con el nuevo Gobierno y en particular, intensificar las
iniciativas comerciales con Irak vía Jordania. Israel desea también tener
algo que decir sobre el destino de Irak, mediante su influencia indirecta en
la cumbre de Sharm El-Sheikh, lo que puso furioso a la vez a Siria y Turquía.
Este
rol, extenso e inesperado, del papel de Israel en distintos ámbitos de Irak,
confirma que Israel es el principal beneficiario de la guerra, así como el
primer beneficiario de la escalada norteamericana con respecto a Irán, por
lo que se refiere al expediente nuclear.
Irak no es Rusia, e Irán no es China, y no representan pues ninguna amenaza
para los Estados Unidos, sino representan ambos una amenaza para el estado
de Israel. En conclusión, se puede decir que los partidarios del Likud, que
controlan los puestos ejecutivos en los EE.UU, están utilizando la campaña
de Bush contra el terrorismo como una cobertura para realizar los objetivos
de Israel en Irak. Por lo tanto, el objetivo de la batalla de Fallujah es
romper la columna vertebral de la resistencia y abrir la vía a la
terminación del plan israelí.
Un alto funcionario iraquí no descartó la pista del Mossad sobre los dos
diplomáticos argelinos secuestrados en Bagdad por un comando armado en pleno
barrio El-Mansour, un acontecimiento que causa estupor en Argelia y hunde en
el pavor al cuerpo diplomático árabe en un país donde el caos es aprovechado
por grupos incontrolables.
El
encargado de negocios argelino, Ali Belaroussi, 62 años, casado y padre de
cuatro niños, así como el agregado diplomático Azzedine Belkadi, 47 años,
soltero, fueron secuestrados en compañía de su conductor cerca del
restaurante Al-Sa' en el barrio El-Mansour, en el oeste de la capital.
El
secuestro tuvo lugar a 100 metros de la residencia del embajador. Los dos
hombres habían dejado la sede de la embajada para ir a un almuerzo ofrecido,
como cada jueves por el Sr. Belaroussi en su residencia. Los dos
diplomáticos debían reunirse con otros tres colegas.
Belkadi
había llegado la misma víspera a Bagdad e inmediatamente, Belaroussi tomó la
iniciativa de familiarizarlo con las prácticas de la pequeña comunidad
diplomática. El coche del Sr. Belaroussi, un Cruiser de color blanco, fue
inmovilizado entre otros dos coches, cinco hombres armados salieron de los
dos vehículos y luego los llevaron a la fuerza a cada uno en un coche
distinto, a su vez los dos vehículos de los raptores fueron en dos
direcciones diferentes.
El personal de la representación diplomática argelina tenía la práctica de
tomar la calle donde tuvo lugar el rapto, tanto a pie como en coche de
servicio, con el emblema nacional bien en evidencia colocado sobre los
indicadores. El-Mansour, barrio residencial y diplomático, constituye con la
zona verde donde se encuentra la sede de la embajada norteamericana, los
lugares mejor protegidos de la capital iraquí.
Las
fuerzas norteamericanas e iraquíes patrullan permanentemente, mientras que
se instalaron también algunos puestos fijos de la policía en los cruces
neurálgicos del barrio. Es sin embargo casi imposible perpetrar un ataque o
una retirada sin correr el riesgo de chocarse con estas fuerzas cuyo número
se reforzó estas últimas semanas, en particular, desde el recrudecimiento de
los ataques contra las representaciones diplomáticas.
Los
raptores, según todos los indicios tenían cómplices ya que la operación
pareció ser preparada cuidadosamente y minuciosamente realizada por hombres
bien preparados e informados. Habida cuenta de su manera de actuar, de la
rapidez del acto, y de la manera con la cual emboscaron a los dos
diplomáticos, los raptores tenían el aire de saber con una precisión de
comandos especiales en el proceder.
Este secuestro suscitó el estupor en Argelia y despertó numerosos
interrogantes que se producen en un clima de ataques repetidos contra los
representantes de los cuerpos diplomáticos. Recientemente, el más alto
representante de Bahrein en Irak y el embajador de Pakistán en este país
habían sido victima de ataques.
El
primero fue herido ligeramente, el segundo había salido indemne mientras que
el 7 de julio, fue asesinado el encargado de negocios egipcio Ihab Echarif,
el más alto representante de Egipto en Irak. Pero a pesar de lo anterior es
significativo que se haya podido tomar como rehenes a diplomáticos
argelinos, mientras que Argelia, que no se implica en el conflicto iraquí,
goza de un gran respeto por parte del pueblo iraquí, sin distinción de
confesiones.
Las relaciones históricas privilegiadas entre Argelia e Irak, datan de la
guerra de liberación, y las posiciones argelinas contra el empleo en Irak
por las fuerzas norteamericanas así como sus posiciones en favor de la causa
palestina hacían de los nacionales argelinos personas casi intocables y, por
añadidura, no representando ningún interés para los raptores si estos
últimos se encontrarían en las filas de la resistencia.
Pero
este privilegio no parece haber resguardado a los diplomáticos argelinos que
garantizaban una "presencia simbólica" habida cuenta de su calidad de
agregados administrativos, en particular, para el seguimiento de las
necesidades administrativas de la pequeña comunidad argelina aún presente en
Irak, según el Ministerio de Asuntos Exteriores que estableció en la zona un
comité de crisis.
Este rapto se produce también en el momento en que el Consejo de Seguridad
de la ONU abrió un debate sobre la situación de Oriente Medio, por solicitud
de la Liga Árabe y a pedido de Argelia, para la adopción de una Resolución
que exigía el desmantelamiento del muro de separación creada por Israel en
Cisjordania.
LAS
OPERACIONES DEL MOSSAD EN EL KURDISTAN
La vieja cooperación entre israelíes y kurdos fue reactivada después de la
guerra que expulsó a Saddam Hussein del poder en Bagdad en el año 2003. Esta
cooperación secreta entre israelíes y kurdos de Irak ha sufrido una
disminución estos últimos meses, debido a la influencia de Washington.
Después de la designación del dirigente kurdo Jalal Talabani a la
Presidencia de la República de Irak en la primavera 2005, un conflicto de
intereses apareció entre los dos aliados. Para no ser criticado por los
shiítas y los sunnitas, Talabani, nuevo jefe del Estado, no podía dejar
desarrollar más relaciones condenadas por la inmensa mayoría de los iraquíes.
Una parte de los agentes israelíes habría dejado el norte de Irak. No
seguiría siendo más que un centenar, y los hombres de negocios israelíes ya
no actúan prácticamente más que mediante intermediarios kurdos o jordanos.
El conflicto con todo había ayudado a estrechar la asociación entre el
Mossad y los responsables kurdos, aliados de treinta años contra el régimen
nacionalista de Bagdad.
Para
Israel, se trataba de proyectar las aspiraciones federales de los kurdos y
de contener la influencia iraní en Irak. Después de las hostilidades, los
israelíes, impacientes de ver probablemente millares de peregrinos iraníes
penetrar en Irak, intentaron en vano convencer a los estadounidenses de
cerrar la frontera iraco-iraní según palabras declaradas al diario Le Fígaro
por Patrick Clawson, director adjunto del Institute Near East Policy de
Washington.
Pero los Estados Unidos, preocupados por no dirigir a sus aliados shiítas
iraquíes, hicieron oídos sordos. Los Israelíes, constatando que sus aliados
estadounidenses no dominaban el terreno, entonces decidieron tomar la
cuestión en sus manos. Erbil y Souleymanieh, instructores israelíes,
disfrazados a menudo de hombres de negocios, fueron encargados de mejorar la
formación de los milicianos kurdos.
A
principios de 2004, aproximadamente 1200 agentes del Mossad o de la
inteligencia militar israelí operaban en Kurdistán, según estimaciones
militares francesas. Su misión: Crear fuertes comandos kurdos en un número
considerable para combatir las milicias shiítas, con dirección de Teherán,
en el sur de Irak, en particular, las del líder Moqtada al-Sadr.
Massoud Barzani, del Partido democrático del Kurdistán, considera que una
relación con Israel "no es un crimen, puesto que la mayoría de los países
árabes comparten información con el Estado hebreo. Siempre, las montañas del
Kurdistán fueron un nido de espías". La presencia de mucha población en esta
región, autónoma desde 1991, permite a los israelíes reclutar agentes que
infiltrarán otras organizaciones.
En la
actualidad, la prioridad kurda de infiltrar al nuevo ejército iraquí,
dirigido en adelante por uno de ellos, puede servir a los intereses
israelíes. Al combinarse con los kurdos de Irak, el Estado hebreo reforzó su
vigilancia sobre Irán y Siria, sus dos grandes enemigos en Oriente Medio.
Pero el
activismo israelí terminó por molestar a Washington, "Se recibe una fuerte
presión por parte de Washington para que decidamos nuestras maniobras con
los Kurdos", declaró un israelí enviado a Erbil bajo una cobertura
universitaria. Es así como los norteamericanos no están ya de acuerdo con
los planes israelíes. Washington no desea tolerar más una presencia no del
todo clara para sus intereses.
Seymour Hersh, periodista del New Yorker, afirma también que agentes
israelíes entrenan comandos kurdos en el Kurdistán iraquí e hicieron incluso
incursiones en Irán alrededor de instalaciones nucleares, debido a que los
servicios de información israelíes establecieron que combatientes
extranjeros ayudaban a los insurrectos en Irak con el apoyo de los servicios
secretos iraníes. Los Israelíes habían aconsejado enérgicamente a los
Estados Unidos cerrar la frontera entre Irak e Irán, a cualquier precio.
A partir
del otoño 2003, los israelíes pudieron constatar que se había ignorado sus
consejos y advertencias y que la guerra de los estadounidenses contra los
insurrectos eran fracasos sucesivos. Varios responsables en Europa, Oriente
Medio y los Estados Unidos le confiaron en varias entrevistas a Hersh que al
final del año 2003 Israel había llegado a la conclusión que la
administración Bush no sería capaz de aportar estabilidad y democracia en
Irak.
Israel necesitaba otras opciones. Agentes israelíes y militares trabajan
ahora discretamente en el Kurdistán iraquí, entrenando unidades de comandos
kurdos. Más importante aún para Israel es que estos pueden infiltrarse en
las regiones kurdas en Irán y Siria. Miembros del Mossad que se hacen pasar
para hombres de negocios operan también en esta región lo que permite que al
combinarse con los kurdos, Israel tenga ojos y oídos en Irán, Irak, Siria e
inclusive Turquía.
Según la
investigación de Seymour Hersh, "los agentes israelíes, acompañados de
comandos kurdos, pudieron cruzar la frontera entre Irak e Irán para colocar
explosivos y otros aparatos sensibles cerca de instalaciones nucleares
iraníes señaladas como sospechosas". Esta situación no irrita aun al vecino
turco, impaciente de las operaciones israelíes en el norte de Irak, que
podrían tener como consecuencia, fomentar las ambiciones de los kurdos de
crear un Estado independiente, incluyendo parte del territorio de Turquía,
Siria, Irak e Irán.
LA CRISIS
ISRAELÍ DENTRO DE LA LÓGICA INTERNA DE EE. UU.
La crisis actual israelí se comprende dentro de la lógica de la crisis
interna de EE. UU. Esta situación se refiere a las estructuras mismas de la
dirección israelí. Se trata de una crisis mayor precisamente debido al
factor interno, como la guerra en Irak que es una crisis de Washington por
las fracturas y oposiciones que hacen al establecimiento de un Imperio. En
este sentido, el poder civil es similar en Tel Aviv y Washington.
Olmert,
presidente de Israel, está en una posición de debilidad porque no tiene
ningún pasado político destacado, y sobre todo nada de este pasado tiene
elementos de peso en lo militar que permita en caso de necesidad en tiempo
de crisis, el establecimiento de una autoridad hipermilitarizada en una
situación de conflicto bélico. Esta posición de debilidad somete a Olmert a
todas las influencias externas e internas como la fuerza de Netanyahu (el
Presidente del Likud y enlace en Israel con los neocons de Washington) que
es preponderante hoy en Tel Aviv.
Las posturas extremistas triunfan debido a la debilidad estupefaciente del
mundo político israelí y la ausencia total de un pensamiento original, fuera
del molde conformista. El Tsahal (FF.AA. israelíes) tiene una posición
diferente a la del Pentágono en Washington. Su estatuto, su posición de
fuerza en el sistema dependen de las campañas militares, al contrario del
Pentágono que basa su poder en un despliegue expansionista ya establecido (red
de bases, flotas, etc.) y que odia las aventuras demasiado aventuradas como
el caso de Irak.
De esta manera también la posición particular del Mossad encuentra la lógica
de la de la CIA en Washington en relación a la amenaza terrorista. Ante esta
situación política interna y en la región de Medio Oriente, los distintos
movimientos de resistencia árabes ganan peso y suman adhesiones.
Calificarlos de "islamistas" para poder alegar una extensa conspiración
mundial y que inmediatamente suene la campana de alarma de la civilización
occidental en espera del próximo atentado es una posición agotadora. Estos
movimientos son distintos entre sí y, sobre todo, constituyen una reacción
contra una presión nihilista y desestructurante israelí-estadounidense.
Esta situación de resistencia en la región no remite a ningún plan de
conspiración general contra la virtuosa civilización occidental, como tratan
de demostrar los cerebros y expertos neocons. Es el peso de las presiones de
la ideología expansionista estadounidense que hace que se plantee una guerra
ideológica con un modelo de "choque de civilizaciones".
En este contexto la crisis israelí - libanesa abre un nuevo capítulo de la
historia occidental. Se trata del capítulo donde la pequeña nación israelí,
percibida como un bloque desde su origen gracias a sus raíces fundadoras
míticas y trágicas, se descubre como una estructura en completa decadencia,
completamente derribada por la influencia norteamericana.
Más que
nunca, el americanismo debe percibirse como una patología, en particular,
por su extraordinaria capacidad pandémica en la psicología, y la dinámica
rapaz de todas las estructuras soberanas y de legitimidad nacional en que se
deriva. En todos los casos, esta crisis es una proyección importante en la
zona de las grandes incertidumbres. Israel es infinitamente más frágil que
Washington.
En la
crisis actual, se ve fácilmente que Israel hace una guerra esencialmente por
cuenta de Washington, lo que es una causa más para el desasosiego interior
que no podría tardar en instalarse, y la causa misma que descubre el punto
de control de la soberanía israelí a las exigencias washingtonianas.
Algunos autores israelíes destacan esta situación, por ejemplo Ze'ev
Sternhell, que concluía en un texto del 28 de julio en el diario Ha’aretz
que "Los medios de comunicación de Estados Unidos reaccionaron de manera
previsible al asesinato del ex Primer Ministro libanés Rafik Hariri,
haciéndose eco de las amenazas combativas de la administración Bush contra
Siria y ampliando las acusaciones no probadas según las cuales el régimen de
Damasco sería el autor del asesinato”.
El Washington post, en esos días decía que "el asesinato innoble del Sr.
Hariri no beneficia a nadie a parte el régimen de Damasco y el mundo debe
responder en consecuencia". El artículo reconocía que la "brutalidad del
asesinato y las denegaciones del gobierno de Bachar Assad conducirán a
algunos a preguntarse si no preparó un crimen que puede haber deseado pero
que no cometió" y luego el mismo medio destacó que el asesinato era "el acto
de pánico de un tirano acorralado, terrorrificado por la marcha forzada
hacia la democracia que Washington ha iniciado en Oriente Medio con las
recientes elecciones en Irak y en los territorios palestinos”.
Las acusaciones del Washington Post tienen como objetivo, al igual que las
historias de armas de destrucción masiva en Irak, promover la política de
agresión que la administración Bush prosigue en Oriente Medio. La acusación
del Post contra Damasco se basa en la máxima de los detectives: para
descubrir quien cometió un crimen plantean la cuestión ¿quién es el
beneficiario?.
El
famoso diario de Washington plantea la pregunta para establecer una
respuesta predeterminada: El crimen lo cometió el régimen de Damasco. Pero
no precisa cómo Siria se benefició del asesinato. Sus consecuencias
inmediatas son las manifestaciones masivas organizadas por las fuerzas
políticas anti sirias en el Líbano, pidiendo que Damasco retire a sus tropas
del país, un apoyo a las amenazas de agresión militar de Washington contra
Siria, y la perspectiva de una caída de Líbano en la guerra civil.
Que el asesinato de Hariri produciría tales consecuencias, extremadamente
peligrosas para el gobierno sirio de Bachar Assad, era bastante previsible.
Las potencias que tienen interés en hacer avanzar sus objetivos estratégicos
con el asesinato de Hariri y tirando la responsabilidad del crimen sobre
Siria son los EE. UU e Israel.
Sobre la
identidad de los organizadores del atentado de Beirut, las pistas van
indudablemente hacia Washington y Tel-Aviv. Bajo la presión de Washington,
el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas votó la Resolución 1559,
pidiendo que Siria retire a sus tropas del Líbano. Este hecho político
permitió la decisión de la Casa Blanca de emitir una declaración que echa la
culpa a Damasco, antes de que la sangre de Hariri haya tenido tiempo de
secarse en Beirut. Esta acusación no probada fue seguida por las
instrucciones al embajador de Washington en el país de hacer un
planteamiento contra el régimen sirio y dejar el Líbano.
A las medidas provocadoras de Washington contra Siria, para las cuales el
asesinato de Hariri tenía una justificación, la Secretaria de Estado
Condoleezza Rice declaró, que los EE.UU no hacían presunciones en cuanto a
los autores del crimen. Los medios de comunicación estadounidenses fueron
más allá de la adopción de una actitud no crítica ante la respuesta de Rice,
tratando las declaraciones de la administración Bush como si constituían,
por ellas mismas, una clase de prueba de la culpabilidad siria, "los EE.UU
parecen seguros de la mano de Siria", decía en grande un título del New York
Times.
La Administración Bush preparó planes detallados para una acción militar
contra Siria. Incapaces de aplastar la resistencia en Irak, a la vez que se
niega a reconocer que hay manifestaciones de hostilidad popular contra el
empleo de tropas norteamericanas. El Pentágono por mucho tiempo acusó al
régimen sirio de albergar un centro de los baathistas iraquíes que se supone
supervisan los ataques contra las fuerzas estadounidenses. La lógica de la
aventura colonial de EE. UU. en Irak, lejos del discurso caprichoso de Bush
sobre la expansión de la democracia en todo el Oriente Medio, ha conducido a
nuevas guerras de conquista contra todos los regímenes que no colaboran con
Washington en la zona.
Los medios de comunicación citaron a distintos ‘expertos’ de Oriente Medio
que describen a Siria como una "fruta madura" en la continuación de la
campaña militar de Washington por la hegemonía en la región. Estos ataques
contra Siria manifiestan también la coordinación sin precedentes de las
políticas estadounidenses e israelíes en la región. Damasco es un objetivo
prioritario porque proporcionó un santuario a los grupos palestinos que se
oponen a Israel, incluyendo la organización Hamas.
A esto se suma la influencia creciente del movimiento shiíta libanés
Hezbollah, que forzó a las tropas israelíes a dejar el Líbano después de 20
años de ocupación. Se esperó en Washington y Tel-Aviv que al obligar a las
tropas sirias a dejar el Líbano o al causar un cambio de régimen en Damasco,
se minaría la posición del Hezbollah y se abriría la puerta a un control
renovado de Israel de su frontera septentrional.
Tel-Aviv
calcula que la expulsión de Siria fuera del Líbano o la caída del régimen
baathista de Damasco podría conducir al poder a un gobierno libanés más
abierto a las solicitudes sionistas. En particular, ambos querrían que el
Líbano conceda la ciudadanía a los aproximadamente 400.000 refugiados
palestinos en este país, una medida que derogaría de hecho su derecho, nunca
reconocido por Israel, a volver de nuevo a los lugares de los cuales fueron
expulsados durante la creación y expansión de este Estado.
Es notable que el asesinato de Hariri, fuera exactamente una semana después
de que el Primer Ministro israelí Ariel Sharon y el Presidente de la
Autoridad Palestina Mahmoud Abbas hayan anunciado una tregua en Egipto. Es
posible que las concesiones limitadas y aceptadas por Israel como corolario
del proceso de paz con los palestinos, puedan ser reembolsadas por una luz
verde de Washington en provocaciones y acciones militares contra Siria.
Nota: Dr. Ramiro Anzit Guerrero: Especialista en
Contraterrorismo y Seguridad. Abogado (USAL). Magíster en Estudios
Estratégicos (INUN). Doctor en Derecho Penal y Ciencias Penales (USAL).
Autor de los libros: "Terrorismo, Análisis de un Condicionante Critico";
Manual de Inteligencia y Seguridad Urbana; Triple Frontera ¿Terrorismo o
Criminalidad? y Temas de Seguridad Internacional.
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