MOYANO: PARA SUBIR TIENE QUE BAJAR por Alberto Buela (*)
No escribo al estilo de los periodistas de noticias gremiales de Clarín, La Nación o Página 12 donde se cuenta lo obvio y se evita lo delicado para no herir susceptibilidades. Escribo desde la preocupación de un arkegueta, aprendiz constante mejor que filósofo, al que le ha ido la vida militando en los gremios. Pero así como damos una de cal, viene ahora la de arena. Moyano tiene una contra, tiene que cambiar la perinola de una sola cara: la del toma todo. Lo que le achacan los dirigentes que, incluso están con él y lo apoyan, es que en estos ocho años de su secretaría general, gobernó la CGT, antes que nada, para camioneros. Por supuesto que esto no va en desmedro de todo lo que hizo a favor de los trabajadores y del movimiento obrero. Así, los problemas de encuadramiento que al menos veinticinco gremios tuvieron con camioneros, la creación de gremios paralelos a otros, los beneficios millonarios obtenidos del gobierno de Kirchner, son hechos incontrastables, que no se pueden negar. Pero todo esto no es nada, en definitiva, si Moyano los asume y los explica “bajando del Olimpo de Azopardo 802” a conversar con los gremios medianos y chicos. Con gremios de 15 congresales para abajo, que son los que pueden desequilibrar la elección (si es que la hay). Por supuesto que no va a faltar el alcahuete que diga que esto lo hace. Pero si lo hace, no lo realiza en forma sistemática, regular, constante, y esta es la falla de su equipo de conducción (si es que existe). Pero no termina acá el asunto, Moyano tiene otra posibilidad y es ceder la secretaría general a un candidato anodino como Caló y reservarse la secretaría adjunta y lugares para los suyos en el Consejo directivo. En qué se apoya nuestra tesis. En el hecho bruto e incontrastable que Moyano tiene carisma, ascendencia sobre la mayoría de los secretarios generales y Caló no. ¿Quién termina entonces, a la larga, gobernando la CGT?. Qué cada uno saque sus propias conclusiones. Así pues, hay dos fórmulas para Moyano y en las dos para subir tiene que bajar. O baja a hablar con los gremios medianos y chicos y sube luego con sus votos. O baja su candidatura a secretario general por la de adjunto para luego subir por su propio carisma y autoridad y quedarse con la administración de la CGT.
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