MUJER
La
mujer como objeto en la “nueva”
cultura. Luchar por nuestra AUTENTICA
cultura.
por
Marta
Martinez
CulturaEuropea@Yahoo.es
Es
desagradable la situación que está ocupando últimamente la mujer y el
sexo en esta sociedad de falsas igualdades y auténticos retrasos... Se le
está perdiendo todo el respeto, pero también es normal ya que una gran
mayoría de mujeres no por mala fé sino influenciadas por la “nueva”
cultura, está desprestigiando
al resto...
El otro día, en una discoteca se pudo observar algo lamentable, el pincha
discos invitó a una chica a subir, y eligió entre el público a un chico,
una vez los dos arriba, se les anunciaba que se dieran un “morreo”
(sin más historias...)
y se les regalaba un “mini”
de “calimocho”. Al principio la chica decía que
no, pero con gran maestría e incentivando el espectáculo el pincha los
juntaba detrás de su espalda, como tapándolos y bajo la mirada de
todos... La chica al final se enrrollaba para gracias y chistes de las
personas y para indignación mía. Es impresionante que estas chicas no
valgan ni 300 pesetas que es lo que costaba un “mini”
de estos. Está claro que el pincha discos, no
tenía ningún respeto hacia la “persona”
de esta chica, pero fue sorprendente
comprobar que la chica tampoco tenía ningún respeto por ella misma,
vendiendo sus besos (esos que algún día compartirá con una persona que
realmente desee de su boca y de su persona) por unas simples 300
pesetas...
El amor es mucho más que el interés, que la libertad sexual, que el
dinero... pero algún día lo sabrá esa chica. El hombre tiene que
respetar a la mujer, pero cuando la mujer no se respeta a sí misma, es
muy dificil exigir... cuando tenga novio y él sepa esa historia: ¿que
pensará de ella?. ¿Que pensará ese hombre, si a la chica que más desea
vendió su beso a un desconocido?
El amor vale mucho más que todo eso. Defiendo un amor LIBRE en cuanto a
elección (siempre que el chico coincida en cultura, ya que no vale la
pena amar a un ser machista que elimina nuestras libertades como personas),
defiendo un amor SIN EDAD (si amamos una persona no importa la edad) y
defiendo un amor SANO sin límite sexual siempre que se este agusto haciéndolo
con la otra persona y pensando razonadamente las consecuencias de los
actos... pero todo esto debe ser a ALGUIEN QUE AME realmente y conozca no
sólo físicamente como ocurre en los vulgares rollos de una noche o tarde
de discoteca sino conociendo la persona a quien va a recibir los besos,
cariños y caricias, los cuales tienen más sentido que el regalado en el
mero “Rollo”.
Cuando se entrega a un ser que quiere con toda su alma, los LIMITES no
existen (aunque luego se de cuenta de que no es el hombre de su vida, no
es un error puesto que se lo otorgamos a cambio de nada, dando rienda
suelta a nuestra pureza espiritual en todas nuestras caricias, abrazos,
besos o ...). Lo que no defiendo y veo indigno es cuando se produce sin la
existencia de ningún sentimiento superior al puro materialismo de interés
o por puro físico... esto ES como PROSTITUIRSE.
Actualmente, se lleva la “moda”
de que la mujer puede tener los mismos vicios y libertades que el hombre,
en la realidad el hombre a la hora de buscar novia no busca su
masculinidad (que es lo que predomina en esta sociedad inspirada por las
nuevas modas lejos de la espiritualidad de las mujeres y de los hombres y
más cercanas a un materialismo de ¿con cuantos? o ¿cómo estaban?). El
hombre busca su sensibilidad, alma y cuerpo. BUSCA una auténtica chica,
busca su FEMINIDAD (siempre será más femenina cuanto más sana lejos de
los vicios, saludable, inteligente y sensible sea...).
La mujer no es un hombre de segunda categoría como actualmente está
ocurriendo que puede hacer lo mismo que un hombre en tema sexual, no hay
que olvidar que ellos son más impulsivos porque no sufren las
consecuencias directas de una maternidad, siendo egoístamente más
irresponsables, nosotras tenemos que atender nuestros intereses y los de
nuestros niños por lo que debemos ser más calculadoras y no dejarnos
llevar por la irracionalidad sexual propia del hombre, la auténtica mujer
debe ser de primera clase aprovechando sus cualidades naturales de
sensibilidad e inteligencia, lo demás sobra. Como así también el hombre
debe abandonar los vicios que destruyen su salud y racionalidad la mala
moda egoísta de no ser consecuentes de sus actos... |