¿QUÉ HARÍAMOS SIN NICOLE?

por Juan Salinas Bohil  -  Correo de Buenos Aires

 

Millones de personas de esta gran ciudad, su conurbano y el interior del país (¿cuál es el exterior?) siguieron emocionadas durante cuarenta y ocho horas por radio y televisión el reality show que originó el robo sufrido por la modelo Nicole Neuman. No se habló de otra cosa. Lo que demuestra que Argentina anda tan bien como para que se le dé suma importancia a este tipo de cuestiones. ¡Pobre modelo! Hasta hubo quienes no le creyeron, como fue el jefe del Gabinete nacional, Aníbal Fernández, quien dijo al referirse al caso: "Fue una mentira sin sentido y no entiendo por qué".

Si quien ostenta el segundo cargo político del país tiene tiempo para ocuparse de estas cosas, daría a entender que no tiene mucho trabajo por delante. No debería ser así. Lo mismo puede decirse de su colega de Interior, Florencio Randazzo, que para Semana Santa encabezó un promocionado operativo de seguridad vial en el peaje Hudson de la Autopista Buenos Aires-La Plata. Para hablar mucho más de lo que se debe, ya se encuentra en esos menesteres la Presidente, que se promociona todos los días través del canje publicitario estatal con los medios de prensa. Los ministros y su superiora deberían tener voceros capacitados que puedan decir las cosas por ellos, más no hacerlas.

Más callado pero no menos activo se encuentra Néstor Kirchner, del que muchos han olvidado que fue electo diputado nacional aunque vaya casi nunca por el Congreso, ocupado como está en asuntos de mayor importancia. ¿Y cuáles son ellos? No se los conoce más se los barrunta. Desde la presidencia de UNASUR, una unión de aguas y aceites al por mayor, podría sostener otro ariete bolivariano contra los Estados Unidos sin llegar al extremismo que sus grupos de choque alcanzaron contra George Bush en la Cumbre de las Américas que se realizó en Mar del Plata en 2005. Y pensar que ese cónclave americano tenía por lema "Crear empleo para combatir la pobreza y sostener la gobernabilidad democrática".

Pero la izquierda argentina, antinoarteamericana por naturaleza y castrista por ideología y conveniencia, ve con preocupación la debacle de Chávez. Todo parece indicar que Venezuela podría encaminarse hacia algún tipo de estallido social producto de la corrupción y la inflación cuando el petróleo, principal sostén del morocho coronel, recién ha llegado a su precio más alto en los últimos 18 meses. Pese a ello, sin haber construido infraestructura energética, el locuaz líder sigue en la brecha de comprarle armas a Rusia por miles de millones de dólares para contrarrestar, dice, el incremento de las tropas estadounidenses en Colombia, el aliado más firme que tiene Washington en Sudamérica.

En el ambiente estrictamente internacional, el gobierno argentino sólo puede contar con apoyos de países bolivarianos con los que tanto ha colaborado desde el 2003. En ese ambiente la Casa Rosada espera con fingida solidez el fallo de la Corte Internacional de La Haya en la controversia que mantiene con Uruguay por la ubicación de la pastera Botnia en el Río Uruguay. Al asegurar que cualquiera sea el resultado aceptará la decisión, encubre que poco puede hacer en el tema debido a que el Ejército Autoconvocado de Gualeguaychú mantiene ocupado el puente General San Martín desde hace más de cuatro años, y es el verdadero árbitro de la cuestión ya que sus comandantes han hecho saber que si el fallo no les es satisfactorio, las medidas podrían agudizarse. Esto implicaría que las tropas aerotransportadas de Gualeguaychú bien podrían invadir Uruguay y llegar a marcha forzada hasta el mismo Montevideo.

Por supuesto que semejante dislate se esgrime a título intelectual. Pero la realidad político-económica bien merece estas fugas para no sucumbir en el estrés. Como el 28 de junio de 2009, hoy se juega para el año próximo la gran interna peronista: Duhalde, Macri, Das Neves, de Narváez, Scioli, alguno de los Kirchner -o todos-, Menem, Reutemann (a lo mejor, tal vez, es posible), se preparan para calzarse la banda mientras que otras bandas siguen haciendo de las suyas y asaltan bancos, countries, mejicanean, se matan entre narcotraficantes, roban autos de lujo de las mismas concesionarias o en quince días hacen explotar dos bombas en distintas sucursales del Banco Nación, el más poderoso de Argentina, sin que hasta el momento se haya ubicado a los autores.

A su vez, el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, desde Río de Janeiro puso la fragua a mil al decir que "el aumento de las villas no está relacionado con el aumento de la pobreza"; Hugo Moyano, líder de la CGT, pasó de negar la inflación a decir “hay un poco de inflación”, “La inflación controlada es mejor que la pérdida de trabajo” (Pregúntenle, si pueden, a Alfonsín), para últimamente sostener: "Según el INDEC se ha duplicado la inflación, así que eso no tiene que ser ninguna sorpresa para nadie. No sé por qué tanta polvareda"; y la Presidente firmó un proyecto de ley para que se declare por única vez feriado el 24 de mayo. ¡Con razón lo de Nicole!