ASUNCION,
PARAGUAY - 14.07.2005 (RK) -- El 1º de julio, contando con el
silencio casi total de la prensa
del continente, desembarcaron en Paraguay 400 marines de EE.UU.,
el primer contingente de un total de 16.000 efectivos, que
arribaron con un objetivo: instalar una base militar que les
significará el control estratégico de esta parte del Cono Sur.
Los
soldados norteamericanos ingresaron gracias al "Acuerdo por
Notas Reversales entre el Gobierno de la República de Paraguay y
el Gobierno de los Estados Unidos de América", firmado el 5
de mayo pasado, que autoriza "Ejercicios e Intercambios
Militares Bilaterales". Esto fue aprobado por el Senado
paraguayo, y el acuerdo rige precisamente desde el 1º de julio de
este año hasta diciembre de 2006, aunque en el documento se
resalta que el mismo "es prorrogable".
Un
punto fundamental y relevante para Washington fue lograr la
inmunidad total para sus efectivos. Tanto Argentina como Brasil se
negaron a conceder ese privilegio, lo que dificultaba a EE.UU.
impulsar una misión de esta envergadura. Por ello inmediatamente
se ejercieron presiones sobre el gobierno de Asunción, que
finalmente accedió. Esa inmunidad le da a los marines el insólito
status de "funcionarios diplomáticos administrativos",
gracias al cual pueden entrar y salir del país cuando lo deseen,
transportar libremente armas o cualquier tipo de equipo sin que
las autoridades locales lo puedan requisar, e incluso son
beneficiados con una exención impositiva para sus productos,
materiales y propiedades.
La
base fue eregida en un punto estratégico, el Chaco paraguayo, en
un aeropuerto semiclandestino situado en el pueblo de Mariscal
Estigarribia. Allí se cuenta con una pista de aterrizaje de 3.800
metros, ideal para recibir a los aviones B-52 y Galaxy que
empezaron a llegar y para desembarcar material bélico pesado. Se
están remodelando las instalaciones existentes y construyendo
otras nuevas para los marines, que irán llegando en 13
contingentes, algunos más numerosos que otros. El primero estuvo
básicamente compuesto por soldados que deben reconocer el terreno
y técnicos e ingenieros encargados de poner en condiciones el
lugar.
Según
pudo confirmar la RK, en las últimas horas aterrizó en el
aeropuerto de Asunción un avión con al menos diez agentes del
Mossad. Como ocurre en Afganistán e Irak, los espías israelíes
trabajan codo a codo con sus pares norteamericanos en cualquier
acto de invasión.
BUSH
DESIGNA AL JEFE DE LA MISIÓN
Este
martes la Casa Blanca terminó de confirmar las sospechas de los
periodistas más escépticos cuando anunció que George W. Bush
propuso como nuevo embajador en Paraguay a James Caldwell Cason.
Este hombre actualmente es jefe de la oficina de intereses de EE.UU.
en La Habana, y es un notorio agente del servicio de inteligencia
norteamericano. Sus amplios conocimientos militares lo
convirtieron en el asesor político del comando estadounidense en
la OTAN. Anteriormente fue el Director de Planificación y
Coordinación para el Hemisferio Occidental en el Departamento de
Estado.
Cason
había sido enviado a Cuba para que monitoree las relaciones de
Castro con Chávez, que es una de las principales preocupaciones
geopolíticas en Washington. Sin embargo, cuando meses atrás se
concretó la posibilidad de abrir la base en Paraguay, el
mandatario decidió que sólo un funcionario como Cason podía
hacerse cargo de la tarea.
Cason
había sido enviado a Cuba para que monitoree las relaciones de
Castro con Chávez, que es una de las principales preocupaciones
geopolíticas en Washington. Sin embargo, cuando meses atrás se
concretó la posibilidad de abrir la base en Paraguay, el
mandatario decidió que sólo un funcionario como Cason podía
hacerse cargo de la tarea.
La
designación requiere la aprobación del Senado, para la cual se
espera que la audiencia se realice antes de agosto, que es el mes
en el que el Capitolio entra en receso de verano.
Mientras
tanto, el actual embajador en Asunción, John F. Keane, anunció
su intención de retirarse de la carrera diplomática para
trabajar en el "sector privado". No sería extraño que
en pocos meses Keane abra una agencia de seguridad para reclutar
mercenarios, un negocio rentable y que hoy por hoy tiene más auge
que nunca gracias a las campañas bélicas anglosajonas, o termine
convirtiéndose en asesor financiero de alguna empresa
multinacional.
LA
BASE QUE CONTROLARÁ TODO
Mariscal
Estigarribia, nueva sede de los marines, es un pequeño pueblo de
sólo 3.000 habitantes. Pero más allá de su insignificancia
demográfica, este lugar tiene la ubicación perfecta para los
designios de Washington, debido a que:
-
Está
a pocos kilómetros de la Triple Frontera, punto clave de unión
entre Paraguay, Argentina y Brasil, donde actualmente reside
una importante comunidad árabe que cuenta con varios miles de
palestinos. De ahí surge el especial interés de Israel en
esta misión.
-
Finalmente,
la base se ubica en las cercanías del Acuífero Guaraní, la
mayor reserva de agua dulce del planeta, que garantiza a la
actual población mundial, por 180 años, un promedio de 100
litros de agua por persona.
Analistas
señalaron a la RK que los marines se desplegarán por toda la
región. De hecho, en estos momentos ya están actuando, muchas
veces vestidos de civil, en diferentes poblaciones vecinas. Uno de
los hechos que más celebran en el Pentágono es el haber
reclutado a tantos latinoamericanos, dado que pueden pasar
desapercibidos entre la gente local sin ningún inconveniente.
LATINOAMÉRICA,
EL BOTÍN DE GUERRA
Actualmente
EE.UU. ya tiene muchas bases en la región. Las más conocidas son
la de Manta, en Ecuador; la de Guantánamo en Cuba; las de Tres
Esquinas, Larandía y Puerto Leguizamo en Colombia; las de Iquitos
y Nanay en Perú, más todas las que establecieron en Centroamérica
(en Puerto Rico, Honduras, Costa Rica, El Salvador y Panamá, por
mencionar algunos países). A todas estas habría que sumarle
también las bases clandestinas, como la que hace pocos años se
habría instalado en Tierra del Fuego, Argentina.
Pero
esto no es todo. Cada embajada de EE.UU. es en si misma un pequeño
cuartel, que cuenta con un nutrido personal militar, más una
planta permanente de agentes de inteligencia, cuya cantidad varía
de acuerdo a la importancia política que tenga el país en un
momento determinado. En los edificios de las Fuerzas Armadas
nacionales ya es casi una tradición que haya personal
estadounidense trabajando en un sector de acceso restringido. Esta
situación se da, por ejemplo, en los edificios Libertador (Ejército),
Cóndor (Fuerza Aérea) y Libertad (Armada), de Argentina, en
donde los EE.UU. disponen de un piso completo en cada uno de ellos,
en los cuales flamea la bandera norteamericana y únicamente se
cuelga el retrato de Bush. Por supuesto, sólo oficiales locales
de muy alto rango puede ingresar a esos lugares.
Decir
por qué Latinoamérica es un objetivo estratégico no es una gran
novedad para nadie. Es el territorio que posee todos los
recursos naturales que le faltarán a la humanidad en este siglo y
en los venideros. A su vez, los habitantes de sus países son
pocos en relación al espacio geográfico que ocupan, y se
corrompió a casi toda su clase dirigente para mantenerlos
dominados.
EE.UU.
desde hace décadas tiene en claro que su futuro, o mejor dicho,
su supervivencia, se encuentra en el Sur. No obstante, se le sumó
un inesperado competidor: China.
LA
LARGA MARCHA DE MAO AUN NO HA TERMINADO
Al
extinguirse la URSS, los estadounidenses supusieron que tenían el
camino despejado para avanzar. Pero China tuvo un crecimiento
constante, que al principio no les importó, luego les pareció
curioso, más tarde los admiró, y finalmente los alarmó. El
"gigante asiático" dejó de ser un país comunista con
cientos de millones de habitantes para convertirse en una potencia
mundial con cientos de millones de soldados.
Desde
los 9 años un niño o niña chino recibe su primera instrucción
militar. A lo largo de su vida, se le inculca, como en todo régimen
comunista que se precie como tal, que su vida vale poco, que debe
sacrificar todo en nombre de la "colectividad", dirigida
por el Estado. Y el Estado es controlado por el Partido Comunista,
el único ámbito que puede garantizarle una vida más o menos
digna a un ciudadano chino. Esto podría parecerle realmente
insoportable a cualquier otro país del mundo, como ocurrió en
Rusia, pero los chinos hace siglos que vienen siendo gobernados
por monarcas tiránicos, por lo que cuando ascendió esta forma de
gobierno, ya estaban acostumbrados a cosas parecidas o aún peores.
Aunque
oficialmente insista en negarlo, el régimen de Beijing es
consciente que en el siglo XXI su territorio no alcanzará para
albergar más gente. También sabe que expandirse por Asia no es
la solución. Los cientos de millones que suman sus vecinos, más
los otros mil millones que tiene la India, demuestran a simple
vista que la región colapsó. Europa ya tiene tierras muy
desgastadas, el Norte de América tampoco parece promisorio, por
lo que quedan dos lugares: Latinoamérica y Australia.
Y
Latinoamérica terminó por operar como un imán para la
dirigencia amarilla, por las posibilidades que brinda, antes
descriptas. Entonces comenzaron a invitar a los presidentes de la
región, los recibieron en fastuosas fiestas, les mostraron un
poder enorme, grandes riquezas, y los encandilaron. Luego viajaron
para acá, acompañados por centenares de funcionarios y
empresarios, y prometieron inversiones multimillonarias. También
mandan a sus hombres, que no son marines armados hasta los dientes,
sino personas muy simples pero acaudaladas, que comenzaron a tejer
en diferentes ciudades importantes redes comerciales manejadas por
la llamada "mafia china", que trascartón, también
responde al Estado.
Este
año comenzaron las primeras acciones de peso. Como muestra, la
corporación gubernamental china SIGP (Shangai International Port
Group) tomó el control de todos los puertos de Perú por 50 años.
Algo similar podría pasar con la concesión de varias rutas
argentinas y con la minería en la Cordillera de los Andes.
Por
ahora, los intereses de EE.UU. y China no terminan de chocar, y
quizás nunca lo hagan. Sus relaciones bilaterales siempre han
sido sinuosas, y pese a que supuestamente son los máximos
representantes de dos modelos socioeconómicos absolutamente
contrapuestos entre si, baste recordar que hace 60 años estas
tendencias supieron coaligarse en una guerra para derrotar a un
tercero, enemigo común de ambas.
EL
FUTURO
La
base en Paraguay puede ser el inicio de los años más difíciles
para Sudamérica desde los tiempos de las Guerras de Independencia.
Es claro que los 16.000 marines operarán como la nueva fuerza de
intervención en el Cono Sur, y más aún, que si en estos
momentos se maneja en forma oficial esta cifra, el verdadero número
de efectivos será superior.
En
noviembre Bush viajará a la Argentina para una cumbre de
mandatarios, y diferentes fuentes confirmaron a la RK que uno de
los objetivos del viaje será consolidar mediante acuerdos la
presencia de los soldados, apelando a la "guerra contra el
terrorismo" como excusa.
Como
dijimos al principio, lamentablemente existe un silencio cómplice
en los grandes medios de prensa de todos estos sucesos, algunas
veces porque pertenecen a monopolios extranjeros con fuertes
intereses en estas acciones, y otras veces por imposiciones o
autocensura.
En
nuestro continente se están asentando peligrosas fuerzas con el
claro propósito de tomar el control directo de la región, en no
mucho tiempo, y de manera definitiva. Detrás de sus ropajes ideológicos
sólo está su codicia y su instinto de supervivencia. Por todo
esto es necesario que Latinoamérica Despierte, antes de que sea
demasiado tarde.
Colaboración
de la Red Kalki