Orgulloso
estoy de que El Ojo Digital continúe convocándome a los efectos de
contribuir con mi irreverente pluma. Aunque debo reconocer que nuestra
relación continúa más tirante pues, como bien se sabe, no es política
de este medio mantener relaciones económicas con sus colaboradores. Y
la cuestión empieza a molestar. En fin, así las cosas, luego de mucho
tironear, he decidido quedarme -aunque sin un centavo-. Una de las
principales razones, debo decir, se debe a los numerosos emails que este
humilde paparazzo furtivo recibe de su incipiente pero cariñoso club de
fans. Vayan para ellos mis más cálidos saludos; poco a poco responderé
a sus inquietudes, dado que jamás dejaré de paladear las mieles del
trato personalizado con aquellos que me han regalado su confianza. Sin
embargo, me gustaría comentar que normalmente no poseo información
ilimitada sobre personajes de la farándula. Regularmente, me decido a
revelar los detalles, apenas llegan a mí. Quiero decir que no es mi
estilo revelar a cuentagotas. Y, para aquellos que insisten, nunca, pero
nunca, revelaré mi identidad. Solo puedo decirles que me encanta
caminar por los pasillos de algunos canales de televisión, que mantengo
contacto fluído con personajes de toda forma y color en los medios y
también intercambio datos jugosos con insiders o topos
que pululan por el mundo del espectáculo. Algunas veces, debo decir, me
llegan comentarios de actores y actrices, muchas veces provenientes de
competidores que se ven motivados por la envidia. La información
revelada es debidamente cruzada y cotejada.
Ahora bien, me gustaría comenzar nuestra caminata por los espinosos
terrenos faranduleros refiriéndome al nuevo rey de los impresentables y
de los chantas argentinos, el señor Marcelo Hugo Tinelli, uno de los
arquitectos más repudiados de la tevé basura, esa que está al alcance
del control remoto de cualquiera, en los horarios que cualquiera así lo
desee. Muchos ya han olvidado los comienzos de Tinelli, en la forma de más
que mediocre y amateur relator de fútbol. La manera en que este
muchacho se las ha arreglado para trepar hasta llegar a lo que es hoy es
lo único que suscita la admiración. Algunos lo recordamos -sonrisas
mediante- cuando correteaba a actrices y señoritas de producción en
tiempos de Ritmo de la Noche. Cualquier mujer sabe que no hay que ser
muy dotada para ganarse la calentura del hoy conductor. Pero, claro está,
viéndolo al espejo a este hombre, los porqué saltan a la vista. ¿Alguien
puede encontrar una foto en donde el señor Tinelli no salga haciendo
muecas dignas de los monstruos de las películas de terror más
espantosas? ¿Existe un personaje menos fotogénico que su persona?
Risas más, risas menos, lo que no causa gracia es el renovado arreglo
que el señor Marcelo Tinelli mantiene con el Presidente Néstor Carlos
Kirchner y sus socios en el delito. Todo comenzó con la vil entrega de
Radio del Plata al poco agraciado conductor y productor. Entrega que el
propio gobierno kirchnerista facilitó, a los efectos de ganarse el
"respeto" de Tinelli y para no sufrir las burlas que hicieron
pedazos la imagen pública de otro impresentable, el ex presi
Fernando de la Rúa. Sí, el que huyó como cobarde en helicóptero. El
mismo cuyos hijos han caído bajo el canto seductor del clorhidrato de
cocaína de alto precio y pureza. El ex presidente con la mujer mandona
y cuyos gritos se oyeron hasta en la luna al enterarse de que uno de los
chicos empezó a salir con la patética Shakira. A los ojos de la Pertiné,
no quedaba para nada bien que un hijo se junte con una señorita
colombiana de barrio bajo, y que, como bien lo supieron en su momento
los de 25 de mayo, lava dinero del narcotráfico colombiano contante y
sonante a través de su "carrera" artística.
Retomando el arreglo Tinelli-Kirchner, el lector está invitado a
visitar la web de nuestros queridos colegas Seprin.com, allí encontrará
jugosa información sobre el reciente rendez-vous de Bolívar, y
detalles jugosos, escabrosos y en Technicolor.
Para algunos, Tinelli es una suerte de burócrata acorralado que tuvo la
mala suerte de toparse con los Kirchner, matrimonio feudalista y febril
controlador de los medios y de todo aquel que no piensa como ellos.
Ratas de alcantarillado de la talla de Alberto Fernández no tardaron en
conversar con Marcelito para llegar a cualquier arreglo que evite
ridiculizar a Néstor en los programas de mayor rating. Porque vale
preguntarse, siendo el Presidente un personaje con mucho de quién reírse
y con tanto defecto facial digno de explotar por humoristas, ¿cómo es
posible que pocos o ningún medio lo ridiculicen como se merece y como
Dios manda? Pues, en estos arreglos está la respuesta. Aunque se enoje
Marcelo Hugo, ya a nadie escapa que el propio Gobierno Nacional financió
el proyecto monumental que el conductor-productor montó en la localidad
de Bolívar. A Tinelli, nada de esto le costó un peso. Mientras tanto,
esa suerte de hermano gemelo bizarro que es Mario Pergolini, llegó a
acuerdos similares con este gobierno, aunque sin involucrar grandes
sumas de dinero. El kirchnerato presionó en su momento a Pergolini para
que insistiera en criticar a Carlos Menem en casi toda oportunidad, al
igual que a Mauricio Macri y el resto de la oposición. Los Kirchner y
los Fernández rara vez son "atacados" por la ira juvenil del
cocainómano Mario. !Ups! A veces se me escapan comentarios impropios.
El lector sabrá disculpar... Digamos de Mario que, a pesar de sus
sobrehumanos esfuerzos y de los del plagiador Felipe Pigna (alias, el
"historiador de papel higiénico"), los televidentes del Gen
Argentino decidieron descartar la figura de Ernesto "Che"
Guevara como el argentino más representativo de la historia nacional.
Ciertos muchachos del "progresismo" jamás entenderán que su
ideología hoy no enciende ni un fósforo. Esa es la bronca que los
lleva a tanto odio... el desprecio que han sufrido siempre desde la
sociedad. Yo, por mi parte, me pregunto, ¿cómo es posible que un
historiador marxista -como se reconoce Pigna- pretenda convertirse en un
referente para consulta? Jamás lo entenderé. Pero mientras tanto,
Felipe nos hace reír con su interpretación bizarra de muchos hechos
históricos de nuestra torturada Argentina. Escucharlo hablar de
historia verdaderamente gatilla las mejores risotadas.
Pero bueno, nos hemos escapado del temario, una vez más. Mi opinión
frente al arreglo de Tinelli dista mucho de querer victimizar al
conductor-productor o de defenderlo. El amigo Marcelo tiene que
comprender que el éxito conlleva una responsabilidad social importantísima
y fundamental. Alguien como él ya debería haber comprendido que el
dinero no es lo importante en la vida. Este hombre ya acumuló millones
a costa de la burla y la broma pesada al argentino promedio, y gracias a
un bien planificado sistema de entretenimiento de masas, que solo
contribuye a la reproducción ilimitada y en serie de consumidores
idiotizados. Canjear dinero por buena imagen para Cristina Fernández
Wilhelm solo habla de la extrema pobreza de su mente.
Ahora bien, me veo obligado a realizar un agudo quiebre de cintura para
referirme al "puma" Agustín Pichot. Antes que nada,
corresponde felicitar humildemente al equipo que finalizara tercero en
el mundial de rugby que se jugara en tierras europeas. Aunque no
entiendo nada de rugby, todos y cada uno debemos reconocer que estos señores
se la han jugado entera por una bandera. El reconocimiento va también
para Agustín Pichot, el capitán de los Pumas, pero vale aclarar, una
cosa es el juego, y otra muy diferente es la vida de cada uno. Esta
semana nos hemos enterado de que Agustín tiene un defecto mucho más
grosero que la alta exposición mediática que lo ha convertido en un
personaje insoportable desde hace tiempo. Recientemente, ha arreglado
con la provincia de Chubut, más precisamente el gobernador kirchnerista
Mario das Neves, desempeñarse como embajador, o algo por el estilo. La
embarra Pichot al meterse en política. Empujó a los Pumas a embarrarla
aún peor cuando se sacaron fotos con el Presidente Néstor Carlos
Kirchner y su insufribilísima Primera Dama, Cristina K o CFK -como le
dicen ahora-. Gran error de los Pumas y de Pichot, que, hasta aquí, habían
hecho todo bien. En plena campaña electoral, el matrimonio de los
dictadores necesitaba una foto más para mostrar a los súbditos y los
Pumas vinieron a hacer de bijouterie. No puedo disculparme por
las palabras duras que estoy empleando. No quiero acordarme de Agustín
Pichot cuando Cristina tenga que escapar a los tiros de alguna ventanita
de la Casa Rosada, cuando todo se le incendie. Sencillamente, son dos imágenes
-la de Cris, la de Agus- que no me parece que tengan mucho en común...
Cristina es, precisamente, la personita que -dicen- lleva las mayores
chances para ser la próxima Presidente, pero es también la elegida
para cerrar mi segmento de hoy en El Ojo Digital. Se me había ocurrido
que Cris debió ser la protagonista en la publicidad "¡Foto, foto,
foto...!". Demasiadas ansias de protagoniso. Exceso de toxina botulínica.
Harta inoperancia... y odio y desprecio extremo para con los pobres del
país. ¿Cuántos viajes ha hecho la señora a Nueva York y Europa,
parando en hoteles de no menos de diez mil dólares la noche y gastando
otros cuantos miles en relojes Rolex? ¿Se preguntó Ud., señor o señora
votante, de dónde ha salido ese dinero? ¿Para qué agencia del
gobierno trabajan esos señores que -pulcramente vestidos y de traje-
caminan junto a ella por tantas callejuelas del extranjero, maletín en
mano? ¿Será que ese maletín, como dijo el Gran Guillermo Cherasny,
lleva dinero negro del presupuesto de inteligencia -sin facturar- y que
sirve para satisfacer el voraz apetito que la Primera Ciudadana tiene
por el lujo? Leímos hace poco en Ambito Financiero que Cristina rechazó
beber de una botella de agua mineral, pues no tenía marca. Y,
obviamente, porque había sido tocada por una persona de clase baja...
Cuánto desprecio. Qué poca esperanza que nos dan nuestros líderes.
Con toda mi bronca, Señor Presidente, y a pesar de criticarlo con
dureza, le pido que se quede. Por favor, ¡no nos abandone a la suerte
con su mujer! Sé de buena fuente que Ud. lee las líneas de El Ojo
Digital. ¿No es cierto Aníbal? ¡¡¿¿Verdad Alberto??!! ¿Se enojará
mucho su señora, Presidente?
Es mi deber aclarar que Cristina se ha ganado un espacio en mi sección,
a partir de la confusión que reina tanto sobre mí como sobre la
sociedad en su conjunto : ¿la Primera Dama, es una política o una vedette?
El entrecruzamiento de las variables y el margen para la duda me
autorizan inmediatamente a considerar a su persona como dentro de mi área
de influencia...
Finalmente, pregúntome, ¿qué quedará de la Argentina, una vez que
esta neue politik haya terminado con los recursos del país?
Seguramente nos convertiremos en una república de insectos y de hierba.
En cualquier caso, el infierno será peor para mí, mucho antes de eso.
Ello sucederá el día que me quede sin farándula argentina de la cual
reirme a mandíbula batiente.
Amigos míos, les recuerdo, como siempre, que pueden escribirme sus
emails a la dirección info (arroba) elojodigital.com, con el Subject o
Asunto "Para el Paparazzo Furtivo". Una vez más, millones de
gracias por el apoyo y ya les iré contestando, de a uno por vez. Los
quiero mucho.
PD : el bonus track que inauguro hoy es para referirme nuevamente
al deleznable Marianito Closs y a los maltratos con que sometió en
reiteradas oportunidades a la hija del ex entrenador Carlos Bianchi. Me
he enterado de cierta oportunidad en que se hospedara con su bella novia
en cierto hotel importante de la ciudad de Mar del Plata. Una jornada
finalizó con el personal de seguridad del hotel y otros empleados
debiendo asistir a la señorita Bianchi a partir de los golpes recibidos
por el relator del balompié. Me fue comentado que a la niña le fue
virtualmente destrozado su rostro por los golpes que Closs le propinó.
Consejo urgente para este buen muchacho : hágase tratar su
adicción a la blanca. O, si ello resulta un imposible : comience a
comprar de la buena. Los televidentes bien podríamos escribir emails a
TyC para repudiar el hecho, apoyar al entrenador y a su hija, y
boicotearlo con el rating, eligiendo otros canales para ver los partidos
de fútbol. Ello sería un buen comienzo.