PATRIA O MUERTE

por Daniel Quercetti

La contradicción es consubstancial al zurdo. No se trata de que el zurdo sea incoherente sino que Marx formuló particulares y originalísimas reglas sobre la coherencia. En esto, justo es decirlo, fue un precursor. Igual que Jack el Destripador. La contradicción, la dialéctica de los opuestos en renovada y eterna lucha que engendra la voluntad transformadora, esa es la coherencia del zurdo. Es frecuente ver (o visualizar como se dice ahora; horrible palabra) una manifestación de zurdos anarco-ecologistas cortando una calle para que clausuren una fábrica porque echa humo y contamina, para inmediatamente después dar paso a otra manifestación, esta vez de zurdos industrialistas leninistas, quemando gomas porque aumentó el desempleo. Al zurdo no hay plusvalía que le venga bien...

Mientras evoca entusiasmado la utopía, porque es un utópata incorregible, escribe en las paredes "Patria o Muerte". La utopía es la tierra de ninguna parte y la Patria exactamente lo contrario. Es la tierra de esta parte, nuestra tierra y la de nuestros padres, y no otra.

La Patria no es fungible.

La contradicción entre Patria y utopía es insalvable para cualquier persona normal, pero no para la omnisciente dialéctica zurda. Y es que la zurda es apátrida, como decían ya saben quienes ya saben cuando. Claramente lo proclaman Marx y Engels en el "Manifiesto Comunista": "Los obreros no tienen patria".

Lo que el zurdo llama "patria" no es una realidad tangible, ya que ninguna realidad existe; la patria del zurdo es un simple ámbito geográfico para aplicar la revolución. No importa si es la Argentina completa o solamente >Tucumán; si Cuba, Nicaragua, Vietnam, la Facultad de Bellas Artes o la República de los Niños[1].

Pero la Patria concreta y real no es tal para el zurdo. La Argentina es "este país".

Su superioridad intelectual de genio esclarecido le permite colocarse sobre un coqueto pedestal revolucionario y contemplarnos a nosotros como si fuéramos hormigas.

"Yo no sé que vota la gente en este país" o "siempre igual este país", dice el zurdo, tutor autodesignado de la conciencia clasista de este país. Hace poco, inclusive, en una publicación zurda se referían a la Argentina como "paisito", a la usanza de los zurdos de la otra orilla del Plata. Amarga ironía la del zurdo. Tanto combatir al imperialismo yanki para terminar en las garras del imperialismo uruguayo.