PATRIOTERIA

por Pedro Godoy P.

 

Existe -larvada o agresiva- en diversos ámbitos. Se palpa en la sobremesa y el aula, se detecta en textos escolares y en la prensa. No podía estar ausente de los cuarteles y de las escuelas matrices de las FFAA. Deriva de sostenida educación ambiental y sistemática que empuja a cada chileno a la convicción que estamos rodeados de enemigo de ayer, de hoy, de mañana y de siempre. Según la situación económica seríamos despreciados o envidiados por las repúblicas fronterizas. A eso obedece el cántico xenofóbico que se graba en Viña del Mar. Tiene razón el diputado Arenas en que esos estribillos se usan -desde siempre- en los entrenamientos de cadetes y conscriptos. Son la expresión del chauvinismo que está en el ADN de "moros y cristianos". En ningún gobierno -insisto, en ninguno- se registran intentos de enmienda.

La tarea implica enérgica revisión de los textos de Geopolítica y Geoestrategia. Eso vale para todas las patrias de nuestro "mundo ancho y ajeno" y no sólo para Chile. Hay cultivo de revanchismo en Perú y resentimiento en Bolivia. He visualizado lo mismo en Ecuador y Centroamérica. Esa patriotería es la espuma tóxica de nuestro trágico desmembramiento. En cada república se esquiva conocer el común origen y convencerse que los actuales problemas y los desafíos del porvenir pasan por superarlo. Si se alude a "países hermanos" no es sólo porque comparten un macroterritorio, sino porque son de la misma estirpe y poseen idénticos desafíos. Estos son superar el subdesarrollo, la dependencia y la desidentificación. Se está ante un reto político y también cultural. Lo cultural supone amputar